courtiser 「Yenyul/Yuren 」

Especial 6 - Promesa.

Wonyoung sentía que en cualquier momento iba a desmayarse, ver a los 4 adultos que les separaron era algo que le intimida y por supuesto hacia doler su corazón ante la sola idea de que aquellos que eran sus padres estaban encontrá de que ella fuera feliz.

—Sigo diciendo que esto es una estupidez ¡No son consientes de que son familia! — Y de nuevo ese dolor se hizo presente en la omega, mordió su labio inferior para no llorar delante de su padre, aquel hombre que siempre la cuido y trato como una princesa pero ahora mismo la veía con asco.

Sintió la mano de Yujin envolver la suya tratando de calmar el dolor que golpeaba su corazón con tanta fuerza mientras los recuerdos de lo que alguna vez fue seguían repitiéndose en su cabeza.

Aquellas personas delante de ellas no eran más sus padres y quienes podría haber llamado suegros, ya nada de eso quedaba, sus ojos se nublaron ante las lágrimas y por un momento deseo que todo hubiera sido distinto, que aquel lazo sanguíneo no existiera y pudieran haberse amado desde hace años.

-—Ya basta.-—la voz de mando de Yujin hizo temblar a las omegas de la habitacion, Wonyoung se aferro a su brazo en cuanto noto como los otros dos alfas parecían listos para lanzarse sobre su pareja.

¿Tan malo era amar? ¿Tan fuerte era el pecado que ambas cometían? El incesto era mal visto por todos, por una sociedad regida por clases e instintos animales era señalado aquel hecho que incluso muchos de los que terminaron encontrando su alma gemela en alguien que compartía su mismo techo eran despreciados por todos a tal punto de hacerlos elegir terminar con todo.

No quería ese mismo destino para ellas, no quería terminar de aquella forma luego de luchar tanto por estar juntas, la voz de su padre gritando y la mirada de su madre llena de decepción caló tan hondo en ella que por primera vez se atrevió alzar su voz, se permitió gritar y luchar como hace tanto quería pero jamás se lo permitió por creer que ellos buscaban su bienestar.

—¡Cállate papá!-—La dulce voz logró que toda la habitación quedará en silencio.—Son los menos indicados para querer señalar que está bien o mal aquí.

La omega señaló ambas parejas mientras sus ojos dejaban caer algunas lágrimas.— Ustedes fueron quienes cometieron "el pecado" aún cuando juraron ser fieles terminaron metiéndose con la pareja del otro.— Retiro las lágrimas de sus antes de continuar.—Nosotras no pedimos amar con este lazo, tampoco estar conectadas de está forma pero la diosa nos permitió encontrarnos una vez más.

La omega miro a Yujin con tanto amor que solamente reforzó las su agarre en su brazo, no iba dejarla ir una vez más, no permitiría que de nuevo perdiera a su alma gemela aún si eso significaba perder a su familia.

—Aun si ustedes nos odian, aún si dejo de ser su hija jamás dejaré a Yujin, ella es mi todo, mi luna.— Dirigió una mirada a los adultos que parecían asombrados e inclusive molestos por sus palabras.— Mamá, papá, los amo pero está es mi decisión está es la vida que quiero para mí, aún si está es la última vez que los veré no permitiré que me alejen de mi pareja.

La joven pareja no dijo nada más y entrelazando sus dedos salieron de ahí, aún cuando los sollozos de sus madres eran audibles no se dieron la vuelta, tampoco se mostrarían arrepentidas porque no era su culpa amarse, no lo era de nadie porque uno jamás elige de quién enamorarse y eso era algo que sus padres debían de aceptar.

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Yujin no quería estar en aquel lugar, sus dedos estaban tensos sobre la taza de color blanco y el te que había pedido lentamente se enfriaba mientras las madres de ambas estaban frente a ellas.
Wonyoung estaba en la misma situación, dejando de lado su pastel de fresas mientras los nervios hacían un caos en su estómago, su mirada paso de las omegas frente a ella hasta su pareja y decidió que ella tomaría la iniciativa.