"Técnico"
"¡De nuevo!"
Todavía encorvada tratando de recuperar el aliento, miraste hacia arriba mientras Kylo giraba su sable con anticipación. "Maestro, por favor", resoplaste, "¿no me has golpeado lo suficiente por un día?"
Los ojos de Kylo se entrecerraron. "No. Eres débil y, por lo tanto, debes trabajar más duro", dijo bruscamente. "Y si eso significa que tengo que aplastarte una y otra vez, que así sea". Él tomó su posición de ataque. "¡Ahora, desármame!"
"Por favor, Maestro, solo-"
"Desármame!"
Gruñiste y corriste hacia adelante en un intento de realizar un derribo solo para ser golpeada y enviada al suelo después de una brutal patada en la espinilla. Recostada sobre tu espalda, sostuviste tu mano sobre tu dolorida frente y gemiste de dolor en voz baja.
"Hemos terminado", dijo Kylo con frialdad mientras pasaba sobre ti sin siquiera echarte una mano.
Finalmente, capaz de recuperar el aliento, permaneciste en el suelo durante un largo tiempo después de su partida. Estabas harta de su brutalidad. En cada sesión te trabajaba hasta que estabas sin aliento y te lanzaba por la habitación como una muñeca de trapo. No le importó lo que pensabas ni se molestó en preguntarte cómo te sentías. Demonios, podrías estar sangrando y probablemente te diga que te pongas de pie y pelees.
"Imbécil."
Estabas deambulando por los pasillos de la Base Starkiller una noche más tarde, cuando viste a un par de soldados que molestaban a un hombre que parecía ser un técnico. Vestido con uno de los discretos chalecos naranjas con un par de gruesas gafas apoyadas en el puente de su nariz, los soldados con casco lo arrinconaron en la esquina.
"Chicos, por favor", murmuró el técnico, "no quiero pelear".
"Por favor no me lastimes", se burló uno de los soldados con voz aguda, "¡Mis pequeños brazos débiles podrían caerse!"
Ambos se rieron. Uno de ellos dio un paso adelante y le dio al rubio un fuerte empujón. Estaba claro que no iban a ceder. Normalmente, te habrías ocupado de tus propios asuntos y dejar que los soldados se metieran, ¿pero esto? Esto fue directamente intimidación.
"Lo escuchaste", dijiste severamente, ahora parada directamente detrás de los soldados blindados, "No quiere pelear. Ahora retrocede".
La pareja te miró de pies a cabeza. "¿Oh sí? ¿Y si te dijera que no?".
Tu ceño se frunció y una sonrisa diabólica tiró de la esquina de tu boca. "Entonces me temo que tendría que hacer esto".
Con un rápido movimiento de tu mano, los soldados fueron enviados volando a través del pasillo. Golpearon la pared y se derrumbaron en el suelo, gimiendo de dolor. Una vez recuperados, intercambiaron una mirada antes de girar y salir corriendo por el pasillo, desapareciendo rápidamente a la vuelta de la esquina.
"No tenías que hacer eso ..."
Volviste a mirar al técnico cuando se enderezó las gafas y se aclaró la garganta. "Realmente, está bien", murmuró en voz baja, "Sucede todo el tiempo. Nunca hacen mucho para lastimarme".
"Sí, bueno, un matón es un matón", dijiste con un suspiro, "y he estado lidiando con mi parte de patadas no deseadas. Supongo que no quería verte igual que yo".
Le echaste un vistazo a su etiqueta y luego volviste a mirarlo a la cara. "Entonces, Matt", preguntaste con curiosidad, "¿Eres nuevo por aquí?"
El asintió. "Sí, supongo que se podría decir eso".
