Capitulo 21

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Minju permanecía recostada en su cama luego de un largo día de clases, su teléfono llevaba más de dos horas pegadas en su oreja mientras la melodiosa risa de Chaewon vuelve a escucharse una vez más.

—Ya te extraño, quiero volver a verte.—Minju estaba segura que jamás había conocido una omega como Chaewon, siempre era tan directa y dulce que por momentos olvidaba que no era un beta como ella.
—Nos vimos hace unas horas ¿Tanto me extrañas? —De nuevo aquella dulce risa llena de un cálido sentimiento a la beta.—¿Eso esta mal? Podría contenerme un poco si eso quieres.

No, jamás querría eso
Chaewon le están haciendo sentir tantas cosas que nisiquiera con Sakura sintió y eso a veces le asustaba.

—No, me gusta que seas así.—Casi pudo imaginar la sonrisa que tendría la omega en ese momento.—Me encanta tu sinceridad además ¿De que más hablaríamos sino haces comentarios tan dulces?— De nuevo su risa fue lo único que escucho mientras Minju sonreía por centésima vez en el día —No se, podrías decirme algún halago también tu.

La beta dirigió su mirada al cielo, los tonos naranjas llenaban el cielo avisando que pronto iba a anochecer y por alguna razón la combinación de todos esos colores le recordó a la omega, los primeros destellos de estrellas en el cielo los relacionó con su sonrisa y la forma en que sus ojos brillaban cada que hablaba de algo que le gustaba.

—No se que decirte si te soy sincera, seguramente ya te habrán dicho de todo.—Un suspiro se escuchó al otro lado de la línea y su piel se erizo al imaginar tener así de cerca la omega.
— Que me los digan no significa que me guste escucharlos o me interesen, si no vienen de ti ¿Porque debo tomar en cuenta las palabras de otros?

Minju se quedó muda y aún cuando miraba el cielo teñirse suavemente de tonos morado y oscuros avisando la llegada de la noche, no supo que decir hasta segundos después. —No lo se, siempre te ví inalcanzable, tenías un sin fin de pretendientes detrás de ti.— De nuevo su imaginación hizo lo suyo y la imagen de Chaewon dando vueltas en su cama mientras permanecía muda le causó ternura. —Eso lo se pero no significa que quiero escucharlos, me refiero a que no veo razón por la cual deba aceptar palabras vacías de personas que sólo buscan tenerme como un trofeo y no me ven por lo que soy.— Minju permaneció en silencio meditando que debería decir. —Yo si lo hago, te veo no como la estudiante estrella de tu grupo sino como Kim Chaewon, la chica de aspecto angelical y dulce aroma que por alguna razón logró detectar aún siendo una beta.

Chaewon apenas pudo contener el pequeño grito que deseaba escapar de su garganta, mordió el lapicero que usaba para terminar su tarea desde hace más de dos horas pero que simplemente no había avanzado por estar hablando con Minju y tampoco es como que le interesara mucho memorizar aquellas fechas de historia.

—Deberías ser poeta en vez de actriz.— Minju se río ante aquel comentario, ella sólo quería ser la poeta de Chaewon.— Moriría de hambre si me vuelvo poeta.—La pelinaranja mordió su labio inferior tomando un poco de valor para decir algo.—Entonces moriremos de hambre juntas. —En ese momento ambos corazones latieron de forma frenética mientras sonrisas dulces nacían en sus labios.—Esa idea me gusta.

🌻🌻🌻

Todo tenía que ser perfecto, debía serlo para un evento tan especial. Yena sabía que tal vez estaba exagerando al buscar aquello pero queria que la historia de su emparejamiento fuera algo digno de contar para sus hijos, como si fueran aquellas historias de amor que suelen contar antes de dormir.

—Parece que ya todo está listo— miro su teléfono por última vez antes de ingresar a la floreria con una bolsa de color oscuro en donde lleva comida para ambas. —Hola bebé.— Ante el repentino saludo Yuri casi deja caer las flores que estaba acomodando para un envío, miro a Yena con una sonrisa antes de seguir con lo suyo unos momentos más antes de darle toda su atención a la alfa.

courtiser 「Yenyul/Yuren 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora