Polaroid ||Minsung||

Huit

Cuando Minho y Jisung pasaban tiempo juntos, todo lo demás se volvía invisible. Nada era más fuerte que el vínculo entre ambos, y con ese pensamiento de calma la graduación llegó.

Algunas personas sabían que no se verían más, pero ellos confiaban en que nada iba a cambiar. Seguirían juntos, persiguiendo sus sueños y amándose.

"Ten un buen viaje Eunwoo. Envíanos mensajes de vez en cuando, ¡Sigamos siendo amigos!" Se despidió Jisung de uno de los que fueron sus grandes amigos todo el último año de colegio.

Ahora cada uno se encontraba enfocado en distintos caminos.

Jisung no tenía muy claro lo que quería aún, pero no era algo que permitiría que le afecte en realidad.

"Sung, ¿Qué planes tienes para el futuro?" Le preguntó Minho esa misma tarde cuando el menor volvió del aeropuerto.

Jisung dejó de acariciar el cabello de su novio e hizo un silencio breve que demostraba duda.

"Estar contigo."

Minho río e insistió en su respuesta.

"Aparte de eso, supongo que solo... ¿fotografía? Es decir me gusta mucho."

El sueño de Minho era ser un gran bailarín, y Jisung podía notar la verdadera esperanza del mayor cuando lo escuchaba hablar con emoción de sus planes a futuro o cuando lo veía darlo todo a través de sus coreografías.

A pesar de que él no tenía planes, ese no debía ser un gran problema.

Amaba a Minho y simplemente se dedicaría a seguirlo hasta que algo que su corazón anhele se presente.

Esa misma tarde los dos chicos planificaron un viaje juntos, uno que según el mayor, podría ayudar a Jisung a encontrarse a sí mismo.

Todo sonaba emocionante, todo era nuevo y el miedo desaparecía para ambos, Minho por seguir su sueño y Jisung por seguir a quien amaba.

«No necesito nada más para ser feliz.» se dijo a sí mismo.

Con 18 años de edad, en la flor de la juventud y solo acompañado de su cámara, Jisung creía haber encontrado un gran tesoro que nunca podría separar de sí.

Minho era ese gran tesoro que podía guardar en su corazón y también en sus fotografías, las cuales empezaba a guardar en una caja para organizarlas.

Cuando concretaron lo del viaje, acordaron verse al día siguiente. No iban a ningún lugar específico pues querían subir al primer tren para el que hubiesen boletos.

Y así se dio el primero de muchos de sus viajes sin destino fijo, solo explorando lo que podían y siendo felices juntos.

Recuerdos dignos de una juventud bien aprovechada, así pensaba Jisung de esos primeros años junto a Minho, llenos de ilusión y euforia por descubrir cosas a medida que sus viajes y paseos sucedían.