Polaroid ||Minsung||

Quatre

Jisung no podía alejar la foto de su rostro. Las facciones del chico parecían ser tan delicadas y hermosas, que simplemente no se veía en capacidad.

Ya la había guardado en su memoria para poder comparar al chico de la foto con cada persona que se cruzara, y en verdad estaba siendo una búsqueda difícil.

¿Cómo era posible que estudiando en el mismo lugar no pudiera verlo?

Al paso de una semana se sintió derrotado, decidiendo concentrar su energía en algo más productivo como estudiar y conocer a más personas.

Nunca se le había complicado socializar y por eso se sentía bastante seguro estando en un nuevo lugar, pues en cuestión de tiempo dejaría de ser "el nuevo" para convertirse en un compañero más.

Fue un día viernes en el cual se sintió completamente perdido en ese colegio. La maestra de biología le había asignado a su curso un trabajo en parejas, y su mejor opción fue que estas se distribuyan de acuerdo a los asientos.

El asiento a su lado había estado vacío hasta este tiempo.

Jisung quería golpear su cabeza contra la mesa.

¿Quién era Lee Minho? Y más importante aún, ¿Cómo podría hacer su trabajo en parejas sin pareja?

Pasó todo el día haciendo pucheros y sintiéndose enojado, hasta que sus amigos lo vieron y decidieron ayudar.

"¿Qué te sucede?" Preguntó Wonho, aquel chico con un corazón tan grande como su físico.

"¿Dónde puedo encontrar a Lee Minho?" Preguntó con total ingenuidad.

"Él... es difícil hablar con él. Pero de seguro está en el salón de baile, pasa allí todos los días." Contestó Eunwoo agarrando las correas de su maleta.

"Algunos dicen que vive ahí." Agregó Hyungwon antes de bostezar perezosamente.

Jisung les agradeció y decidió buscar ese lugar para terminar las cosas tan pronto como pudiera.

Recuerda que llegó después de caminar un buen rato, se sentía algo intranquilo debido a que no conocía a su compañero del todo.

Abrió la puerta sin pedir permiso y ocurrió algo que jamás hubiese pensado.

En medio del salón, un apuesto chico danzaba con concentración, tan en su mundo que no notó cómo un desconocido se adentraba y hasta cerraba la puerta.

Su baile era hermoso, Jisung se sentía en verdad cautivado por la pasión que veía en el tal Minho, y por ello decidió retratarlo de la mejor forma en que se le ocurrió.

Al escuchar el sonido de una cámara, Minho dejó de bailar aterrado.

Se giró y no dudó ni un segundo en gritarle al desconocido que se marchara.

Al principio el rubio se vió sorprendido, era el mismo chico de la foto de hace tiempo. Ese que había pasado buscando durante todos sus recesos.

Jisung aún estando asombrado no entendía nada, ¿Tanto le había molestado que tomara una fotografía? Permitió que lo echaran decidido a volver al día siguiente, el trabajo no se haría solo.