courtiser 「Yenyul/Yuren 」

Capitulo 22

Yuri miraba fascinada el lugar en donde se quedaría los próximos días, la pequeña cabaña a la orilla del lago era acogedora pero sumamente lujosa incluso para el lugar en donde estaba. La omega recorría los pasillos fascinada por lo rústico del lugar, era precioso y mágico, como si fuera su propio escondite del mundo exterior.

—¿Te gusto?—La voz de Yena la atrajo a la realidad, esta se miraba tan fresca aun luego de meter todo el equipaje ¿Alguien podía seguir viendose tan bien luego de meter más de 5 maletas a una habitación? Choi Yena si, seguía viendose como la alfa más atractiva de todas y eso volvía loco al corazón de Yuri que permaneció en silencio observando a su pareja.

—¿Yuri? ¿Estas bien?—La alfa miro con preocupación a su pareja que parecía salir de su trance, sus mejilla se tiñeron de un color rojizo y asintió con vergüenza. -Entonces ve a ponerte algo cómodo en lo que cocinó y no aceptaré un no como respuesta.- Yuri solo suspiro y obedeció a la rubia aunque un pensamiento de instaló en su cabeza.

¿Uno puede amar tanto alguien?

Si, uno podía hacerlo, incluso estaba segura que ella amaba a Yena con todas sus fuerzas pero también con ello estaba esa sensación, ese temor que llenaba su boca con una sensación amarga y que desde hace días le molestaba.

Intentó no hacer demasiado caso a eso y camino hacia la que sería su habitación, tal vez dormir un rato le ayudaría a olvidar eso que tanto a molestaba.

🌻🌻🌻

Luego de 30 minutos la omega salía de la habitacion usando un vestido blanco bastante ligero que le haría soportar un poco el calor. Camino descalza sobre el piso de madera, disfrutando la sensación de tibieza contra sus pies, estaba por alguna razón más sensible en ciertos aspectos como si algo en ella se hubiera despertado cuando llegó ahí, incluso el olor de Yena era palpable desde el baño y eso le fascinaba. Amaba que todo a su alrededor estuviera tan impregnado con el dulce aroma a cítricos que le hacia querer restregarse como si de un pequeño cachorro se tratara.

Desde la puerta de la cocina admiro el cuerpo de su alfa, delgado y con curvas pero con la fuerza necesaria para romper todo si así se lo proponía y aquello muchas veces dejaba sin palabras a la omega, como en ese instante.

—¿Yena?—Llamo en un susurro a su alfa que no tardó en girarse y mirarle, aquello duro unos instantes pues le recorría con la mirada y es que la dulzura e inocencia que desprendía Yuri había dejado sin palabras a la rubia. —¿Que pasa Yuri?—. Yena volvió a lo que hacía en un intento de no dejar todo y lanzarse sobre la omega pero aquello no sirvió de mucho pues el dulce aroma le hizo mirarle una vez más.

—Tu aroma... Por alguna razón es más fuerte que antes—Aquello tomo por sorpresa a Yuri que no pudo hacer nada cuando el rostro de la alfa se hunde sobre su cuello e inhala su dulce aroma a caramelo.

—Pensaba lo mismo del tuyo... Esta por toda la casa...— Yuri inclina su cabeza a un costado permitiendo que la alfa disfrute de su aroma.

Yena no tarda en besar aquel lugar, suaves besos recorren la pálida piel con lentitud, como si disfrutara el más delicioso dulce de todos.
Ninguna decía nada, todo era expresado por sus acciones y suspiros, los dedos de su alfa se abren pasó bajo el vestido y se permiten acariciar sus muslos e incluso los atrapa entre sus manos.

La cena queda en segundo plano cuando por fin sus labios se encuentran, un suave roce basta para unirse en un mar de sensaciones que enloquecen ambos corazones y sus lobos. Yena carga el pequeño cuerpo de Yuri y la sienta sobre la mesa, sus dedos curiosos e incluso ansiosos se abren pasó sobre la pálida piel, rozando sus uñas que dejan pequeñas marcas como si de un lienzo se tratara, hasta llegar a sus muslos y cadera.