Especial 4 Conociendo

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Yena no tenía palabras para definir todo lo que Yuri provocaba en su persona, con solo una mirada lograba que su mundo se llenará de luz aunque el único problema que podría tener era el hecho de no saber demasiado de la omega.

La alfa deseaba saber mucho más, conocer todo lo que esos ojos avellana ocultaban a vista de todos y que mejor forma de hacerlo que en la universidad durante algunas de sus tantas horas libres, Yena como ya acostumbraba fue en busca de la omega para llevarla algún lugar en donde tuviera privacidad o por lo menos no ser interrumpida.

—Yuri, se que no tenemos mucho de conocernos pero quiero saber más de ti, ya sabes... Tus gustos, sueños, ya sabes esas cosas. -—La rubia no tardó en reprochar a si misma lo rápido que hablo gracias a sus nervios ¿Tantas emociones le provocaba la omega?

Por su parte Yuri miro asombrada a la alfa, dejo de lado la naranja que comía para poder responder las preguntas que está le había hecho.

—Bueno... Realmente no soy una persona realmente interesante...—Yuri movió sus dedos sobre la mesa antes de continuar.—No deseo que te aburras con cosas sin importancia.—La alfa tomo la cálida mejilla de la castaña y le obligó a verla, sus labios parecían apretados por la molestia ¿Quien había llenado de ese tipo de pensamientos a Yuri? Quien fuera le haría tragar sus palabras.—Yuri, jamás vuelvas a decir eso, si te pido que me digas estas cosas es porque me interesa.—Su pulgar acarició las suaves mejillas mientras el dulce aroma a caramelo se intensifica.—Todo lo que tenga que ver contigo me interesa.

Yuri puso sus manitas sobre su pecho, el corazón parecía que saldría de ahí luego de tan dulces palabras, una sonrisa nació en sus labios y decidió hablar. —Bueno, me gusta mucho el color naranja y amarillo, el helado de menta, los hámsters, todo lo que tenga aspecto tierno y los cítricos—Eso último lo susurro por lo bajo, siendo aquello una indirecta que Yena entendió enseguida, las ganas de querer besarla se hicieron presentes pero decidió dejar eso para después.

—¿Y tu Yena?— La alfa pareció meditar un poco lo que diría.—Bueno me gustan mucho los caramelos, los paseos con compañía, viajar a la playa, bailar aunque creo que eso es obvio.— Rio al decir esto último pues ella estudiaba aquella carrera.— Y también me gustas tú.— Soltó aquellas palabras mientras una sonrisa nacía en sus labios al ver el sonrojo en la más baja.— Creo que eso es lo más relevante de todo.

Yuri intento calmar los agitados latidos de su corazón y el sonrojo en sus mejillas metiendo un pedazo de manzana a su boca, la alfa no le quitó la mirada de encima en ningún momento deleitada por esa imagen frente a ella, aún avergonzada Yuri era tan bonita ante sus ojos.

—¿Cuales son tus sueños? ¿Tus metas? ¿Tus temores? Quiero saber todo de ti Yuri.— Yena sintió que tal vez pudo ser demasiado directa con lo que preguntaba pero realmente quería saber todo de la omega, quería ver todo el hermoso ser que es por dentro y por fuera. Y aunque Yuri parecía algo sorprendida por su pedido ella no se negó, se sentía muy segura con la alfa, como si supiera que está siempre la protegería.

—Mi sueño es poder ser una solista, demostrar todo lo que siento con las canciones que escriba y que estás lleguen a los corazones de todos.— Al decir esto los recuerdos de ella cantando a sus hermanos volvían a su cabeza.— Mis metas es poder  crecer como persona, tener una cada propia y ser independiente mientras cumplo mi sueño de ser cantante.— Extrañamente su madre vino a su memoria al decir eso.— Y mis temores...— De pronto su voz pareció apagarse y con ello la mirada de la alfa se tiñó de preocupación.— Mis temor es terminar con un lazo roto y sola como mi madre.

Tal vez aquello no debería ser un temor pero para Yuri si lo era, ver a su madre llorar de forma tan amarga mientras su padre se iba sin mirar atrás y llamando a ella como a sus hermanos "Bastardos"
Si, era algo que la marco y aún con terapia no lo había superado de todo incluso creía que tal vez por eso jamás permitió que nadie se acercara a ella, cosa que se alegró porque le temia en aquel tiempo a los alfas pero había una extraña excepción con Yena en esa parte y aunque la omega sintiera vergüenza eso era cierto, sentía una extraña seguridad cuando estaba con ella, que nada podía lastimarla mientras ambas permanecieran juntas sin contar que su lobo estaba contento cada que estaban juntas y podía inhalar el dulce olor a cítricos hasta no poder más. Todos esos pensamientos fueron apartados con los brazos de la alfa, su mirada busco la de la rubia y luego de un rato logró verla, Yuri pasó su lengua sobre su labio inferior mientras el deseo de besarse se hacía presente en ambas.
Lentamente la distancia se volvió nula entre ellas, sus alientos se mezclaron antes de unirse en un suave beso que les hizo tocar una vez más las estrellas.

Yena se preguntaba cómo aquel contacto tan simple podía volver un caos completo su mente y su corazón ¿Que poder tenía Yuri en ella?
¿Seria magia? A veces lo creía porque con el simple roce de sus dedos su piel se erizaba y su lobo pedía que no la soltara nunca, cosa que ella cumplía obediente.
Por su parte Yuri sentía todos esos miedos irse y dejar una sensación dulce además de maravillosa que le hacia sentir tan protegida y amada que aveces le
¿Que sería de ella sin Yena? No quería ni imaginarlo, aún cuando tenía tan poco tiempo descubriendo que era lo que sus lobos y corazones querían.

La alfa acarició el labio inferior de la omega y busco que abriera sus labios, seguido de eso ambas lengua se encontraron arrancando un suspiro de las dos, la sensación de aquel beso ahora un poco más atrevido volvió locos sus corazones que latian al mismo ritmo pareciendo uno, Yuri temblo entre los brazos de la alfa que al separar sus labios le dejó sin aliento.

—Escúchame bien Yuri, quien le hizo eso a tu mamá no merece llamarse alfa, no podemos seguir con ese tipo de comportamiento.— Tomo ambas manos de la omega y las beso antes de continuar.— Te prometo que si esto avanza y se vuelve serio jamás te haré lo mismo, mi deber será siempre cuidar tu corazón y a ti.— Yuri sintió sus ojos cristalizarse, un nudo se formó en su garganta y se escondió en el pecho de la alfa, pareciendo ese el lugar más seguro en donde podía estar.

—¿Lo prometes Yena?

—Te lo prometo con mi vida Yuri.

courtiser 「Yenyul/Yuren 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora