"Guapo Sasaeng" KookTae

U N O

— ¿Qué ocurre, Jiminie? — Espetó Jungkook al llegar lado de Jimin, el mencionado soltó un golpe fuerte en el antebrazo del castaño. Lo cuál no sirvió pues Jeon hacía mucho ejercicio, cada noche salía con Namjoon e iban al gimnasio o a correr.

— Nada olvídalo, me voy a clase. — Dicho esto el pequeño rubio se dió vuelta y caminó hacia el aula, Jungkook levantó los hombros e imitó la acción de su testarudo amigo.

"¿Debería decirle a Kookie lo de ese chico? Digo, no se ve feo, tal vez ese cabello en los ojos y lentes no lo deja apreciar, pero... ¡Ay no sé que hacer!"

El chico divagaba en su mente mientras se aproximaba cada vez más al salón, el decirle a Jungkook tal vez le ayudaría a que se conozcan, pero tal vez el chico era un asqueroso Sasaeng y de esos tenía muchos su guapo amigo, chocó con el profesor y nisiquiera lo notó. Solo entró al aula y se sentó a un lado de un chico que estaba durmiendo sin tomarle importancia.

El profesor comenzó a tomar lista, ese viejo maldito, que Jimin evitaba a toda costa pues tenía muchas malas notas, y no le gustaba oir las quejas de este.

— Park Jimin —

— Presente — Dijo él levantando sus manos tiernamente, le gustaba verse tierno ante ese viejo.

La persona a un lado se estaba cubriendo aún más con su capucha e intentaba que su compañero no lo notara, la frente del chico cubierto sudaba mucho y estaba a punto de vomitar de los nervios.

— Kim Taehyung — Llamó el maestro

— Presente — Dijo fingiendo una voz super aguda que hizo a todos reír silenciosamente.

El señor Kang no dijo nada respecto a la broma de su estudiante, le parecía patético, pero no era su asunto.

Taehyung no se llevaba con nadie en todo el instituto, y no le importaba, pues todos le parecían irritantes y engreídos.

No podía dejar que el mejor amigo de su crush lo descubra.

No podía enfrentarlo después de lo que vió

Jimin es de los más populares de ese lugar y que lo ridiculice por amar en exceso a Jeon no le parecía buena idea, añadiría una cosa más a su lista de tragedias del mes.

— Kim Taehyung, ¿eh?. Ese nombre me parece familiar. — Se dijo a si mismo el rubio tomándose la barbilla y mirando de reojo a su compañero de mesa.

"Vamos Tae, ten las pelotas para pedirle que no diga nada a Jungkook, si no lo hizo ya, ¡Ah!"

Tae se volteó con lentitud hacia el opuesto y éste estaba concentrado mirando al frente, pero aún así, muy distraido entre sus pensamientos. El pelinegro estaba a punto de girar el rostro y resignarse, pero de repente el rubio giró sus ojos y los abrió de manera exaltada.

— ¡TÚ! — Gritó provocando la ira del señor Kang y éste a su vez los echó a ambos de la clase. El viejo no tenía una pizca de tolerancia, aunque Jimin le hiciera pucheros, a el no le iban los rubios menores que el.

— ¡Una hora de servicio comunitario después de clases! — Escupió en sus caras el molesto profesor. Tae y Jimin asintieron a las palabras del viejo, dirigiéndose a la salida teniendo en mente que debían reencontrarse al final del horario.

El rubio no paraba de darle miradas intensas al pelinegro, gestos como sonreir o levantar las cejas solo hacían que el solitario Kim se volteara a mirar otro lado.
No quería saber nada, ya no le importaba que Jungkook pensara que es un asqueroso acosador, ¡Lo es!, pero no lo admite.
Solo quiere ser amado por el guapo y de buen carisma, Jeon Jungkook.

Después del sermón del maestro, Taehyung literalmente estaba en una persecución con Jimin. El rubio luchaba y maldecia sus cortas piernas al no poder alcanzar al pelinegro, además de arrepentirse de no acompañar a Jeon a sus entrenamientos.

— ¡Deja de seguirme! — Gritó el chico de lentes mirando hacia atrás con su profunda voz.

— ¡Solo quiero hablar!  — Se excusó el rubio a punto de tirarse al suelo.

En una de esas Tae chocó nuevamente contra el pecho de alguien, y era exactamente la misma persona que la anterior vez. Reconocía ese abultado y fuerte pecho en el que se quería recostar a tomar largas siestas.

— Wow, creo que te es un poco habitual chocarte conmigo — Jeon brillaba ante los ojos de Tae, pero este no tenía tiempo de admirar la belleza de su crush, esos hermosos cabellos castaños, una sonrisa con dientes tiernos y unos labios que quería devorar.
No tenía tiempo.

— Perdón — Espetó y se mantuvo corriendo, con la cara aún más roja de como estaba ya.

— ¡Oye espera! — Gritó el rubio cuando llegó con Jungkook, Tae ya había huido de él y el pequeño estaba muy cansado, su amigo lo miraba con una sonrisa divertida.

— ¿A quién persigues? — Preguntó el musculoso castaño.

— A nadie — Hizo un puchero y aspiró.

— Bien — Alzó sus grandes hombros — ¿Quieres comer, lindo? — ofreció mientras rodeaba al chico con su brazo y se acercaba a su rostro, depositó un corto beso en los labios del rubio, este lo miró con los ojos entre cerrados y lo empujó con el hombro.

— Okey — Dijo sin ganas.

La amistad de Jimin y Jungkook ha durado muchos años, se conocen desde los 5 y han vivido muchas cosas juntos, desde besos apasionadas hasta noches de sexo, sexo casual y etc.
Pero ninguno de los dos se ve amorosamente con el otro, solo comparten su tiempo juntos y se divierten fingiendo ser una pareja.
Jimin tiene varios chicos tras de el, pero no aceptaría a ninguno de ellos hasta terminar su pequeña aventura con el más alto.

— Jungkook, ¿conoces a un tal Kim Taehyung? — Dudó el chico mientras levantaba la mirada hacia su amigo, el cual se notaba que no tenía ni idea.

Los ojos del castaño miraron hacia los lados mientras intentaba relacionar el nombre con el rostro.

— No, ni idea

— ¡Chocaste con el dos veces hoy! — Se exaltó el más bajito.

— Aaaaaah, no sabía su nombre, gracias por decirlo, me parece lindo. — Jimin notó como acarició su propia oreja y cabello

Jimin sonrió para si mismo al escuchar tales palabras, es más hasta se rió un poco en secreto.

"Si supieras que es un rarito acosador"

— ¿Quieres venir a mi casa esta noche? — Preguntó el castaño mientras masticaba sus papas. 

— Sabes, creo que deberíamos parar esto del sexo casual y buscar pareja. Digo, tienes a muchos detrás de ti, y nisiquiera sientes algo por mí. ¿No crees?

— Uh — Hizo un puchero y arrugó su entrecejo, cosa que lo hacía ver muy tierno.

— Bien, está será la última. — Aceptó de mala gana. — Solo porque eres muy bueno.

— ¡Yas! — Celebró sonriente llevando una papa a su boca. — Te veo después del entrenamiento, mi hyung dijo que me enseñará algo bueno.

— Está bien