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"C-Changbin..." lo nombró bajito Felix mientras que se removía en la cama, incómodo. "n-no p-podemos s-salir están enojados."
"Felix, tienes hambre y estás herido, necesito curarte esas heridas." le vuelve a contestar mientras que hace una mueca. "no me digas que estás acostumbrado porque ahora yo te voy a golpear."
"q-que gr-grosero." le dice sacando su lengua.
"infantil." ahora camina hacia él y acaricia su pómulo donde hay un hematoma en él. "tu piel es tan suave." halaga mirando el hematoma, se acerca lentamente y deja un pequeño beso en su mejilla, apenas rozando sus labios. "oh- lo siento mucho."
"¿p-puedes h-hacerlo otra-ra vez?" pregunta con un puchero en sus labios; Changbin enarca una ceja confundido. "¿p-por f-avor?"
se inclina nuevamente y besa la mejilla de Felix provocando que este cierre sus pequeños ojos rasgados, disfrutando.
"¿te gustó el beso?" ríe divertido mientras que se separa, Felix siente vergüenza y abre sus labios para poder hablar. "no tienes que contestar Felix, fue una broma."
"uh- está bien." rasca su nuca nervioso. "¿q-quieres jugar?"
"no es momento de preguntar eso cuando acabamos de perder un juego no muy bueno que digamos y ahora estamos escondidos."
"¡C-Changbin!" le reprocha con un puchero provocando una risita en el pelinegro. "n-no uses sarcasmos c-conmi-migo."
"que nena." ríe nuevamente y procede a acostarse a un lado de él. "¿sabes? cuando era niño me fascinaban estas cosas pero ahora que las estoy viviendo; me estoy cagando de miedo."
"p-pero, ¿por-por qué eres valiente c-cuando m-me defi-fiendes de ellos?"
Changbin se gira a verle, su perfecto perfil, sus ojos rasgados, su cabello decolorado, sus pecas resaltando en su rostro, su piel pálida, sus clavículas que apenas y resaltan, sus aretes pero lo único que no le gustaba, eran los hematomas.
"eres muy bonito Lix." halaga finalmente provocando que el más pequeño reciba un sonrojo y comience a temblar. "y debo cuidarte porque para eso estoy aquí."
"¿p-puedo d-dormir?" pregunta evadiendo todo aquello, comenzando a acostarse en esa gran cama a un lado del pelinegro.
"no tienes que pedir permiso." le contesta dejando de mirarlo. "duérmete."
Felix estiró lentamente sus brazos dispuesto a abrazar al contrario pero Changbin no se percató de ello y se giró, dándole la espalda provocando una punzada en el pecho del más pequeño.
"d-descansa." dice aguantando las lágrimas. ¿por qué sería eso? Changbin ni siquiera era su amigo y mucho menos algo más ¡ni siquiera sabía qué le gustaba! vivía con tanto miedo de salir de la casa tanto como estar en ella que eso era lo menos importaba.
