Capítulo 7

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En el capítulo anterior...

— Los hermanos de la Arena volverán a reunirse en tres días. –respondió observando el rostro de su esposa, el cual tomaba color y brillo otra vez.

Pronto la familia estaría reunida completamente.

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Shikadai, quien yacía recostado en su cama, observó el techo detenidamente. No tenía nada de grandioso; era uno común y corriente.

Las luces de la habitación estaban apagadas, y la ventana que daba al jardín permanecía abierta, provocando que las cortinas se movieran al compás del viento.

Sacó su consola de videojuegos, la cual estaba debajo de la almohada, y comenzó una nueva partida en el juego.

Por algún motivo, seguía despierto, y conciliar el sueño era imposible. Bueno, él sabía perfectamente cuál era el motivo: su hermana.

« Hermana »

La palabra aún era algo nuevo en su vocabulario. Siempre se preguntó por qué sus padres no tuvieron otro hijo, pero a la vez pensó en lo problemático que sería si tuviera un hermano pequeño. Bueno, ahora sería realidad.

Se cuestionó la personalidad que tendría la pequeña. ¿Sería una copia de su madre? ¿Una mezcla de sus padres? ¿Sería carismática y bondadosa como la hermanita de Boruto?

Muchas eran las posibilidades, pero el pelinegro sentía bastante curiosidad. Habría que esperar otros cinco meses para ver al fin a la pequeña y comenzar a deducir.

Un bostezo y pequeñas lágrimas en sus ojos fueron el indicio de que al fin el sueño había llegado.

Esa noche, Shikadai durmió plácidamente.







El canto de los pájaros podría haber sido lo que despertó a la familia Nara, pero no. Los gritos de Temari regañando a su marido, fue lo que puso en pié a Yoshino, Shikadai, y por supuesto, Shikamaru, el cual sabía que estaba en problemas.

— Qué ruidosos. –dijo Shikadai en la entrada de la habitación de sus padres– ¿Qué hiciste ahora, papá?

— ¡Retráctate! –gritó la rubia sacando su abanico gitante.

Shikamaru dió un respingo por el miedo ante tal objeto, y su esposa hecha furia.

— Bien, bien. –habló el pelinegro mayor intentando frenarla– Lo siento, me retracto.

Nadie supo qué ocurrió, ni tampoco preguntaron. El resto de la mañana transcurrió en silencio hasta que Shikamaru partió a trabajar y Shikadai a entrenar.





Pese a la noticia tan alegre de la que se había enterado Temari, su día no había iniciado de la mejor manera. Molestias del embarazo, discusiones con su esposo, y la comida quemada era por mucho, lo más pequeño de todas sus molestias.

Hoy tocaba control médico por el embarazo, y era definitivamente el peor día para ello.

La rubia tuvo que hacer malabares al salir de la ducha, ya que el piso estaba resbaloso.

Un vestido que hace mucho no usaba, la esperaba en la orilla de su cama, recién planchado, y doblado de una manera muy prolija. Tras habérselo puesto, se miró en el espejo.

Pero pronto notó que la prenda no le lucía como en otras ocasiones. Su vientre había comenzado a crecer, y por lo tanto, habían prendas que ya no le cabrían.

— Ésto no puede estar pasando justo ahora. –murmuró mientras sacaba otro kimono del armario, y se lo colocaba.

La casa estaba silenciosa. Su suegra habría ido a realizar las compras, así que se encontraba totalmente sola.

Se dirigió hasta la entrada, y sacó los zapatos del cajón. Sus tradicionales zapatos de Shinobi, los que había acostumbrado a usar durante mucho tiempo, y que ahora...

No le quedaban.

— ¿Cómo que no me quedan? –cuestionó la mujer mientras forzaba para que su pié entrara.

Entonces todo cobraba sentido. Sus pies estaban hinchados.

— De verdad que no podría haber otro día mejor para ésto. –dijo con una sonrisa totalmente falsa en su rostro.

Temari era feliz con la noticia de estar embarazada, pero odiaba firmemente los síntomas del embarazo. Maldecía la noche de San Valentín que disfrutó con su marido. Se maldecía a si misma, y de paso, a su marido.

(En broma, obviamente)

Desde la Oficina del Hokage, Shikamaru sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Un mal presentimiento.

Faltan 2 días.

Continuará...

¿Problemática en camino? (Shikatema) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora