[ Taehyung ] // KookTae

07

[ Taehyung ama las frutas y las hamburguesas con queso ]

Para Jungkook a veces Taehyung es un misterio, es decir ¿Como un ser tan hermoso y esbelto podía comer tanto y no engordar en el proceso? Mientras que él se pasaba meses en el gimnasio. Le parecía tan injusto que su novio a pesar de meterse tanta comida en la boca —como lo estaba haciendo ahora— seguía siendo tan delgado.

– ¿Ocurre algo? – La confusión pintó el rostro de Tae al ver que su novio no había tocado nada de la comida y lo estaba mirando a él – No has comida nada Kookie – Puchereo logrando llamar la atención de su novio.

– Lo siento cariño, sólo estaba pensando – Sonrió a su pareja y tomó su mano acariciándole brevemente – Tae – El menor dejó de lado su comida y prestó atención al mayor pidiéndole que siguiera con la mirada – ¿Como lo haces? – La confusión volvió a pintar su rostro.

– ¿Hacer qué kookie? No entiendo – Apartó brevemente la mirada volviendo a meter un pedazo de carne a su boca. Jungkook aprovechando la distracción de su pareja se pasó al costado de él y levantó un poco la camisa del menor dejando ver su pancita – ¿Que te sucede Jungkook? – Golpeó la mano de su novio molesto por tal comportamiento en un lugar público.

– Así que tienes pancita – Dijo más para si mismo que para su acompañante, sin embargo Tae no entendía y el hecho de que su novio le dijera indirectamente "gordo" no hacía más que molestarlo.

– ¿Que mierda te ocurre? ¡Sal, me quiero ir! – Con un mayor esfuerzo el azulado intentó empujar a su mayor, no soportaría que él le diga que está un poco subido de peso. Claro que no lo soportaría.

Jungkook asustado por la reacción de su pequeño lo abrazó y lo pegó a su pecho – No quise decir que estés gordito amor, esa pancita me parece muy tierna y bonita, concuerda completamente contigo, tan esponjocito y bonito – Le dió besitos en la cabellera azul, relajando así a Kim.

– Tonto, tonto kookie, pensé que te burlabas de mí – Se quejó dando un último golpe en el pecho del mayor para luego dejarse mimar.

Los comensales de ese restaurante no podían estar más que enternecidos por la joven pareja y ni hablar de los trabajadores, quienes de vez en cuando posaban sus orbes en ambos jóvenes.

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Era de noche y ambos se hallaban en la habitación del menor. El azulado había subido algunas frutas en un recipiente, mientras el mayor se ponía la pijama que había dejado en el lugar.

– ¿Aun tienes hambre, pequeño? – Preguntó el mayor de ambos, sentándose en el centro de la cama y prendiendo la televisión.

– Sí, ¿Tengo que recordarte que no me dieron ganas de terminar de comer por tu tonto comentario? – Inquirió aun molesto, mientras tomaba asiento al lado del mayor.

– Perdón bebé – Besó la mejilla del menor recibiendo un pequeño sonrojo – Es sólo que... ¿Cómo le haces para comer tanto y tener una tierna y bonita pancita? – Inquirió esta vez el mayor mientras agarraba por las caderas a su angelito y lo sentaba en su regazo.

– Frutas Kookie, siempre como frutas – Respondió mostrando una fruta del recipiente a su novio – Además la genética de mis padres es de un cuerpo esbelto – Explicó acercando la fruta a los bonitos labios del castaño.

Jungkook mordió la manzana que le daba su novio mientras acariciaba los bonitos muslos de su amado – TaeTae, eres tan bonito – Los ojos de ambos chicos brillaron, ambas miradas cargadas de un infinito amor.

– Te amo, Kook – La sonrisa que surcó en ambos par de labios era tan bonita y grande que hasta la luna sentía envidia de aquel brillo.

– Yo también te amo y no tienes la idea de cuánto.