- Las lágrimas que curan son también las lágrimas que queman y mortifican.
- El mundo gira y así son las cosas. Uno puede resignarse y girar con él o levantarse para protestar y seguir girando de todos modos.
- El hogar es ese sitio donde, cuando tenemos que volver, están obligados a recibirnos.
- Nunca mientas cuando puedes decir la verdad. La verdad no es siempre el camino más seguro, pero sí las más de las veces.
- Tal vez no existen los buenos y los malos amigos; tal vez sólo hay amigos, gente que nos apoya cuando sufrimos y que nos ayuda a no sentirnos tan solos. Tal vez siempre vale la pena sentir miedo por ellos, y esperanzas, y vivir por ellos.
- No hay buenos amigos ni malos amigos, sólo personas con las que uno quiere estar, necesita estar; gente que ha construido su casa en nuestro corazón.
- Tal vez por eso Dios nos hizo niños para empezar cerca del suelo.
- Hasta un reloj parado tiene razón dos veces al día.
- Es duro soltarse. Aún cuando aquello a lo que te aferras está lleno de espinas, es duro soltarse.
- No renuncies a tu miedo, pero tampoco te entregues a él. Conserva la calma e intenta razonar. Te sorprenderá la cantidad de veces que este sistema funciona.