𝖛𝖎. a spark of romance

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╭  ─ ☾ ─ ☆ ╮acto uno: en el resplandorvi

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acto uno: en el resplandor
vi. una chispa de romance
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La fiesta está repleta de caras conocidas, por lo que saludo a todos con una sonrisa al pasar, mientras busco al invitado de honor

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La fiesta está repleta de caras conocidas, por lo que saludo a todos con una sonrisa al pasar, mientras busco al invitado de honor. Acomodo mi vestido rojo, sintiéndome un poco fuera de lugar al ver a las damas de la corte con telas tan delicadas y glamorosos atuendos. No importa, de todas maneras no vengo para festejar con los demás, sino que quiero entregarle mi humilde regalo a mi nuevo amigo. Este nunca fue mi ambiente favorito por los tantos rumores que circulan más que la comida entregada por los sirvientes. Y no soy una persona a la que le agraden los rumores, ni un poco. Sonrío al verlo sentado en una mesa junto al príncipe Arthur y me acerco a él a paso apresurado, sosteniendo la bandeja en mis manos con equilibrio para no torcerla y dejar caer las galletas que tanto me costó preparar. Margaret casi me mata al verme gastar ingredientes sin sentido, tuve que decirle que Morgana las pidió especialmente, de otra forma me habría echado de la cocina antes de que hubiera acabado. La apoyo en una mesa cercana a ellos y él se pone de pie apenas me ve.

—Nashira —dice sonriendo con su perfecta cota de malla hecha por mi talentosa hermana y su peinado cabello marrón enmarcando su amable rostro.

—Aquí está mi caballero favorito —festejo dando un emocionado aplauso y envolviéndolo en un fuerte abrazo. Al soltarlo me giro hacia el rubio e inclino la cabeza con una mueca—. Sin ofender, milord.

El príncipe Arthur niega con la cabeza con una media sonrisa. Mi mirada vuelve con rapidez a Lancelot, a quien no puedo dejar de sacudir como resultado de mi excitación. Él se ríe cuando lo abrazo por segunda vez y al separarme suelto mis más sinceras disculpa.

—Siento no haber ido a ver tu prueba final, estaba en la cocina y Margaret no me permitió excusarme.

—No te preocupes —contesta frunciendo el ceño sin dejar de sonreír—. Estás aquí ahora, eso es lo importante, quédate a celebrar conmigo y los demás.

—En realidad no puedo —niego con la cabeza algo avergonzada, desviando la mirada hacia las banderas rojas con el dragón dorado en el centro. El emblema real de Camelot—. No soy de la nobleza y tampoco una dama de compañía, ni nada parecido. Solo vine a...

NIGHTFALL ✴︎ Arthur PendragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora