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"¿Lix?" murmuró Changbin mientras que con las yemas de sus dedos tocaba la madera de la puerta.
"¿s-sí?"
"tu mamá me ha mandado un mensaje... estará antes de lo planeado aquí." se escucho un pequeño sollozo tras la puerta. "¿qué sucede?"
"n-no q-quiero q-que te vayas." pide entre sollozos, Changbin sonríe con ternura pero rápidamente niega con la cabeza. "quédate."
antes de que el pelinegro pueda formular una respuesta, se escuchan pasos veloces subir las escaleras, llantos que se dirigen a la habitación donde están ellos. el pelo negro salta en su lugar cuando la perilla es forzada provocando un sonido fuerte y seco.
"¡quédate, quédate! " la voz de los niños es aguda, dolorosa. casi agonizante a los oídos del pelinegro.
Changbin no puede evitar sentir miedo cuando logran zafar el seguro.
"¡Felix!" le llama Changbin abriendo la puerta del baño donde puede ver al tintado en ropa interior, sus piernas están llenas de hematomas que cubren su piel pálida. "dios..." no le da tiempo de reaccionar cuando la puerta es azotada con fuerza revelando a dos pequeños niños asustados.
"¡spectare supra te!" vuelven a exclamar, inveniet comienza a gritar, ahora su ropa mojada por el agua comienza a escurrir sangre, ensuciando el suelo. sin embargo no se mueven, eurus comienza a llorar y ahora parece que su cuello está de una manera rara que hace que su cabeza quede de lado dejando ver que la parte de su cráneo derecho está desecho.
"¡Binnie!" exclama Felix aterrado y Changbin solamente puede cerrar la puerta, las delgadas piernas del chico pálido tiemblan y solamente el pelinegro puede abrazarlo provocando que estas se enreden en su cintura. "n-no m-me d-dejes..."
"no voy a dejarte Lix." le dice con determinación, su corazón late con fuerza. el tintado llora en su pecho y se abraza de una manera exagerada al cuerpo del más alto; sus hipos son una tortura para Changbin sin embargo no se mueve y no dice nada.
"B-Binnie" le nombra sobre su cuello, dejando un beso en él. el pelinegro cierra sus ojos casi por instinto.
simplemente no podía dejar a Felix ahí, no podía dejar aquel chico indefenso, su piel era tan perfecta como para ser llenada de hematomas. él era sumamente amable, noble, cariño, como para que sufriera esas cosas.
el pelinegro abrió sus ojos y se observó por el reflejo del baño y es en ese momento que todo fue un flashback para Changbin, hace dos noches, había decidido entrar al baño del piso de abajo escuchando aquella frase que los niños insistían en que supiera y Felix sabía qué significaba aquella palabra. ¿por qué?
