Capítulo 11

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En el capítulo anterior...

Y entonces el Hokage desapareció tras una nube de humo.

— ¿A qué se refería Naruto con "nuevas noticias"? –preguntó Gaara con evidente curiosidad.

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Shikamaru dió un respingo.

— Ah...–el pelinegro colocó una mano tras su nuca, y esbozó una leve sonrisa– Hablaremos de eso en la cena.

Gaara sonrió devuelta.









Temari caminó rápido por el pasillo, y tomó a Shikadai de su oreja.

— ¿Dónde crees que vas? –ella frunció el ceño.

— Tengo entrenamiento. –respondió mientras sobaba su oreja por el dolor.

La rubia se cruzó de brazos y arqueó una ceja.

— Sé lo que me dirás, mamá. –habló el chico– Pero ya está todo listo, y el tío Gaara y tío Kankuro vendrán más tarde.

Temari suspiró y caminó devuelta a la cocina.

— Debes regresar antes de la cena, o te las verás conmigo. –dijo cuando Shikadai se colocaba los zapatos.

El joven sonrió y salió de su casa.







«¿Cuál será la nueva noticia?»

El pelirrojo simplemente no dejaba de pensar en lo que su cuñado intentó evadir. Shikamaru era un hombre directo y no se iba con rodeos, pero ésta vez fue todo lo contrario.

Fue sacado de sus pensamientos debido a una mano apoyada en su hombro.

— Sí, también pienso en eso. –el hombre con pintura en su rostro, le sonrió– Si incluso Shikamaru no nos contó, debe ser algo interesante.

Ambos comentaban sobre el tema aprovechando que el pelinegro se había alejado para hablar con algunos guardias.

Se hallaban en un restaurante, y se sentaron a tomar té en la habitación reservada específicamente para los Shinobis de la Arena.

Gaara tomó el vaso de té que estaba frente a él, y se lo llevó a la boca. Un cálido aroma a té verde lo embriagó.

— Pues, yo creo que tendrán otro hijo. –habló Kankuro mientras tomaba pastelillos de una bandeja.

El Kazekage escupió el té, y llegó a la cara de su hermano.

— ¡Caliente! –dijo éste mientras tomaba un paño y limpiaba su cara, arrastrando la pintura de por medio.

Gaara también se limpió y murmuró un "perdón" mientras recobraba la compostura.

— ¿A qué vino eso? –preguntó Kankuro una vez que terminó de secar su rostro.

— Tu comentario me sorprendió. –respondió Gaara– ¿Crees de verdad que Temari esté embarazada? Yo imaginaba algo como la promoción de Shikadai a chunnin.

El pelirrojo se quedó pensativo, y Kankuro negó con la cabeza, pensando en lo adorable e ingenuo que podía ser su hermano.

— Bueno, apostemos.








— Otra vez tarde. –el joven de piel pálida habló sentado sobre una roca.

Deslizó el pincel sobre el pergamino, y tiempo después un ave salió volando desde aquél.

— Bueno, vamos a dejar tranquilo a nuestro chico genio. –la maestra del equipo posó sus manos por los hombros del muchacho, y le dedicó una sonrisa de oreja a oreja– El otro día quedamos sorprendidos por la noticia, pero ahora debemos apoyar a Shikadai y su familia.

Ambos compañeros respondieron un "Sí" Mientras combatían entre ellos.

— Lo oí de Shikamaru. –Moegi habló cuando los otros dos estaban alejados– Debes ayudar a tu madre en este tiempo, así que las misiones serán rango D o C para mantenerte cerca de ella.

Shikadai asintió.

— Bueno, entre todos hacemos lo que podemos, pero es un fastidio.

La maestra soltó una leve risita ante el típico comentario de su alumno.

Luego lo vió directo a los ojos y su sonrisa pasó a ser una mirada curiosa.

— ¿Cómo te sientes con todo ésto? –cuestionó ella, recalcando el "tú", y su mirada permaneció fija en él.

Shikadai se sorprendió por la pregunta, y no supo qué responder.





El entrenamiento continuó por las siguientes dos horas, y una vez que concluyó, Shikadai se alejó del grupo, adentrándose en el bosque.

Un poco de silencio y paz en medio de todo el ajetreo no le venía mal a nadie.

Pero mientras más se acercaba, sentía el ruido de Kunais chocando entre sí, y la respiración agitada de alguien.

Con sigilo, el chico se acercó a la escena, y se dió cuenta de que era tan sólo el entrenamiento de alguien familiar.

— Mirai. –el pelinegro observó el árbol donde yacían algunas Kunais, la gran mayoría dando en el objetivo.

La mujer que fue nombrada se detuvo y observó al jóven. Se acercó a él, y agarró su oreja, exactamente como la madre del muchacho había hecho con anterioridad.

— ¿Dónde está el "nee-chan"? –hizo un puchero con el ceño fruncido.

Shikadai soltó una leve risa.

— ¿No deberías estar en casa? –agregó ella– Lord Kazekage estará hoy allá, ¿no?

El pelinegro asintió, y continuó su camino.

— Ya me iba, pero podemos entrenar la próxima semana. También estoy algo oxidado. –dijo él.

— ¡Ey, no estoy oxidada! –se quejó la pelinegra mientras veía la espalda del muchacho cada vez más lejos.









Shikadai suspiró de alivio cuando vió que las visitas no habían llegado aún.

Su madre parecía bastante ansiosa, y no paraba de observar el reloj.

Yoshino y Temari servían la comida en la mesa, y Shikadai se encontraba en la entrada, intentando distraerse con la consola.

El cielo terminó de oscurecer, y entonces la puerta de la entrada se deslizó.

— Estamos en casa...




Continuará...

En unas horas subiré el otro capítulo. Con ésto de la cuarentena, el Internet a penas funciona, y mis clases pasaron a ser online, por lo cuál mi tiempo es limitado :(
Espero que al menos éste capítulo sí pueda subirlo. Gracias por su paciencia~ nwn

¿Problemática en camino? (Shikatema) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora