Letters of Hope ♡KookMin.♡

Last letter of hope.

Park Jimin.
226 Rosemert apt 4.
Reshingber, Ocianic.
A 22 de marzo del año 2020.

Jungkook, justamente hoy se cumplen 10 años en los que te fuiste de mi lado.
Ya no me quedan palabras para escribirte, o algo que me haga desear que de nuevo estés a mi lado finalmente he podido dejarte ir.
No estoy feliz con la vida que he llevado, también cabe decir que siento un poco de vergüenza haber estado tan aferrado a ti, bueno. Aun lo estoy, pero creo que estoy finalmente listo para dejarte ir, y para dejarme ir a mí mismo.
Te amo, siempre lo hice y siempre lo hare. Desde aquí hasta la luna a paso tortuga y con doble vuelta.
-Jimin.

Destinatario;
Jeon Jungkook.
Guderl, Ocianic.
Base Militar #2.

Como cada año me encontraba escribiéndole una carta a Jeon Jungkook.

Hoy justo hoy se cumplen diez años en los que le he estado mandando cartas, cartas que no se si realmente llegaron a sus manos. Hoy que han pasado diez años desde su partida por alguna extraña razón su madre me ha citado que nos veamos. ¿Por qué? Ni siquiera yo lo sé. Pero me ha llamado anoche diciéndome que debíamos de vernos, debo admitir que no he podido dormir desde su llamada, es que, ¿Por qué? ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué después de tantos años en los que se negaban a contactarse conmigo?

De verdad que no tenía ánimos para reunirme con la señora Jeon, no quería, porque no sabía a qué me iba a terminar enfrentando. Mi miedo es que cuando vaya a reunirme con la señora jeon el este allí, lo más seguro es que el sí logro ser alguien en la vida, pero yo, yo solo me quede aquí dejando que el tiempo transcurriera y no logre nada, las personas a mi alrededor comenzaron a crecer y lograr todas sus metas mientras tanto yo solo me quedaba viendo, vi como todos frente a mis ojos iniciaron a formar familias, o irse de aquí y cuando volvían ellos ya eran un orgullo para su familia. Me quede estancado, pensando que Jeon iba a volver e íbamos a poder ser felices, pero esto es la vida real, no es un cuento de princesas o una película con un final feliz.

Decidí por levantarme de mi cama e ir hacia la cocina para poder desayunar algo, aunque el hambre se me había esfumado por los nervios. Solo tomé una manzana de la mesa y me volví a ir a a mi habitación.

Dos horas han pasado y yo sigo recostado mirando hacia la pared, me estoy negando a mí mismo a arreglarme para ir con la señora Jeon, no quiero ir, no me pueden obligar a ir.

Me he estado mordiendo demasiado las uñas, ya he hecho que algún que otro dedo empiece a sangrar, maldita sea odio esto, odio este maldito sentimiento inexplicable que hay en mi pecho, odio que las personas crean que me pueden entender, odio que traten de ayudarme, porque estoy bien ¿Lo entienden? Lo estoy, dejen de decirme que me veo triste o ¿Dónde quedo aquel niño sonriente? Dejen de hacerlo, por favor. Porque duele.

Queda una hora para reunirme con la señora jeon, ya me encuentro vestido como regularmente lo he estado haciendo estos últimos años, de negro, toda mi ropa es de ese color, incluso mi cabello es negro, me decidí por utilizar un beanie ya que no tengo ganas de arreglar mi cabello.

Diez minutos quedan y estoy apenas saliendo de mi hogar. Siempre he sido una persona impuntual, jungkook lo sabía así que siempre me decía que mejor le avisara a qué hora iba saliendo de mi casa para que así el no estuviera esperando por mí. Es gracioso porque cuando yo llegaba siempre se quejaba de que llevaba horas esperando.

Apresure mi paso, iba tarda y como para darme el lujo de ir caminando lento, no.

Llegue al lugar donde me había citado la señora Jeon, era un parque, el parque donde pase la mayoría de mi infancia, estaba algo cambiado ya, recuerdo que cuando era un niño, todo estaba lleno de juegos, como resbaladillas, y columpios, pero ahora todo solo es pasto verde, ya no hay ningún juego, tampoco ya no hay niños, suspire y inicie a prestar atención a mi alrededor, el parque estaba algo solo así detuve mi andar y empecé a buscar con mi mirada a la señora Jeon, después de unos minutos la vi a lo lejos llegando a el parque se veía algo apresurada talvez porque también a ella se le había hecho tarde, me acerque hacia ella con pasos lentos, mis manos las entrelace entre sí para tratar de hacer que el temblor en ellas no fuera tan notorio, podía sentir y escuchar mi corazón retumbando en mi pecho, inhale y exhale el aire lentamente no quería que me diera un ataque de pánico justo ahora.