Motel 6 [Monsta X]

You got me

Ambos se encuentran sedientos, como si nada fuera capaz de saciar esa inmensa sed a excepción de ellos mismos con sus labios unidos al igual que dos serpientes enredadas incapaces de separarse. Debe haber sido por la contención de no estar seguros en las cuatro paredes de la privacidad, pero al entrar a la habitación del Motel 6 ni Kihyun ni Hyunwoo fueron capaces de contenerse. Como los polos opuestos de dos imanes diferentes, ellos dos se unieron con las ansias y la desesperación invadiéndolos mientras sus prendas van quedando esparcidas por el suelo. La corbata de Kihyun que resbala desde su torso en cuanto Hyunwoo la desata, los primeros botones de su camisa siendo desabotonados para darle un magnífico paso a sus pálidas clavículas. El mayor de los dos tiene esa blanca tela cubriendo su pecho desarreglada, su saco, al igual que su corbata, ya han quedado atrás hace unos cortos segundos. Parece hipnotizado por el dulce olor que emana el más bajo, olfateando su piel con una suave mezcla de su jabón y su perfume. Algo muy leve, que apenas puede sentirse pero que aún así logra esa insaciable necesidad de querer morderlo.

Y lo hace. Kihyun está a punto de estallar cuando los dientes se entierran en su tejido, largando un pesado suspiro mientras Hyunwoo lo va empujando para caminar de espaldas hacia la cama, recostándose sobre ella teniendo al actor encima, explorando con total gusto la piel descubierta de su pareja. Las grandes manos morenas se dirigen hacia el cinturón ajeno, desabrochándolo y bajándole los pantalones al cantante, dejándolo al descubierto y expuesto a cualquier cosa que ambos quieran hacer. Los labios de Kihyun permanecen secos, su mirada clavada al techo sintiendo cada tacto de Hyunwoo contra él. Besos, caricias, soltando tiernos y suaves jadeos cada vez que las yemas de sus dedos o la lengua del mayor pasa por alguna zona sensible. Su miembro erecto y palpitante rozando contra las ropas ajenas, ayudando a Son con los botones de su camisa. El actor corre la tela blanca, observando cada centímetro de piel de Kihyun. Su abdomen plano y marcado, su pecho tonificado con sus pezones rosados pidiendo ser atacados de cualquier manera posible. Las mejillas rosadas del cantante, su tierno rostro con la hermosa expresión de la lujuria esperando y entregado plenamente a Son Hyunwoo con una de las maravillas que jamás esperó ver en su vida.

El actor dirige sus gruesos belfos hacia el pecho contrario, dejando un camino de besos hasta llegar a la entrepierna. Separa las piernas de Kihyun con delicadeza para tener una mejor visión, acariciando el interior de ellas con sus oscuros ojos fijos en el menor. Miradas se cruzan. El menor sólo se limita a sonreír viendo cómo Hyunwoo se toma su tiempo en conocer su cuerpo, averiguar dónde es más sensible y, desde luego, apreciarlo. Las piernas, las axilas y el miembro del menor no muestra ni un sólo vello, todo él se encuentra liso y suave. Delicado, como la piel de una mujer. 

Hyunwoo no quiere dejar pasar un segundo más, toma el pene grueso de Kihyun para masturbarlo y, posteriormente, dirigirlo hacia su boca. Al sentir la calidez rodearlo, el menor flexiona sus rodillas, tirando la cabeza hacia atrás y dejando salir un ronco gemido. Sus hormonas volviéndose un completo descontrol en cuanto Shownu, el nombre artístico del moreno, comienza a succionar el glande. Sube y baja su cabeza, pasando la lengua por toda la extensión del más bajo mientras lo mira de reojo, apreciando las expresiones de Kihyun, oyendo sus jadeos y gemidos, adorando cómo sus deditos toman sus cabellos con la intención de controlar las embestidas contra su boca. Pero no puede, Hyunwoo se resiste y esto resulta ser un poco frustrante para el cantante porque no es capaz de enterrar su polla en la garganta de su compañero.

Kihyun siente mil y un sensaciones diferentes, desde lo físico hasta lo emocional. Siempre ha podido controlar a sus parejas cada vez que le hacían una mamada, ha tenido la oportunidad de ser él quien maneje la situación. A veces las personas con las que se acostaba era follar y luego nos vemos la próxima vez, o si no ya comenzaban a ser excesivamente dulces. No niega que le encantó, sin embargo la diferencia de esta noche es enorme. Y se lleva la corona a la mejor. Vamos, que ni siquiera tiene el pene de Hyunwoo enterrado en su interior y ya lo tiene a sus pies. No sabe de qué manera describirlo, pero de alguna manera lo tiene. Los besos contra su piel queman como la brasa, las manos del actor son como el antídoto al ardor de las quemaduras, a su vez que lo vuelve inmune a las llamas quemándolo aún más.