MARVEL & DC One-shots

CLARK KENT

CLARK KENT x T/N

ADVERTENCIAS: No.

N° de palabras: 2988

PARTE: 1/1

Su relación había comenzado en cuanto se habían visto por primera en el 'Daily Planet', y aunque en un comienzo no habías quedado maravillada por el aspecto físico del corpulento pero realmente torpe Clark Kent. Ahora sí que lo estabas. Y no, no te referías al superhéroe. Amabas su alter ego: Superman, y lo que representaba para la gente de Metrópolis, pero no era de quién te habías enamorado pérdidamente.

Había sido de Clark; del hombre - porque aunque venía de otro planeta, era más humano de lo que un terrícola era - tierno, compasivo, amable e inocente granjero que había crecido en un pequeño pueblito de Kansas, y que ahora te sostenía sobre su pecho como si no quisiese dejarte ir a ningún lado. 

- Buenos días, señor Kent. - dijiste suavemente en cuanto notaste que había despertado. Clark instantáneamente sonrió al escuchar tu voz.

- Buenos días, señora Kent. - él susurró alegremente, aún con los ojos cerrados y la voz ronca.

Clark y tú habían unido sus vidas hace menos de 7 meses, después de 6 años de relación, pero nadie en el Planet lo sabía, a excepción de Jimmy Olsen, el mejor amigo de Clark, y Lois Lane, tu mejor amiga. Quiénes habían sido el padrino y la dama de honor, respectivamente.

- Iré a preparar el desayuno... - le diste un suave beso en los labios e intentaste incorporarte, pero él te lo impidió al no retirar su brazo de tu cintura.

- No, no quiero levantarme aún... - el murmuró mientras colocaba su brazo libre sobre su rostro.

- Tal vez tú no, pero yo necesito ir a trabajar.

- White te debe unas vacaciones, ¿por qué no las tomas ahora?

- Porque debí haberlas solicitado con anticipación. - sonreíste sobre su pecho.

- Le daremos una explicación más tarde... - el giró sobre su cuerpo para colocarte debajo de él con una sonrisa pícara.

- No puedo. - dijiste colocando tus brazos detrás de su cuello - Hoy tengo una importante junta a la que no puedo faltar.

- ¿Qué hay de llegar tarde? - soltaste una ligera carcajada.

- Tal vez podría considerarlo... - murmuraste sobre sus labios antes de besarlo profundamente.

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Tener una apasionante sesión de sexo mañanero con Clark había sido una excelente manera de comenzar tu día, pero no tu semana laboral. Ibas tarde por al menos 20 minutos y aún no encontrabas el otro par de tu tacón.

Clark se había puesto de pie en cuanto tú te habías metido a la ducha, e inmediatamente comenzó a preparar el desayuno. De cierta manera, se sentía culpable por hacer que comenzaras a prepararte tarde, y de ninguna manera dejaría que te fueses sin desayunar.

En cuanto encontraste tu otro zapato, rápidamente saliste con dirección a la cocina para darle un beso de despedida a Clark.

- Cariño... - murmuraste para que volteara, aunque seguramente ya sabía que estabas ahí. Él volteó con una bandeja de frutas, pan tostado y café. 

- Debes desayunar. - Clark dijo en tono firme.

- Oh no, no. Desayunaré camino al trabajo.

- No lo harás. - aseguró con una sonrisa. Tú sonreíste de lado, y derrotada tomaste el pan tostado para darle un mordisco.