𝙀𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙢𝙞𝙨 𝙥𝙚𝙨𝙖𝙙𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨 [♡𝙒𝙤𝙤𝙃𝙤♡]

⛈️ Interludio X⛈️

JinHo: 10 años
Wooseok: 8 años

⛈⛈⛈

JinHo había pasado toda la tarde en su casa, estaba bastante cómodo en su cama de hecho, pero según su madre pasar todo el día cosechando lagañas no era algo productivo. Por lo que me ordeno que sacará la basura.

Después de quejarse debidamente por un largo rato, termino haciendo lo que se le pedía.

Solo iba a sacar la basura, no le llevaría mucho tiempo, tres minutos cuando mucho.

Arrastró la bolsa tras sus pasos, el contenedor se encontraba frente a su casa, abrió la reja con su mano libre, arrojo la bolsa dentro de contenedor y se sacudió las manos, estaba listo para regresar a su casa, cuando en la oscuridad divisó la figura familiar de su vecino, Wooseokie. Sonrió de solo pensar en el

—¿Qué horas son estas de regresar a tu casa ah?— JinHo se sobre salto al escuchar los gritos provenientes de la casa de Wooseok, los oía claramente, decidió ser un metiche y se acercó por los arbustos que crecían en el lado de su jardín, los cuales colindaban con el patio de la casa de Wooseok.

Los vio aún con la penumbra.

El señor Jung de pie frente a la puerta, demasiado alto frente a su hijo, wooseok quién no le miraba a la cara

—¿Crees que ahora que la puta de tu madre ya no está puedes hacer lo que quieras?— bramó el hombre luciendo aún más furiso— a mi me miras cuando te esté hablando

La cachetada resonó en la oscura noche, JinHo jadeó, pero Wooseok apenas se inmutó.

El señor Jung luego de blasfemar en contra de su hijo y del mundo en general, se encerró en su casa, sin importarle siquiera si Wooseok le seguía

Este no lo hizo, a duras penas se limpio la herida del labio que había comenzando a sangrar.

No quería regresar a casa, pero tarde o temprano tendría que. Su pequeño hermano dormía allí, dentro de esa cárcel. No podía dejarlo con ese monstruo que se hacía llamar su padre. El aguantaría todo, cada regaño, cada insulto, cada golpe, el aguantaría lo que fuera necesario el tiempo que fuera necesario para que su hermano no conociera esa lado de la vida. Lado que hace un año le había dado la bienvenida cuando su madre prefiriendo su propia felicidad les había abandonado a su suerte con su padre. Un alcohólico en potencia.

El aguantaría cualquier cosa para proteger a las personas que amaba de la oscuridad que el mundo guardaba.

No podía preocuparles, no podía mostrase débil, no podía...

—Wooseoki— la voz pequeña y frágil le saco de sus pensamientos, sus piernas se detuvieron de golpe—¿E-estas bien?

Wooseok suspiro ¿Como era posible que solo con el sonido de su voz llegará a tranquilizarse tanto?

Era increíble lo que ese chico podía causar en el.

No lo había visto, desde hace algunas semanas y Dios le había necesitado tanto que dolia. Era tan débil sin JinHo que le hacía odiar esa dependencia

Pero ahí estaba, su pequeño, su Jin. Tan inocente como siempre, sus ojos estaban rojos y llorosos, como si estuviera a punto de quebrarse, sus mejillas sonrosadas por el frío de la noche, su cabello castaño tapaba sus cejas y le hacían ver gracioso y tierno

Wooseok solo le observó, sin decir nada, por lo que JinHo preocupándose más se acercó tocando su rostro

—¿Te duele mucho?— pregunto preocupado.

El toque de la mano de JinHo,quemo en su mejilla. Wooseok se apartó de golpe, podía verlo, podía oírlo ¿Pero que le tocará? Era demasiado, si JinHo le tocaba entonces el no tendría más fuerzas y rompería en llanto.

Entonces cayó en cuenta. JinHo lo había visto, había visto a su padre golpeándolo

El temor se apoderó de el.

JinHo no podía enterarse de eso, el era inocente tan puro, no podía cargar con algo así. No podía dejar que ese error ocurriera de nuevo. Tenía que alejarlo de su infierno personal. Solo así le salvaría

—Ese no es tu problema— le gritó perdiendo el control, o eso le hizo creer a JinHo— No vuelvas a tocarme, ni siquiera te me acerques, asqueroso.