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"Quería agradecerte por lo del trabajo." Carraspeó Jisung con un tono difícil de entender.

"¿Qué dijiste? No te entiendo."

"Yo... nada. ¿Quieres comer cheesecake? Conozco un lugar donde venden unos muy buenos." Jisung movía sus manos con entusiasmo a pesar de no conectar su mirada con la del mayor.

Minho en verdad se sentía extraño, ¿Por qué lo estaba invitando a hacer algo juntos? Su obligación como grupo ya había pasado y cada uno podía ir por su lado, sin embargo se le hizo demasiado cruel rechazar la oferta y seguía sin querer ir a casa.

"Vamos."

Ya en el local, ambos disfrutaron del prometido cheesecake y de la buena ambientación que había, Minho disfrutaba en silencio la melodía de la canción que sonaba por el parlante.

Estaba tan concentrado en ello que accidentalmente dejó de escuchar lo que Jisung le decía.

El menor al notarlo, decidió observarlo intentando no ser tan obvio.

Lee Minho era hermoso, tenía unos ojos gatunos preciosos que lo hacían querer protegerlo de por vida, además de los pocos rasgos que había identificado del mayor en las únicas veces que lo había visto.

Sacó su cámara en silencio, y pudo tomar una foto justo cuando Minho se giró a coger un pedazo de cheesecake.

"¿Otra vez me estás acosando? Te puedo denunciar." El mayor fingió enojo, haciendo que Jisung se sintiera avergonzado y guardara su cámara.

"Lo siento, yo solo... suelo hacer eso. Disfruto mucho la fotografía, es hermoso poder retratar momentos."

¿Esto era algo que debía ser retratado? Minho no se atrevió a preguntar y solo dejó sus palabras en el aire.

Ya concentrados ambos, decidieron seguir hablando de ellos mismos y trivialidades, disfrutando el cálido momento de hacer una nueva amistad.

Sabía que no vería mucho a Minho en clases, y aunque no fuera algo que le preguntara, ya hasta pensaba buscarlo al final de cada día de colegio para pasar tiempo juntos.

Y en realidad Jisung nunca se arrepintió de ello, aún teniendo en sus manos la foto del concentrado Minho, no podía evitar sonreír.

Recordaba perfectamente el momento en que comenzaron a acercarse, cuando ya no eran necesarias las excusas para verse y admitían que era refrescante pasar juntos.

A pesar de que era doloroso ver aquella felicidad que tuvo en el pasado, Jisung siguió buscando más fotos, porque sus polaroids eran el recuerdo más vivo de aquel amor de su juventud.

Polaroid ||Minsung||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora