Second chance | Geraskier

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"¡Maldición, Jaskier! ¡¿Por qué, cada vez que me hundo en mierda, tú estás ahí con una pala?!"

"Bueno, eso no es justo..."

"¡El Niño de la Sorpresa, el djinn, todo! ¡Si la vida me concediera un milagro, sería apartarte a ti de mi camino!"

Le dio la espalda y, tras unos segundos, el bardo contestó:

"Bien... uh, bien entonces..." su voz se quebró, e hizo una pausa. "Pediré que me cuenten el resto de la historia... Nos vemos, Geralt".

Varias horas después de eso, Geralt por fin había bajado la montaña con la esperanza de encontrarse al bardo en el camino, aún cuando le había dicho que deseaba justamente lo contrario.

Jaskier acababa con su paciencia como nadie, eso no lo negaba, y sin embargo, él supo que todo lo que dijo fue mentira pocos segundos después de soltarlo, palabras generadas por la rabia del momento, la que lo mantuvo en su lugar aún cuando su pecho dolió con la voz quebrada del bardo despidiéndose de él, sin recriminarle nada, sin hacer mayor esfuerzo para defenderse de las acusaciones que le fueron cruelmente arrojadas

El brujo se sintió extraño con la culpa recorriendo su cuerpo y dejándole un mal sabor de boca, pero supuso que pasaría una vez se reencontrara con Jaskier. Después de todo, el bardo nunca se había molestado demasiado por todos los insultos que siempre le soltaba, unos cuantos más no harían la diferencia, ¿no?

Entonces, ¿por qué sentía náuseas al punto de querer vomitar? ¿Por qué no pudo dormir esa noche, ni la siguiente, ni la siguiente a esa?

Le había hecho daño a Yennefer, pero fue con el puro deseo de salvar su vida, en cambio, a Jaskier lo había atacado directamente, hiriendo porque sí y alejando a la única persona que había permanecido a su lado durante años con la mayor amabilidad que alguien alguna vez le ofreció. El bardo siempre había estado ahí, tratando de sacarle una sonrisa aunque su rostro se viera cansado y su estómago rugiera con hambre. Siempre ahí para él, haciendo bromas sin sentido e ignorando sus intentos por alejarlo.

Incluso ahora, lo único que había hecho mal es haber tratado de hacerle sentir mejor.

Gruñó, parándose de la cama en la que había intentado inútilmente dormir. Salió de la habitación con un portazo y bajó al primer piso de la taberna, donde aún pese a las altas horas de la noche había gente bebiendo y celebrando.

"¿Has visto un bardo por aquí?" gruñó al cantinero, quien lo miró con reticencia.

"Varios de ellos, sí" asintió mientras limpiaba una copa y se giraba sin prestarle mucha atención. "Pasan bardos por aquí todo el tiempo, tendrás que ser un poco más..."

"Ojos azules" interrumpió entre dientes. "Piel pálida, delgado, cabello suave y tiene una molesta sonrisa en su cara todo el tiempo". Intentó alejar la cálida imagen que se formó en su mente mientras daba la descripción, sólo había pasado una semana desde que lo había visto por última vez, pero se sentía peor que cualquier separación anterior.

"Oh, el bardo Jafet" dijo el hombre, frunciendo el ceño ante su propio error. "No, eh... Jared... Joey..."

"Jaskier" dijo con molestia, sintiendo un escalofrío al decir su nombre en voz alta.

"¡Eso es! Sí, pasó por aquí, pero sólo cantó una canción para comprar algo de comida y se marchó rápidamente. Lástima, me hubiera traído buenos clientes con su música" el cantinero hizo una mueca, luego pareció darse cuenta de algo y se giró por completo para mirar a Geralt con los ojos entrecerrados. "¿Tú... no eres el brujo del que canta?".