"La gata"
El techo había sido la única compañía que había tenido durante varios días. Después de una misión, regresé a la base de la Primera Orden con una desagradable fractura de cadera. Así que estaba en la cama hasta que me recuperara por completo, pero quedarme en la cama sin hacer nada empezaba a afectar mi estado mental. Después de todo, fui piloto, fui la primera en arrojarme al foso de los leones para mantener el orden. Entonces, cuando volví a despertar en la cama de la enfermería, no pude contener un suspiro de molestia.
Sabía todos los días de memoria: a las 8 am, una primera ronda del droide médico con un chequeo completo y una dosis de morfina para dormir mi dolorosa cadera. A las 10:00 a.m., desayuno con un medicamento contra las náuseas. A la 1 pm, el almuerzo seguido de cerca por las 2 pm, el segundo chequeo del día. Luego tenía cinco minutos de paz hasta las 7 p.m. para la cena y finalmente a las 8 p.m. para el último chequeo y morfina para la noche. Sabía que no necesitaba todo esto. Era solo una cadera, nada serio y más de una vez había puesto a los droides en su lugar. Eso es lo que estaba a punto de hacer cuando escuché un golpe en la puerta.
Había agarrado el vaso de agua vacío que estaba en la mesita de noche, lista para recibir ¨alegremente¨ al droide que se atrevería a entrar en mi habitación hasta que me detuve repentinamente cuando vi a un gato rojo corriendo hacia mi cama y saltando para acurrucarse cómodamente a mi lado. El ronroneo me hizo sonreír, pero no tuve tiempo para contemplar más a el pequeño ser, sabía a quién anunciaba este gato. Levanté la vista hacia la puerta y miré al general Hux, con las manos cruzadas a la espalda, después de cerrar la puerta.
"Una visita del General en persona, debe ser importante." Me burlé de él. "¿A qué le debo este placer?"
Le sonreí amablemente y él lo tomó como una invitación para acercarse. Tenía una cara seria y no parecía de humor para la risa, pero lo conocía demasiado bien para tomar su expresión literalmente.
"Me enteré de que atacaste a los droides durante su visita, rechazando cualquier tratamiento." Dijo seriamente. "¿Qué planeabas hacer con ese vaso?" señaló el objeto en mi mano.
"Pedir agua". Respondí igual de seria, sosteniendo su mirada.
Por un segundo nos miramos a los ojos con una mirada desafiante hasta que Armitage cedió primero. Una sonrisa divertida se extendió en sus labios y una risa escapó de mi boca. Armitage tomó la silla en la esquina de la habitación para sentarse a mi lado, apoyando los brazos sobre el colchón.
"¿Cómo te sientes?" Preguntó mientras me escaneaba con preocupación en sus ojos.
"Está bien, la morfina está haciendo bien su trabajo."
Conocía a Hux desde hace mucho tiempo y verlo preocupado por mi condición me conmovió el corazón. Suavemente deslicé mis dedos en el pelaje de Millicent y ella se estiró, disfrutando todo el tiempo para que pudiera acariciarla por completo.
"Es amable de tu parte venir y hacerme compañía." Dije suavemente.
"Es por la gata, ella quería venir", comentó Hux y yo me eché a reír.
"Sí, por supuesto, la gata."
Detuve las caricias para deslizar mi mano en la mano de Hux, apretándola suavemente.
"Así que gracias por traer a la gata."
Armitage me sonrió suavemente antes de llevar mi mano a su boca para darle un beso en la palma de mi mano. Sentí que mis mejillas se calentaban y para ocultar el sonrojo, bajé la cabeza ligeramente.
"Bueno, tengo que volver a mi trabajo como general." Dijo mientras se levantaba, pero no parecía querer soltar mi mano.
Y yo tampoco quería hacerlo. No había prestado atención, pero instintivamente le apreté la mano un poco más. Estaba buscando algo en sus ojos, pero ¿qué? Era una buena pregunta, pero parecía saber la respuesta. Se inclinó hacia mí y besó mi frente, dejando que sus labios tocaran mi piel más de lo necesario.
Realmente no sabía lo que me había pasado, pero aproveché mi proximidad para atraerlo completamente hacia mí, puse una mano en su cuello, para acercarlo y aplastar mis labios contra los suyos.
Armitage se tomó un tiempo para entender lo que estaba sucediendo, pero tan pronto como la información se le ocurrió, me devolvió el beso, siendo un poco más contundente.
Me alejé, jadeando por aire, y todo lo que se necesitó fue mirarse el uno al otro para comenzar a reír un poco.
"¿No quieres ser solo Armitage un poco más?" Le pregunté y él estuvo de acuerdo sin dudarlo.
"Con gran placer"
Se acercó de nuevo para capturar mis labios, pero un profundo estruendo nos hizo mirar a los dos. Millicent me miró enojada por ser aplastada entre nosotros dos y el peso de sus sentimientos.
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Me identifico como Millicent en el amor :v
Bais.
