Máxima Seguridad//Showki

Capítulo 2.

El segundo día no fue mejor para Kihyun. Las constantes burlas que recibía de los prisioneros lo ponían de mal humor. Él debía hacerse respetar, pero Im tenía razón, era mejor tener un bajo perfil. Ya había notado a varias bandas que hablaban sobre él cada vez que pasaba. Era difícil tener que cerrar la boca para evitar consecuencias, pero no creía poder aguantar mucho más.

La séptima hora del día se desarrollaba en el patio. Los prisioneros jugaban fútbol o básquetbol, fumaban, o simplemente se quedaban sentados disfrutando del aire libre. En cada esquina del patio había un guardia, y entre ellos se encontraban Kihyun y Wonho. El pelinegro también disfrutaba del Sol y la leve brisa que había, hasta que comenzó un disturbio. Suspiró al ver que se trataba de Im Changkyun, quien estaba gritándole a otro preso.

—No puedes acercarte a él – Escuchó Kihyun cuando se acercó.
—No puede ser que todos los hombres te pertenezcan, Changkyun.

El otro prisionero era más alto que Im y que él, y era pelirrojo. Ambos estaban discutiendo delante de Wonho, quien no se movió ni un centímetro ni dijo alguna palabra. Cuando Kihyun lo miró de reojo, notó que estaba anonadado observando a Im. Negó con la cabeza riendo, para después meterse en la discusión.

—¿Qué sucede? – Preguntó, mientras tomaba a Im del brazo y lo llevaba a otra esquina del patio.
—El inútil se acercó a mi hombre – El pelinegro escupía las palabras con una gran rabia.
—Ese no es un motivo para hacer todo este escándalo.
—Kihyun, desde el primer momento en que lo ví lo declaré como mío, y él decidió acercarse igual.
—El oficial Shin no es un maldito pedazo de carne, no puedes hacer que te pertenezca.
—Es mío – Im estaba gritando de nuevo.
—Él es un policía y estamos en una maldita cárcel, es obvio que en algún momento va a tener que interactuar con los presidiarios.

Kihyun realmente tenía ganas de golpearlo. Im parecía no escucharlo, y seguía gritando.
—Todos solo buscan sexo aquí adentro, es la única razón por la que se le acercan.

El prisionero siguió hablando y reclamando con un tono de voz demasiado elevado. Kihyun dejó de escucharlo, sólo lo observaba fijamente en silencio. Veía a Im mover sus manos cada vez que se expresaba y su rostro comenzaba a sonrojarse.

—Detente, Changkyun – Una fuerte voz se escuchó detrás suyo. Por alguna razón, su piel se erizó.
—Shownu, debemos hacer algo, no puedo permitir que se le acerquen.
—Creo que Kihyun tiene razón, no debes hacer tanto escándalo.
—Shownu, es el amor de mi vida – Im llevaba el ceño fruncido, y Kihyun estaba paralizado en su lugar.
—Lo mismo dijiste de los otros seis hombres.

Changkyun bufó, pero no habló más. Kihyun escuchó los pasos de ese tal Shownu a su alrededor, hasta que su figura apareció delante de sus ojos. Era el hombre alto y moreno de la misma foto que había visto en aquella noticia. Era Son Hyunwoo.

—¿Puedo decirte Kihyun? – Le preguntó, intentando mirarlo a los ojos. El pelinegro se aclaró la garganta, y alzó la cabeza, mirándolo fijamente.
—No – Respondió cortante – Controla a Im porque sino terminará en aislamiento.

Se volteó y se dirigió hacia dónde estaba Wonho, quien observaba la escena en silencio.
—Así que ese es Son Hyunwoo, ¿verdad? – Dijo éste. Kihyun asintió, y luego de unos segundos, sonrió con picardía.
—He visto como mirabas a Im.

El musculoso negó con la cabeza repetidamente, pero sus labios mostraban una pequeña sonrisa. El pelinegro a su lado le guiñó un ojo, para luego volver a la esquina en dónde estaba vigilando.

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Kihyun estaba sentado delante de las pantallas que mostraban lo que las cámaras de seguridad grababan, tomando café. Le gustaba mucho estar en la sala de vigilancia, era como una hora de descanso más. Escuchó como la puerta detrás suyo se abría, pero no giró su silla.