Ciudad de México, México.
20 de abril 2020.
- ¡Ciudado! - gritó Adali a Jimin mientras corrían cuando éste casi cae al tropezar con una piedra. Aún tomados de la mano ambos se miraron y comezaron a reír - si tu caes, yo caigo, ¿recuerdas?
Ella señaló con su cabeza a las manos entrelazadas y la referencia a la famosa película causó aún más carcajadas entre los jóvenes. Siguieron corriendo, ya hacía 10 minutos que hacían lo mismo sin parar, Adali pensó que tal vez nunca podría haber corrido tanto tiempo sin detenerse aunque lo hubiera querido, sabía que a los 5 minutos se hubiera quedado sin fuerzas, los deportes no eran lo suyo, sin embargo la euforia y adrenalina que sentía en ese momento, esa fuerza inexplicable que le transmitía estar tomada de la mano de Jimin, parecía que podía hacer cosas imposibles. Sin embargo, Jimin quién era el guía en esa carrera sin rumbo fijo, se detuvo en seco.
- Mira eso - señalo con su dedo índice un local el cual tenía es sus afueras un liminoso letrero que decía "Moonlight Helados, 24hs". Ninguno sabía que hora era exactamente, Jimin no tenía su teléfono y el de Adali se había quedado sin batería pero ese "24hs" del letrero hizo que los ojos de esos dos muchachos ya en sus 20s se iluminaran como los de un niño de 8 años cuando va a por unos helados.
- Yo pago - dijo Adali en cortesía.
- Me gustaría ser todo un caballero sacado de una película romántica de Netflix y decirte que ni loca pagues tu, pero he salido tan rápido del estadio que ni siquiera tomé algo de dinero - Jimin bajo la cabeza algo decepcionado de si mismo. En cierta forma quería comprar esos helados para ellos, como si fuera una cita organizada por él.
- Está bien Jimin, las chicas pueden invitar también - sonrió Ada y fue suficuente para que Jimin lo hiciera, luego, para que ella pudiera buscar su billetera en el bolso que traía, se soltaron de las manos. Por un momento se sintió vacío. Ada buscaba su billetera y pronto comenzó a alarmarse. Entonces un recuerdo vino a ella; había dejado su billetera en el hotel porque le daba miedo andar con el dinero en la calle y sólo había llevado el dinero justo para los dos boletos de autobús que tenía comprados.
Jimin la miró notando que algo había causado cierto disgusto en la linda chica frente a él.
- Lo siento Jimin, deje mi billetera en el hotel - se entristeció un poco, sabía que eran cosas incontrolables, dos segundos antes de salir del hotel jamás se le hubiera ocurrido que iba a necesitar su billetera para irse a tomar un helado a la medianoche (o incluso más tarde) con su ídolo. Él la observó pensativo y se dijo a si mismo que, incluso con esa expresión de tristeza, Adali era sencillamente hermosa, aunque claro, cuando sonreía con expresión de felicidad plena y en sus ojos parecía reflejarse la mismísima Vía Láctea, joder, era lo más cercano a la perfección que él jamás haya visto.
Se acercó a Ada y acarició su cabello.
- Está bien. Tengo un plan - dijo no muy seguro de lo que estaba diciendo, Ada por otro lado, confundida, centró su atención en el rubio - Sigueme.
Volvieron a tomarse de la mano y cruzaron al otro lado de la calle. Entonces, entraron a la tienda.
Un tipo robusto, algo calvo y ya en sus 40 se encontraba del otro lado un mostrador. El hombre portaba un uniforme que no le sentaba nada bien, este traía una placa con su nombre, Randy.
- Hola señor... - Jimin miró su placa antes de seguir hablando - Randy. El hombre levantó una ceja y miró al rubio, normalmente la gente que venía a buscar un helado no lo saludaban con su nombre.
- Hola - dijo Randy no muy seguro, Jimin tampoco lo estaba, todo aquello era una locura pero debía intentarlo, Adali solo observaba cautelosa pero confundida.
- Soy el señor Park de la ISPDH, o sea de la Inspección de Salud Pública de Heladerías, y ella es mi compañera de trabajo la señorita... - el rubio miro con los ojos abiertos a Adali esperando que ella le siguiera la corriente y la chica captó de inmediato.
- Sanchez, soy María Sánchez de la ISPDH. - dijo segura Adali, no sabía exactamente a donde conducía todo eso pero no tenía caso. Después de todo, nada de lo que estaba pasando aquella noche lo tenía.
A pesar de que los dos chicos no se veían vestidos como personas que estuvieran trabajando, de que era extraño incluso que lo estuvieran haciendo a esas horas de la noche, a pesar de que el hombre robusto no estuviera seguro de que existiera la ISPDH, Randy pareció caer sin más en la mentira y se alarmó un poco.
- Oigan, si están aquí por el incidente en el baño con esa rata del otro día, les juro que ya esta bajo control - dijo asustado Randy - no me cierren el negocio, por favor.
Jimin miró Adali, ella a él y luego él a Randy.
- Entiendo amigo, la cosa es que debemos inspeccionar, o, podrías hechar un vistazo en los baños, ver que todo este en orden, vienes y nos lo dices y se acabo el rollo, ¿De acuerdo? - propuso Jimin, a Randy le pareció una idea más que conveniente.
- Claro - sonrío el hombre mostrando sus dientes algo amarillentos y desgastados por los años, tal vez fuera fumador pensó Ada quie aún no entendía del todo aquel plan.
Randy se dirigió a los baños que se encontraban al parecer en un pasillo a la izquierda de el mostrador y justo a la derecha donde se hallaban los frezzers con los helados en pote. Jimin al ver la oportunidad se acercó a estos y abrió sus puertas dispuesto a tomar un gran pote de helado sabor arandanos con chocolate, nunca había probado ese sabor, tal vez ni siquiera le gustaba pero era lo que había a la mano y no disponía de mucho tiempo.
- Oye, ¿Estás robando? - preguntó Adali sorprendida y con algo de miedo.
- Pues, no estoy jugando tenis para ser precisos - respondió el rubio con algo de humor sarcástico. Pero a Adali no le causó gracia.
- Esto esta mal Jimin, lo sabes - dijo con algo de desilusión al ver a una de las personas que más admiraba robando y mintiendo. El chico lo noto y aunque sabía que lo que estaba haciendo no era correcto, él lo compensaria.
- Cuando regresé a Corea, enviaré tanto dinero en forma de disculpa que Randy podría hasta poner otra sucursal, incluso tal vez dos, se que esta mal y suena mimado aun así consideralo como un préstamo - Ada no estaba muy segura aún, aunque si Jimin lo iba a compensar de buena manera técnicamente hasta le estaba haciendo un favor. Entonces la chica asintió.
- Bien Jimin, pero prometeme que lo corregiras y que no vas a volver a hacer algo así - le tendió su dedo meñique para que éste sellara su promesa entrelazandolo con el suyo y así lo hizo.
Jimin con el helado ya en mano, tomo un folleto del mostrador con información del local (la cual necesitaría más tarde para saldar su deuda) y habló a Ada.
- Vamos, rápido - Musitó el muchacho, comenzaron a correr hacia afuera pero justo en el momento que tocaron la puerta, una alarma se encendió y la salida quedó completamente bloquedada.
Nos jodimos, pensó Ada.
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Akai ito (El hilo rojo) ~ Park Jimin. BTS.
FanficSegún una antigua leyenda japonesa, un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse, alargarse, estirarse o enredarse, pero nunca...