Valentín estaba de bajón, su madre intento animarlo toda la mañana durante el desayunó pero él a pesar de intentarlo solo de acordarse a Manuel y siente ese algo en el corazón que lo lastima.
Solo se fuerte, Valo. — Murmura su padre a su lado antes de que él se vaya a casa de Manuel —.
Esa mañana Manuel tenía cita para la quimioterapia y no quería ir sólo, pero no quería que sus padres lo a acompañaran por lo que Valentín se ofreció a ir con él y pues bajo los ojos de su novio no podía negarse.
Valentín estaba nervioso porqué no sabía como se iba a sentir al ver a Manuel en aquél lugar del hospital, pero no lo iba a dejar solo por nada, lo iba a apoyar e iba a ser fuerte.
Manuel tenía puesto un buzo enorme que no era de él, era de Valentín, tenía un gorro puesto y se aferraba a la mano del mayor cuando llegaron al hospital.
Valentín depósito varios besos sobre la cabeza de Manuel y esperó paciente a que llamaran a Manuel.
Tengo un asco enorme. — Comenta Manuel, recargando su espalda sobre la pared, pero sin soltar su mano —. Odio todo. — Valentín alza las cejas y Manuel se ríe un poco —. Menos a vos, mi amor.
Más te vale. — Valentín se acerca más a él, pasando sus manos sobre la cintura baja de Manuel, este lo mira a los ojos y sonríe leve —.
¿Qué? — Pregunta Manuel cuando Valentín no deja de mirarlo pero tampoco lo besa —.
Nada. —
¿Nada? — Cuestiona y lleva sus manos hasta la nuca de Valentín acariciando sus cabellos cortos de esa zona, el ojiazul respira hondo y cierra los ojos ante el tacto —.
Si pudieras concebir, bueno. — Empiezan y Manuel alza las cejas, Valentín abre de vuelta los ojos y se ríe al ver esa expresión en su novio —. Un hijo ya tendríamos.
Sos ridículamente cursi. — Manuel rueda los ojos y Valentín se ríe más —.
¿No te gustaría? — Cuestiona y Manuel niega haciendo una mueca graciosa —.
Estas enfermo. — Comenta con gracia y se ríe leve, hasta que una enfermera los llama —.
Manuel borra su sonrisa y mira a la enfermera, Valentín se aleja un poco de Manuel y vuelve a tomarle la mano con suavidad.
Por acá, por favor. — La enfermera hace una seña con la cabeza y ellos intercambian miradas —.
Valentín le da una sonrisa tranquilizadora y Manuel siente su corazón latir con más fuerza, ¿en serio quería que Valentín viera aquello? ¿Lo iba a torturar así?
Sin darse cuenta Valentín y él ya estaban caminando detrás de la enfermera, Manuel miró a lo lejos en el fondo del pasillo una puerta color azul, supuso que ahí era donde iba a recibir las quimio, trago saliva y pasa en seco, Valentín se para también cuando siente su mano ser jalada.
Mira a Manuel con un gesto suave de interrogación, su novio lo miro de vuelta y lo escucha respirar hondo.
Puedes esperar afuera, por favor. — Pide Manuel y Valentín frunce el ceño —.
¿Como? — Ladea la cabeza, él no quería esperar afuera, él quería estar a su lado —.
No quiero que me veas ahí adentró, seguro es terrible. — Comenta excusándose, Valentín niega lento y le acaricia la mano —.
¿Dara miedo, no? — Cuestiona y Manuel asiente despacito —. Entonces nos vamos a asustar juntos, ¿vale?
No quiero hacerte daño. —
Y ahí estaban de vuelta, regresando a lo mismo, Valentín mira un momento las pareces del hospital y luego a Manuel, que también lo ve a él.
¿Quieres que espere afuera? — Pregunta Valentín de manera tranquila —. Lo hago sí queres eso realmente.
Manuel lo piensa, porqué en el fondo no quiere eso, él quiere tenerlo a un lado y que le sostenga la mano mientras le canta Melon Vino o algo así.
No quiero que te vayas... — Murmura, Valentín le sonríe de lado se acerca a él para darle un beso en la frente —.
Esta bien, vamos. — Lo anima en un susurro y tira de él para empezar a caminar, la enfermera parece esperarlo paciente en la puerta —.
El lugar era grande y largo, había camillas, cortinas, medicamentos, sueros y jeringas por todos lados, los médicos iban de un lado a otro con tranquilidad. Al llegar al lugar para Manuel la enfermara le dice que tome asiento en un cómodo sillón blanco y que repose su mano sobre un pequeño instrumento de acero, Manuel hace caso mientras se dobla la manga y Valentín toma asiento en una silla de hospital.
La enfermera les dice que esperen ahí hasta que llegue el médico de Manuel, ambos asienten. Valentín y Manuel solo están divididos por unas cortinas azules a cada lado que los alejan de los otros pacientes, el lugar el cayado y parece muy aburrido.
Manuel observa a su novio mirar el lugar como inspeccionándolo, él haría lo mismo pero solo quiere admirar a Valentín.
Como pone verte tan concentrado. — Comenta Manuel, Valentín alza una ceja y lo mira, el más bajo sonríe leve y luego sus mejillas se tornan rojas —. No te atreves a comentar nada sexoso Valentín.
¿Hablas de no decir que también me calentas más que el sol de verano? — Cuestiona en broma un poco alto, Manuel rueda los ojo y niega —. ¿O hablas de que no diga que te moves muy rico y...?
Buenos días. — Interrumpe el doctor y Valentín se corta, Manuel mira al doctor y siente su cara roja hasta las orejas —.
Buenos días. — Responde Valentín, rogando porqué el tipo no haya escuchado nada —.
Bueno, yo soy su doctor joven... — Toma los papeles y lee el apellido —. Vainstein, Manuel Vainstein.
Al parecer no había oído nada y sí lo hizo no realizó comentario alguno, poco a poco el sonrojó de Manuel disminuyo y tomo con su mano libre la mano de Valentín, este le acarició con ternura la mano escuchando con atención lo que decía el doctor, luego de unas preguntar y respuestas por ambas partes empezaron el tratamiento.
Manuel estaba concentrado en lo que Valentín le platicaba, sobre las próximas presentaciones que daría y estaba feliz de que su novio tuviera tanto éxito respecto a su música, sonrió como estúpida cuando Valentín le empezó a rapear de manera baja y casi en susurro.
Le observó todo el rostro y admiro aquellos ojos que tanto amaba, Valentín también lo observó mientras hablaban y le sonríe de vez en cuando.
Manuel parecía quedarse dormido en el sillón y Valentín suspiró cuando lo vio así, llevo la mano de Manuel a su boca y sonrió dándole un beso leve.
No quería dejarlo ni un momento, sí aquello significaba algo para mejorar la vida de Manuel él iba a estar ahí, pero mirar al doctor negar con la cabeza de vez en cuando mientras leía los estudios de Manuel lo hacían querer llorar ahí mismo.
Miro a su novio dormir y respiro hondo, tenía tantas ganas de llorar que le dolía la mandíbula aguantando las ganas.
Voy a estar con vos, siempre. — Promete cerca de la mejilla de Manuel, el cual están completamente dormido, le da un corto beso y espera hasta que la quimio termine —.
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gente salio lo fresco, espero les guste el cap.Gracias por cada uno de los comentarios y votos bebis, paz y amor.
¿Seguimos todos vivos? Ahre
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look after you; Wosplik.
Fiksi Penggemarlay| ❝ Tus problemas también son mis problemas, mi amor. ❞ Todos los derechos reservados. ✔ No se aceptan adaptaciones. ✔