Capitulo 24

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Yena tardó un instante en seguir a Yuri, ambas terminaron dentro de la habitacion que ambas usarían durante esos días.

La alfa permanecía en silencio observando a su pareja, sobre la cama y con su largo cabello húmedo goteando sobre la piel descubierta, sus ojos avellana opacos e incluso rojos por las lágrimas que no hacía mucho derramo.

—Yuri, amor... ¿Que sucede?—Se acomodó en la orilla de la cama, buscando la mirada de su pareja.

Pero la omega no quería verla, permanecía en silencio y con la mirada sobre sus piernas, sus labios siendo mordidos con fuerza.

—Yuri...

—Nada...— Aprieta su agarre sobre sus piernas, haciéndose más pequeña.— Estoy bien, puede ir a comer  prometo que luego ire.

La alfa negó con la cabeza, acercó su mano hasta el rostro de su pareja pero esta se aleja, obteniendo una mirada temerosa por parte de ella.

—Dejame tocarte, deja que limpie tus lágrimas Yuri...

—No, vete por favor no me siento bien ahora.

Yena se acerca y  aún contra lo que la omega pide levanta su rostro, ambas miradas chocan un instante como si deseara transmitir todo lo que no pueden con palabras.

—Vete por favor, al final lo harás de todos modos así que ahorrame la espera y el dolor.

—¿De que hablas?— La alfa pasa un poco de saliva en cuanto una risa vacía escapa de los labios de Yuri.— Yo no me iré, quiero quedarme contigo hasta el final de nuestros días.

—No será así, te irás en algún momento como todos los que dijeron alguna vez que me amaban.— Relame sus labios e intenta respirar para no soltarse a llorar.— Como lo hicieron mis amigos, mi familia e incluso mi padre.

Las lágrimas una vez más caen de sus mejillas y ese sentimiento de soledad, de dolor llena su pecho a tal punto de sentir que se asfixia.
A veces si no es que siempre Yuri llegó a preguntarse si alguien en aquel enorme mundo la miraría, la extrañaría si un día desaparece aparte de sus hermanos y madre, siempre pensó que no, porque nadie la miraba a ella, era invisible para todos.

Pero ¿Realmente lo era?

—Por favor déjame, ve y juega con alguien más.... Te lo ruego...

Jamás lo decía en voz alta pero sabía que todo lo que hasta ahora tenía era temporal, el amor de Yena y de sus amigos no duraría para siempre por eso quería disfrutarlo lo más que podía antes de que se aburrieran de ella y perdieran todo tipo de interés.

—No voy a dejarte, jamás... — Sus manos buscaron las ajenas y entrelazo sus dedos. — ¿Crees que no se que puedo estar con quien sea? — Yuri intento soltarse de su agarre pero no la dejo.

—Se que puedo estar con quien sea Yuri, puedo meterme con cualquier omega o beta pero ninguno de ellos me importa ¿Sabes porque? Porque ninguno de ellos son tu, ninguno de ellos tienen esa belleza tan especial y celestial como la tuya. — Su agarre se  vuelve más fuerte.—  Porque aún cuando he estado con tantas persona, nadie de ellos se comparan contigo, me gusta llenarme de tu aroma siempre, que se mezcle con el mío y estar así todo el día porque es la única forma de sentirte cerca. Amo cuando usas mi ropa aún si es dos tallas más grande, te hace ver majestuosa y adorable, amo llenar tu rostro de besos hasta que me pides que pare, tenerte entre mis brazos hasta que debemos alejarnos... Si tan solo pudieras verte ante mis ojos te darías cuenta de porque jamás te dejaría, porque eres tan especial y única que simplemente yo...

Yuri admiro como Yena movía su boca pero nada salía de ella, sólo las lágrimas que caían de sus ojos mientras le observaba.

Aquella alfa, su Alfa lloraba delante y por ella, su corazón dió un brinco mientras rompía su agarre dirigiendo ambas manos hasta su rostro.

courtiser 「Yenyul/Yuren 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora