D O S

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Los quejidos de Tae se extendían más al tener que ir a el área de dicho maestro, la vida es muy dura para el chico, aún así, había algo, alguien más bien, que provocaba que quisiera volver a ese asqueroso colegio: Jeon Jungkook, el dueño de sus pajas, suspiros y fantasias a mitad de la noche.

No podía evitar pensar en lo bueno sería que dejara a un lado su ansiedad social y le hablase de una vez por todas.

Recordaba perfectamente cuándo se enamoró perdidamente de Jeon Jungkook, un día estaba en sus redes sociales, Instagram, especialmente. Buscaba una foto para usarla de modelo ante una pintura que iba a realizar.

"En Insta, hay gente muy bella" pensó, pero al ver la foto de Jungkook sin camisa, con una fina capa de sudor mientras corría por un iluminado parque en la noche, se enamoró completamente del muchacho, tal la intensidad que empezó a seguirlo.
Tae no seguía a nadie, solo mostraba fotos de su mandíbula o cabello, pero nunca su rostro completo. Tenía seguidores, personas a las cuales les agradaba sus dibujos o pinturas.

Tal vez el castaño no recordaba lo que había hecho tal noche como era esa, pero también empezó a seguir a Taehyung. El suceso iluminó el corazón del pelinegro y este no podía evitar que su corazón dejara de revolotear de la felicidad mientras rodaba por su cama con la sonrisa más boba que pudo haber puesto, se había enamorado.

Desde ahí, no se perdía ni una sola story del opuesto, le encantaba mirarlo, la sensación de ir al mismo parque al que el iba todas las noches correr, solo admirando y deleitandose con las respiraciones fuertes que soltaba al correr. Era suficiente para el chico.

Lo espiaba, pero no lo veía como algo malo, nunca desearía que algo malo le sucediese a su amado Jungkook, ni a las personas que frecuentaba, como Jimin o el nombrado Namjoon y su novio Jin.

Cada noche en ese parque, lo dibujaba, miraba atentamente como la luz tenue de los faroles decoloraban el rostro del castaño, como se veía tan cómodo con Jimin que se daban besos. No estaba celoso, no tenía razones.

Sabía de la relación de ambos, sabía que no eran novios, los oía; pero ellos nunca lo miraron.

A consecuencia de todas esas noches en las que le mentía a su madre, sobre que iba a salir con amigos, tenía cientos de dibujos y pinturas con el mismo rostro.

Era su musa

Su inspiración.

Cada facción de su rostro, él la sabía de memoria, cada gesto, sabía que cuando algo le disgusta el bordea su lengua en sus labios y luego empuja su mejilla con esta desde adentro.

Ya hasta había copiado algunas de sus muecas.

Jimin era tierno, Tae lo reconocía, también me interesaba saber como sería ser amigo del grupo.

Ellos parecían buenas personas, no lo iban a herir.

Tenía un diario, donde escribía a detalle cada cosa que hizo Jungkook en el día que hacía revolotear su corazón e invadir su mente.

El amor que sentía por Jeon, lo podía confundir con admiración. Le parecía un modelo a seguir, eso pensaba el...hasta que pensó

"¿Cómo se vería desnudo?"

Fue tarde, casi a las 12 :pm
Estaba en su cama una noche viendo pornografía homosexual.
Simplemente se había aburrido de estudiar, y tomó su computadora, estaba mirando por encima, en medio del vídeo, el chico de grandes músculos se quitó la camisa y soltó un jadeo, un jadeo que inmediatamente comparó con los de Jeon, la pregunta vino a su mente.

"Guapo Sasaeng" KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora