I'll be on the way in middle of the night.

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Jooheon no duda en salir de su cama para ser discreto al momento de dejar su habitación y tomar las llaves de su coche. Antes de salir, busca una hoja y un bolígrafo entre sus cosas de la universidad para dejar una nota en caso de que no llegue en la mañana a la casa. Sólo escribe que salió y que regresará pronto, nada más. No daría más detalles al respecto, no sería lo ideal decir que se iría a follar con Changkyun a un motel conocido por ellos o mentir con que alguien cercano se murió porque su madre se volvería loca. 

Deja el papel escrito sobre la mesa del comedor, el lugar más recurrente de la casa y donde estará más a la vista de su familia. Sale de la casa, con el corazón latiendo a mil kilómetros por hora debido a los nervios. Se verá con Changkyun de la misma manera que lo ha hecho durante todo este tiempo, pero la ocasión es totalmente distinta a la de antes. Se sube a su coche y arranca su camino hacia el Motel 6, ansioso e incapaz de esperar hasta llegar a la habitación y fundirse junto con su menor para jamás volver a separarse. 

En mitad de la noche, Jooheon está en camino hacia donde lo esperan. Las luces de la calle alumbrando la calle, los autos yendo y viniendo a su lado. David Bowie suena en la radio y él golpea las yemas de sus dedos contra el volante al ritmo de Starman. Y en cuanto ve el letrero con luces LED, por poco no mete el coche dentro del edificio. Aparca en el estacionamiento que el mismo motel te ofrece, bloqueando las puertas luego de bajar del auto. Se adentra, sus piernas pidiendo por correr hacia donde Changkyun está esperándolo. Sin embargo, el recepcionista es el principal obstáculo. Lo recibe con una gran y amable sonrisa, preguntando si está esperando a alguien o alguien lo está esperando.

—Im Changkyun—Jooheon dice el nombre de su pareja de esta noche, tronando sus dedos con la impaciencia a flor de piel en cuanto el recepcionista le pregunta quién es su acompañante—. Soy Lee Jooheon.

—¡Oh! Lee Jooheon, sí. Changkyun me dijo que tú vendrías, te espera en la habitación 7. Disfruten su noche—la sonrisa de aquel hombre es radiante, tan amable y atento como siempre luce cada vez que ellos visitan este lugar. El tono ligeramente picarón hace un enorme contraste en su tierna expresión.

Sólo bastó eso para que Jooheon ignorara lo demás y fuera directo hacia las escaleras. Ni siquiera le importa el esperar el ascensor, ¡por dios! Está actuando con pura inercia en este momento. Por suerte, esa habitación está en el primer piso. Así que sus pies saltan los escalones de dos en dos hasta por fin llegar y busca con desespero por los pasillos iluminados con una tenue luz absorbida por los colores oscuros de la alfombra y las paredes color crema que apenas resaltan su color. En cuanto allí se encuentra la puerta, por poco no la derriba. Y al entrar se encuentra con el menor mirando su móvil, viendo el último mensaje que le envió Jooheon en la espera que le anuncie de que ya está abajo. Luce casi desanimado, pero todo cambia cuando nota una segunda presencia y al levantar la mirada se encuentra con su amigo. Ellos dos quedan allí, mirándose sin saber qué mierda hacer. Quién dará el primer paso para caer sobre la cama y verse envueltos en las sábanas de la pasión.

Encerrados en aquellas cuatro paredes, totalmente solos, finalmente optan por sonreírse. No es necesario comenzar largos discursos para solucionar las cosas. Si están allí es porque es obvio que quieren solucionar las cosas y no mediante las palabras. Ambos se entienden sin siquiera hablar, reconocen sus errores y es por eso que están allí. Los dos actuaron inmaduros, los dos fueron culpables de su discusión. Ni Changkyun es un imbécil, ni Jooheon un exagerado. Así que el menor se pone de pie, caminando hacia el recién llegado para los dos tomar las caderas contrarias. Cabezas ladinas, ojos clavados en los labios ajenos esperando a romper el hielo entre ellos. No es necesario decir nada para quedar bien, son muy conscientes de lo que quieren conseguir esta noche. Por lo tanto, unen sus labios, los dos comenzando suaves movimientos que comienzan a volverse un poco más bruscos. Jooheon le quita la chaqueta al menor y este le quita el suéter rojo al mayor. No hacen falta disculpas, no necesitan hablar. Sólo se necesitan mutuamente, quieren estar juntos y disfrutarlo. La estupidez que pasó hace unas horas es sólo eso, ni siquiera tiene un espacio en su conversación.

Prendas de ropa desapareciendo mientras caminan hacia la cama, Changkyun haciendo que Jooheon quede debajo de su cuerpo. Torsos desnudos, sólo el mayor llevando bóxers que cubren su intimidad. Im dirige sus labios hacia la pálida piel del cuello ajeno dispuesto a dejar pequeñas marcas, comenzando así a subir la temperatura de sus anatomías. Se sumergen en la atmósfera creada, Jooheon disfrutando de los largos dedos que lo recorren, que toman sus pezones y juegan con ellos. Que aprietan sus nalgas, Changkyun no desperdicia para nada todo este trozo de hombre que se cruzó por su camino hace cosa de un año y algo. Aún sin dejar de esparcir húmedos besos por la piel contraria, adorando por completo los jadeos del mayor. Sobre todo cuando comienza a mover sus caderas para restregarse contra él, estimulándolos a los dos y sus hormonas comienzan a ser un completo caos.

Sin esperarlo más, Changkyun le quita la ropa interior a Jooheon, dejando a la vista el erecto pene que apunta con orgullo hacia el techo. Lame sus labios antes de llenar su cavidad bucal de Jooheon, arrebatándole un gruñido por la repentina calidez y humedad que lo envuelve. La masculinidad entra por completo en la boca del menor, metiéndola hasta el fondo y viendo la expresión contraria provocada por esta acción. Jooheon parece ido, aferrándose a las sábanas para darle la libertad al menor de ser él quien tenga el total control de su placer. Entonces comienza a subir y bajar su cabeza, succionando y lamiendo cada centímetro que cubre su boca. Lamiendo la punta, metiendo todo el falo y luego dejando la base libre para masturbarla con su zurda. Su diestra, en cambio, se dirige a los testículos para apretarlos con suavidad y Jooheon, simplemente, no puede estar más que encantado por esto. Navegando entre suaves nubes de algodón que arden como el mismísimo infierno, todo su cuerpo envuelto en llamas mientras Changkyun trabaja con su cuerpo. Mientras lo disfruta, lo saborea. Resistiéndose por completo a no tomar los cabellos contrarios para ahogarlo con su polla y dañar su garganta debido a lo desesperado que está en que todo se vuelva más bruto entre ellos. Prefiere dejarse llevar, disfrutar cada maldito segundo de aquel sexo oral que le están practicando porque sin duda Im Changkyun hace maravillas con su boca y sus manos.

Motel 6 [Monsta X]Where stories live. Discover now