Capítulo 5

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En el capítulo anterior...

Los padres de Shikadai observaron a Yoshino, pero ésta mantenía la compostura, y bebía té tranquilamente. Ambos la observaron sorprendidos, y ésta les devolvió la mirada.

- Ah, eso. -Yoshino sonrió traviesa- Sakura Haruno me lo comentó en secreto, preocupada por mi nuera. -sonrió- Es por eso que traje el bolso; me quedaré para ayudarte durante el embarazo, Temari.

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Ambos la miraron sorprendidos, mientras Shikadai se mantenía al margen de la situación.

- Espera, madre. -el pelinegro mayor sentía una gota de sudor caer por su rostro- ¿estás hablando en serio?

Yoshino cambió su sonrisa por un semblante serio.

- Evidentemente. -respondió frunciendo el seño y señalando a su hijo- ¿O me vas a decir que tú podrás cuidarla mientras estás en la Oficina del Hokage?

Shikamaru iba seguir hablando, pero fue interrumpido por su esposa.

- A lo que quiere llegar Shikamaru, es que no queremos molestarla, Okaa-sama. -Temari sonrió- Creo que de alguna u otra manera puedo arreglarmelas.

La abuela de Shikadai movió su dedo índice lado a lado, dando como respuesta un "no".

- Te pareces a mí. -habló la pelinegra mirando a la rubia con compasión- Debes sentirte bastante deprimida tras una escoba y un trapeador, ¿verdad?

Ambos hombres se limitaron a observar la conversación de las mujeres. Shikamaru jamás había prestado mucha atención a ese detalle. Para él las cosas simplemente se tornaron normales y cotidianas, mientras que para Temari se volvieron monótonas y aburridas.

- Es por eso mismo que dejarte sola aún más en esta situación, es algo que no haré. -concluyó la mujer antes de levantarse de la mesa y llevar los platos hacia la cocina.

Temari hizo una pequeña reverencia y murmuró un "gracias" casi inaudible.

Poco a poco, los presentes se fueron retirando hacia sus respectivas habitaciones, exceptuando a las antiguas kunoichis, quienes se encontraban sentadas alrededor del kotatsu nuevamente.

- ¿Desea una taza de té ? -preguntó la rubia con un tono tranquilo en su voz.

La otra negó con la cabeza.

- Más que nada, quería hablar contigo. -expresó la mujer de cabellos oscuros.

Temari sonrió mientras sacaba ovillo de lana y palillos de una caja.

- Hace un rato dije que eras igual a mí. -Yoshino comenzó a hablar- Créeme que entiendo como te sientes. Pasé exactamente lo mismo cuando me casé con Shikaku.

La mujer de ojos verdes observó sorprendida a su suegra.

- Los hombres no entienden de éstas cosas. -sonrió con ironía- Ellos continúan su vida normalmente, mientras que nosotras acabamos siendo dueñas de hogar, después de haber pasado toda una vida siendo kunoichis.

Temari bajó su cabeza, y su rostro tomó un tono triste.

Hacía mucho tiempo que quería hablar de ello, pero no podía hacerlo. Día a día, Temari se sentía culpable por pensar de esa manera. Veía a la esposa del Hokage sonreír alegremente a pesar de ver a su esposo muy pocas veces, y criar a dos hijos prácticamente sola. Veía a Sakura Haruno ser una excelente ninja médico mientras, a su vez, ser madre de otra kunoichi. Entonces, ¿por qué ella se sentía así?

- Es lo más normal que podría pasarte. -contestó la pelinegra, como si hubiera adivinado lo que el corazón de Temari guardaba.

El reloj de la pared comenzó a emitir una leve melodía, y automáticamente ambas lo miraron.

- Será mejor que vayas a dormir. No es bueno para tu salud estar despierta a estas horas. -fue lo último que mencionó Yoshino antes de desaparecer tras el pasillo.

« Gracias, Okaa-sama »

Shikadai no pudo evitar bostezar mientras caminaba al Kaminari Burger.

Y es que la reciente noticia dada por sus padres, era lo suficientemente impactante como para mantenerse despierto toda la noche.

/¡¡¡Recuerden que tenemos encuesta en el capítulo anterior!!!\

- ¡Ah, Shikadai! -un joven de cabellos rubios corría efusivamente hasta donde se encontraba el pelinegro- ¡Qué bueno que te encuentro, 'ttebasa!

El nombrado sonrió burlón mientras veía a su amigo intentando regular su respiración.

— ¿Y ahora qué sucede, Boruto? –cuestionó el pelinegro, reprimiendo su risa.

Boruto se acercó a su amigo con una mirada atemorizada, y apoyó fuertemente sus manos en los hombros del otro.

— Tienes que ayudarme. –dijo casi en un susurro.

Pronto se dió cuenta de lo que sucedía. Y vió una pequeña muchacha de cabellos oscuros caminando lentamente, sujetando un rotulador en una mano, y un dibujo rayado en otra.

— Onii-chan~ –dijo ella con una sonrisa escalofriante– Mamá te dijo que no entrenaras dentro de casa, y como no le hiciste caso, mi dibujo acabó estropeado.

— Hima, de verdad lo...

Entonces, los ojos de la pequeña cambiaron a un color lila, y unas venas resaltaron alrededor de éstos.

— Era un dibujo por el cumpleaños de papá, tardé días en pensar qué dibujarle...

Entonces, la joven comenzó a correr a gran velocidad hacia donde se encontraban los dos ninjas. Boruto pronto cayó inconciente al suelo, no sin antes susurrar "ayuda".

— Tsk.

No había tiempo, así que, para evitar un desastre, Shikadai optó por la solución que parecía más fácil.

— Kageshibari no jutsu.

Pronto, las sombras de la niña y el pelinegro estuvieron unidas gracias a la técnica del Clan Nara.

— Himawari, soy el amigo de Boruto, ¿recuerdas? –habló Shikadai con inseguridad. Hablar con niños pequeños no era algo que soliera hacer– Escucha, tu hermano no quería arruinar tu dibujo, sólo que a veces es demasiado tonto, y no midió las consecuencias.

Las venas poco a poco comenzaron a desaparecer, pero a cambio, unas cuántas lágrimas brotaron de sus ojos, que comenzaban a volver a su color original.

— Tu hermano y yo te ayudaremos con el dibujo, ¿qué dices? –ofreció una cálida sonrisa, mientras se imaginaba por un segundo, que aquella niña sería su hermanita que venía en camino.

« No debí haber dicho eso, dibujar será un fastidio.» pensó para sí mismo.

Himawari asintió alegremente, y se acercó a su hermano, ésta vez sin malas intenciones.

Bajo las tranquilizantes nubes del cielo de Konoha, Shikadai vió a ambos hermanos caminar lado a lado, alegres.

— Pronto será así para mí, ¿no? –murmuró con una leve sonrisa– ¡Qué problemático!



Shikamaru vió al hombre con la capa de "Séptimo Hokage" tras su escritorio. Se observaba bastante concentrado en la llamada que llevaba durante más de dos horas.

Pronto colgó, y se dirigió a su consejero.

— Shikamaru, dentro de tres días el Kazekage y su hermano vendrán a la a la aldea.

Continuará...

¿Problemática en camino? (Shikatema) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora