A veces la gente me mira extraño cuando les digo que trabajo en un motel. Casi como si fuera un fetichista que espía a través de cámaras ocultas a mis clientes como una rata asquerosa. Como si las grabaciones las pasara en discos para luego venderlos como porno casero y barato o publicarnos. Básicamente creen que soy una persona asquerosa, cuando en realidad la vida privada de los clientes no podría sudarme más un huevo. Después de todo, trabajar en un motel no es más que un empleo más.
Y no, tampoco me causa curiosidad saber el motivo por el cuál decidieron venir a mi hotel. Yo sólo los veo entrar juntos y marcharse. No sé si se irán al mismo lugar o cada quién tomarán sus caminos. Si se conocen, si son sólo cosa de una noche. Alguna que otra vez me ha tocado toparme con que la pareja que llega sale del cuarto discutiendo, o con una tercera persona gritándole jodido infiel cuando está el amante detrás. O cuando se despiden una vez acaban y se van por su parte, tal vez sin volver a verse en sus vidas o tal vez para mantenerse en contacto si surge encontrarse de nuevo. He visto varias cosas ocurrir con miles, millones de personas diferentes en mis casi siete años trabajando en este lugar. Y no es por ser metiche, sino más bien porque soy testigo de todo lo que ocurre delante de mis ojos: infidelidades, relaciones casuales, parejas adolescentes que buscan su privacidad, padres festejando su aniversario, entre un montón de otros mundos completamente distintos unos de otros.
Por ejemplo; Im Changkyun, quien tengo delante ahora mismo reservando una habitación, estando solo. Es un chico unos centímetros más bajo que yo, cabello castaño que cubre sus ojos con su flequillo, vistiendo un largo saco rojo con camisa blanca y pantalón negro. Tanto tiempo trabajando aquí, aprendí a analizar ciertas situaciones, saber con qué tipo de gente trato en mi día a día, o noche a noche como lo es el día de hoy en mi turno nocturno. A Changkyun lo conozco, viene varias veces acompañado de otro chico del cual nunca supe su nombre. Y a través de esos ojos negros opacos, puedo notar que está desesperado. ¿Una discusión tal vez?
—¿Acaso es para una paja? —bromeo con una juguetona sonrisa. Changkyun no parece de buen humor, aún cuando también puedo percibir esa ligera esperanza a algo. Está impaciente.
—Mi acompañante vendrá luego—comenta con calma, neutro. Su rostro tan serio como siempre—. Pagaré yo la habitación.
—¿Por cuánto tiempo y para cuándo? —pregunto jugando con el bolígrafo entre mis dedos.
—Para hoy—suspira—. Tres horas estará bien, supongo.
—Bien—contesto yo—. El precio es el mismo de siempre. ¿Lo esperarás a tu pareja?
—Dile que lo estoy esperando en el cuarto—Changkyun toma la llave con un llavero azul con el número de la habitación que le corresponde de encima del mostrador para guardarla en el bolsillo de su saco—. Su nombre es Lee Jooheon.
Entonces veo cómo desaparece de mi campo de visión para ir hacia donde le corresponde, mientras suspiro arqueando mis cejas sin ser capaz todavía de entender cómo demonios funcionan las personas.
Otro ejemplo podría ser estos... ¿cómo se llamaban? ¡Ah, sí! Minhyuk y Hyungwon, creo recordar que son sus nombres de acuerdo a lo que oí de ellos, es de esos casos donde dices que algo raro hay entre ellos. No son pareja, quizás sí amigos, pero nunca novios. Ellos dos entraron con la distancia que guardan los amigos. Es decir, dentro de tu espacio personal pero no tan pegado a ti como una persona demasiado cercana que incluso puede considerarse íntimo. Al hombre alto y delgado, creo que es Hyungwon, se lo ve muy nervioso. Como si estuviera dudando sobre lo que está haciendo, a punto de marcharse corriendo por la puerta para desaparecer de la faz de la Tierra. Está asustado, como si supiera que lo que está a punto de hacer está mal. ¿Infidelidad? Lo considero una opción, no hay que ser muy listo –sólo atento a la gente a la que atiendes- para darse cuenta de ello. A ese hombre es al que más miro, mientras que Minhyuk, a pesar que es el que está haciendo la reservación, no genera tanto interés en mí. Vamos, parece como si estuviera pidiéndome un helado y esto fuera una heladería.
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Motel 6 [Monsta X]
FanfictionPeleas, deseos o incluso por privacidad es la razón por la que tres parejas deciden dormir en el Motel 6. ¿Qué sucede con cada uno? ¿Todo acaba al amanecer, tomando caminos distintos, o prefieren ir juntos?