Corazón 2

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Disclamer: Todos los personajes, lugares y parte de la trama pertenecen, por supuesto, a Rumiko Takahashi y no a mí ^^

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-Corazones Distraídos-

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2.

(Nabiki)

Los Opuestos Se Atraen

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El pequeño cerdito que llevaba en brazos temblaba. Al menos lo hizo durante los primeros momentos; quizás tenía frío, quizás estaba gimoteando por lo que había visto. Nabiki sonrió igualmente. Y lo hizo porque sabía que nadie la miraba, ni podrían adivinar lo que ocultaba esa sonrisa alargada y relajada, casi delicada, que asomó en su rostro, por todas aquellas veces que quiso exhibirla pero se obligó a ocultarla.

Apretó el cuerpo cálido del animal contra su pecho y sintió que las pulsaciones de este se aceleraban, su pequeño lomo palpitaba tan fuerte como el tic tac de un reloj. Y la joven se apresuró a ir más rápido.

Justo después de traspasar el centenario portón del dojo, Nabiki se encontró con su hermana mayor que estaba por salir. Kasumi parpadeó y la incredulidad de su mirada la repasó de arriba abajo hasta detenerse en el cerdito, aunque se abstuvo de preguntar. Kasumi era siempre muy discreta.

—Me lo he encontrado perdido por ahí —le explicó la mediana de todos modos—. Decidí traerlo de regreso por Akane, luego le pediré una recompensa por él.

El cerdo se agitó ante tales palabras, pero Nabiki le acarició entre las orejas para apaciguarlo.

—No seas mala con Akane...

Le pareció que Kasumi lo decía solo por obligación; no parecía realmente interesada en reñir o corregir con su firme, aunque dulce determinación, a su hermana pequeña. De hecho, sus ojos miraban intermitentemente hacia el portón como si tuviera demasiada prisa.

Nabiki retrocedió un paso para mirarla bien.

—¿A dónde vas, Kasumi?

—Solo a buscar unos ingredientes que me hacen falta para la cena —respondió mostrándole, además, la cesta que llevaba en su brazo.

—¿Hoy? ¿Vas de compras en San Valentín? ¡Las tiendas estarán llenas de niñas comprando chocolate! —Kasumi se encogió de hombros—. Bueno... está bien. De hecho, quería felicitarte por la cena de ayer.

El rostro de su hermana despertó en una alegre sonrisa.

—¿Ah, sí?

—Estaba delicioso, Kasumi —Nabiki estiró la suya en una mueca afilada, más propia de ella—. Fue más... exótico que a lo que nos tienes acostumbrados, pero estaba muy rico.

—¡Gracias! Siempre intento mejorar —La mayor asintió con la cabeza, o la inclinó justo antes de que sus mejillas se colorearan—. Bueno, debo irme ya. ¡Hasta luego!

—Adiós...

Kasumi se giró y traspasó el portón.

Nabiki miró el lugar por donde se fue, aún sonreía. Alzó un poco más a P-chan hasta apoyarlo en el hueco entre su hombro y su cuello y susurró:

—Kasumi también se trae algo entre manos, P-chan —Pero Nabiki aún no sabía el qué. Sus salidas a hacer recados se habían multiplicado y alargado de un modo lo suficientemente llamativo como para tenerlas en cuenta. También parecía más contenta, a la vez que más distraída—. Creo que es la primera vez que la veo salir sin el delantal puesto... ¿Te has dado cuenta?

Corazones DistraídosWhere stories live. Discover now