Huyendo de la ley.

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Ciudad de México, México.

- Espero que me den una buena razón para no encerrarlos a ambos en una celda por asaltar un local - dijo el sheriff que conducía la patrulla a los dos criminales que había atrapado hacía menos de 15 minutos en Moonlight Helados.

- Ha sido un mal entendido - dijo Jimin en su defensa - yo tenía pensado regresar el dinero del helado e incluso más. El sheriff lo miró como si acabará de decirle la mentira más grande.
Adali por otro lado mordia sus uñas nerviosa, nunca se había encontrado en una situación así y estar fuera de su país empeoraba aún más la situación.

Luego de unos segundos de silencio preocupante. El oficial volvió a hablar.

- de todos modos, no irán a la cárcel, así que tranquilos - ambos muchachos respiraron - pero - prosiguio el hombre canoso que ya parecía abrodar sus 50s. Los chicos devolvieron su atención a él.

- Es probable que reciban una multa y que en un buen tiempo no puedan volver a la zona.

- Claro oficial - dijo Adali algo tranquila.

- Aunque sabe - habló Jimin al sheriff - ella no tiene nada que ver en esto, fue mi idea.

- Jimin no. - protestó ella cortante - no necesito que me salves. Fuimos los dos.

Él rubio la observó un momento a los ojos y en ellos vio a una princesa que no necesitaba un principe que la rescatara. Eso le alegró.

- Bien -  dijo al fin y los dos sonrieron.

Al cabo de 15 minutos aproximadamente, ya se encontraban dentro de la comisaría, resulta que deberían estar detenidos hasta las 8am y apenas eran las 1:34am. En el lugar les ofrecieron café y ambos se sentaron a beberlo a lado del cristal gigante que permitía ver la calle.

Todo parecía ir en calma aunque empezaron a aburrirse pronto por lo que charlar parecía la idea más conviencente.

- Oye Ada - ella lo miró - te digo algo, sino hubiera sido cantante probablemente estaría trabajando en una de estas oficinas en Seúl. Conduciría una patrulla como a la que subimos hoy y arrestaria gente que hace cosas malas.

- Como nosotros - espetó la chica. Ambos comenzaron a reír y pronto Jimin siguió hablando.

- No lo se. Tal vez hubiera sido divertido - miró hacia la nada con nostalgia, como si recordará un sentimiento de tristeza, Ada lo notó.

- ¿Te arrepientes de haber sido parte de BTS? - ella no estaba muy segura de querer escuchar la respuesta.

- Nunca - respondió el rubio casi de inmediato. - BTS es lo mejor que me paso en la vida, es solo que... A veces, es difícil sabes.

- No imagino como puede serlo. - pensó en voz alta la castaña.

- Puede serlo, verás, cuanto más famoso eres, la gente piensa que como tienes más dinero, más amigos y más diversión, significa que tienes más libertad. Y lo cierto es que es todo lo contrario. Los amigos, cada vez se vuelven más de cartón, las cosas que te divierten ya no puedes disfrutarlas como antes y el dinero, joder, llega un momento donde te das cuenta de que cambiarias toda esa basura por un día, solo un día, en el que nadie te conozca y  puedas sentir paz - sin darse cuenta Jimin tenía lágrimas corriendo por sus mejillas.

Adali acercó su mano a el rostro de él y las limpió.

- Lo siento - dijo él al darse cuenta y sonrió- me deje llevar.

- Esta bien, llorar nos permite liberar el dolor para poder llenarnos de cosas bonitas. - lo consoló la chica.

Otra vez ambos se sumieron en ese momento hipontizante de miradas, hasta que un alboroto afuera de la comisaría los desconectó.

Eran un grupo de 3 chicos y dos chicas que estaban siendo ingresado por 3 oficiales a rastras dentro de la comisaría, el hedor a alcohol y marihuana que desprendían los muchachos se sentía a kilómetros. Venían forcejeando con los policías y insultando con todo lo que tenían.

Una vez que los cinco chicos entraron a la comisaría se sentaron cerca de Adali y Jimin. No tardaron en buscar problemas.

- Tu que miras cabron - le dijo un chico de cabello largo a Jimin, hablaba con mala gana y se notaba que quería pelear, pero el rubio era más inteligente.

- Amigo, no quiero problemas - soltó Jimin.

- No seas idiota - respondió el otro muchacho, se levantó y acercó más donde se encontraban ellos - vamos, pelea imbécil, o tal vez tu novia si quiera problemas.

Ada y Jimin se levantaron para hacerle frente al brabucon. Esto provocó que los amigos del mismo también se levantarán de sus lugares y antes de que ocurriera un posible enfrentamiento entre los 7 jóvenes intervino la ley.

Justo en el momento que algunos policías seguían intentando calmar el conflicto comenzó a sonar la alarma de incendios. Una mujer bastante mayor salió corriendo hasta la parte delantera donde se encotnraban los oficiales y los jóvenes detenidos.

- hay un incendio! Hubo un error con los hornos eléctricos y toda la cocina está en llamas! - gritó alterada la señora mientras salia para fuera del lugar hacia la calle dejando todo atrás. Ada y Jimin se miraron con susto y los jóvenes busca pleitos sólo reían.

- Vamos, salgan muchachos, todos, no se escapen pero esperen afuera - les gritó a todos el sheriff, antes, tomo el brazo de Jimin y le susurró - ustedes quedan libres chicos, ya llamamos a los bomberos para que vengan y nadie corre peligro, anda váyanse y no se metan en líos.

El chico rubio le agradeció y tomado de la mano con Adali salieron del lugar, querían alejarse lo más posible de todo ese caos así que corrieron unas cuadras hasta que se cansaron y pararon a retomar aire.

- Eso - dijo Ada con el corazón en la boca - fue de locos.

Akai ito (El hilo rojo) ~ Park Jimin. BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora