5 de mayo de 1164
La región de las brujas, pudiendo parecer un lugar inhóspito y horrendo, casualmente era todo lo contrario: un enorme bosque en el que siempre es de noche, con un cielo abierto lleno de hermosas estrellas que, junto con las luces de colores que emitían unos enormes hongos en el suelo, iluminaban todo el paraje. Era un lugar precioso, de ensueño. Nuestros viajeros entraron en la región emocionados mirando a todas partes, ilusionados como niños pequeños. Diminutos seres luminosos azules volaban a su alrededor y volvían el lugar aún más acogedor. Feis comenzó a brincar entre la luz de los hongos de colores y Nora la observaba con alegría mientras Crimson permanecía prácticamente inerte. Entre toda la emoción e ilusión, se produjo una chispa de diligencia en la mente de Jasper:
— ¿Recordáis para qué hemos venido? Venimos a conseguir un material que podría salvar el mundo de una destrucción inminente —recalcó el anciano.
— Tienes razón Jasper, pero, ¿qué tiene de malo disfrutar de los pequeños momentos? —respondió Feis.
— Que si dejamos pasar el tiempo inútilmente puede que no tengamos más "pequeños momentos" —razonó Nora— Feis, estamos hablando de contrabestias, no sabemos cuántas, todas libres por Grimlade, arrasando con todo a su paso, sin nadie que las pueda detener.
— Él podría —dijo Feis resentida.
— Él nos abandonó, Feis. Asúmelo. Probablemente ni siquiera le importábamos al fin y al cabo, simplemente nos usó porque quería morir.
— Espera, espera —interrumpió Jasper— ¿Ese Nightshade del que tanto habláis siempre se os acercó porque quería morir? ¿Por qué buscaba eso de vosotras?
Nora quedó pensativa durante unos segundos.
— Jasper, mi hermana y yo nacimos malditas. Cualquier persona que tocamos con nuestras manos muere tras siete días de manera inevitable, por eso siempre llevamos estos guantes, nos lo regaló Nightshade antes de marcharse.
Todos comenzaron a andar hacia el frente.
— Ahora entiendo muchas cosas —dijo Jasper— desde que os vi por primera vez me di cuenta que había varias cosas extrañas en vosotras: vuestras almas están oscurecidas, no se muestran en su color original, probablemente esto sea debido a la maldición. Por otra parte, esos guantes que lleváis emanan un aura extraña, es como si escondiesen algo de vosotras, me atrevería a decir que es vuestra apariencia lo que ocultan.
— Eso explicaría por qué la gente ya no nos reconoce —enfatizó Feis.
— Y otra cosa, el tal Nightshade, buscaba que lo tocaseis para morir, ¿lo hicisteis? —preguntó el anciano.
— Sí, pero no le pasó nada, nos confesó que no puede morir por más que lo intente, es inmortal —respondió Nora.
— Este mundo realmente guarda misterios increíbles, razón de más para que pongamos nuestros mejores esfuerzos en conseguir ese ytrir para Magnus y salvarnos a todos —concluyó Jasper.
Tras esto, de unos arbustos salió un imp algo regordete que vestía una pajarita negra y se acercó pacíficamente a ellos. Todos dieron un pequeño brinco debido al susto, excepto Crimson que parecía no estar ahí. El diablillo se aclaró la garganta y dijo con una voz galana:
— Acompáñenme por favor. Mi señora les espera.
Las mellizas se miraron la una a la otra muy extrañadas mientras Jasper hacía un gesto de desconfianza. Finalmente acabaron siguiendo al educado imp, que les acompañaba vigilándoles sonriendo cortésmente en todo momento.
— ¿Quién es tu señora? —preguntó Jasper tosco, con cierto desprecio hacia la criatura.
— Me alegra que me lo pregunte —respondió el imp— Tengo el honor de servir desde el instante de mi nacimiento al más poderoso de todos los seres que moran en Grimlade, la señora Thule, reina de las brujas.
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Hijos del Amanecer [COMPLETA]
FantasyEsta historia narra las aventuras de las mellizas Feis y Nora, rechazadas por la sociedad por sufrir una maldición que hace que toda persona a la que tocan muera en un plazo de una semana. Un día, tras ser atacadas por un monstruo, son salvadas por...