Te abracé y nos fuimos a nuestro lugar de la escuela.
Donde estaban los árboles.
"Tranquila mi vida." Decía mientras te besaba y te quitaba las lágrimas. "Tu eres más fuerte que eso... Ella no lo vale."
"Lo-lo sé."
Cuando al final paraste de llorar volvimos a la pista.
Volviste a reír.
Eres cómo un rascacielos. Effy.
Qué valiente eres. Fuiste con la frente en alto.
Luego de una o dos horas mis amigos nos invitaron a una fiesta después del baile. Te trataron muy bien. Así que aceptaste ir.
Fuimos al muelle frente al mar. Cada quien con su novia.
Todo se veía tan perfecto.
"Es hermoso." dijiste mirando al mar.
"Tu eres hermosa." dije yo mirándote a ti.
Aún como la primera vez. Te sonrojaste.
Allí todos nos embriagamos aun más. Mis amigos habían llevado mucho licor.
Tu más que nada. Comenzaste a balbucear.
Y luego de un rato. Explotaste.
Se te vinieron a la mente imágenes de tu padrastro y... De lo que te hizo. De tu madre. De los golpes de ambos dirigidos a ti. De tus cortes. De tus batallas...
Pero esta vez no lloraste.
Solo miraste al horizonte con la mirada vacía.
"¿Alguna vez lo superaré?" me preguntaste.
"No lo sé. " respondí. "Pero la vida sigue. Y yo te ayudaré a vivir con ello... Pero de todas maneras, Effy, llega un punto en la vida, o más bien, te va a llegar un momento en el que dolerá menos, hasta que algún día deje de doler del todo. Y yo estaré aquí para ti. Siempre. Y es ahí cuando puedes volver a respirar y ser feliz por que una vez que empiezas a olvidar... Tu corazón se vuelve a abrir nuevamente. Y estaré esperándote, justo aquí. Yo no me voy a ningún lado. Solo... Espero tener un lugar en tu corazón, cómo tu tienes el mío. "
"No, no tienes un lugar en mi corazón."
Yo la mire sumamente decepcionado. Hasta que ella tomó aire y dijo.
"No tienes todo mi corazón por que... Lo tienes todo. Completo. "
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Corona de flores.
RomanceEsto es para ti, mi chica de las coronas de flores. Donde quiera que estés. Siempre te recordaré. Y espero que tu hagas lo mismo, y que me guardes en tu pequeño mundo. En tu mente, en el corazón de tus interminables y desgarradoras batallas. Tu eras...