Érase una vez una prostituta llamada Eva.
Un momento. «Érase una vez» es la mejor manera de comenzar a contar su historia como si fuera un cuento de hadas recordando que cada momento de nuestras vidas tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo, vamos a mantener este comienzo: Érase una vez una prostituta llamada Eva Como todas las prostitutas, había nacido virgen, y durante su adolescencia había soñado con encontrar al hombre de su vida (rico, guapo, inteligente), casarse (vestida de novia), tener dos hijos (que serían famosos cuando creciesen) y vivir en una bonita casa (con vista al mar).
Su padre era agricultor; su madre, cuidaba de ella era la tercera de cinco hijos, su pueblo en la parte norte de republica dominicana tambien conocida como el "Cibao" tenian solo un parque, una discoteca, una sucursal bancaria, por eso Eva no dejaba de esperar el día en que su hombre ideal llegara sin avisar, se robara su corazón, y partiera con él a conquistar el mundo.
Mientras el príncipe no aparecía, lo que le quedaba era soñar. Se enamoró por primera vez a los trece años, mientras iba a pie desde su casa hasta la escuela.
El primer día de clase mientras caminaba junto a sus hermanos descubrió que habia alguien mas junto a ellos en su trayecto: junto a ella caminaba un chico que vivía en el pueblo y tenia clases en el mismo horario.
Nunca pasaron ni una sola palabra, pero ella empezó a notar que lo mas agradabanle del día eran aquellos momentos llenos de polvo, la sed, el cansancio; el sol, el niño andando de prisa, mientras ella se agotaba en el esfuerzo por seguirle el paso.
Cada dia era igual durante meses; Eva que detestaba estudiar,sin telefono movil, sin Internet, no tenía otra distracción en la
vida que la televisión, empezó a desear que el día pasase rápido, esperando con ansiedad volver al colegio y, al contrario del resto de las niños de su edad, los fines de semana eran aburridísimos.Como las horas son mucho más largas cuando no tienes mas distraccion que la television que compartes con 4 hermanos, una madre y un padre, ella sufría mucho, los días se le hacían demasiado largos porque solamente pasaba unos minutos con el amor de su vida en el trayecto a su escuela.
Entonces...
Una mañana, el chico se acercó hasta ella para preguntarle su nombre.
Eva no respondió, se mostro irritada por aquel abordaje inesperado, y apresuró el paso. Se había quedado petrificada de miedo por esa pregunta, sentía pavor de que supiese cuánto lo amaba, cuánto lo esperaba, cómo soñaba con tomar su mano, y vivir una historia como las de las novelas que veia su madre o como los cuentos de hadas de su infancia donde todo siempre terminaba con un felices para siempre.
Durante el resto del día no consiguió concentrarse en la clase, sufriendo por su comportamiento absurdo, pero al mismo tiempo aliviada, porque sabía que él también se había fijado en ella y que el preguntar su nombre no era más
que un pretexto para iniciar una conversación.Esperó a la próxima vez y durante aquella noche, y las noches siguientes, empezó a imaginar las muchas respuestas que le daría, hasta encontrar la manera oportuna de comenzar una historia que no terminase jamás.
Al día siguiente, se arregló de la mejor manera posible, el niño no apareció. Y así pasaron las semana, hasta que supo, por algunos compañeros de la escuela, que se había mudado de ciudad. «Se fue lejos», dijo alguien.
Ese dia aprendio que existia un lugar llamado lejos, que vivia en un pueblo muy pequeño y ademas que duele mucho perder a quien amas.
Sufrió durante algún tiempo, queria encontrar alguna pista del chico, pero nadie sabía adónde se habían mudado sus padres. Entonces empezó a entender que el mundo era demasiado grande,
el amor, algo muy peligroso, y que Dios vivía en un cielo distante y que no escuchaba las oraciones.
ESTÁS LEYENDO
Bulevar 27: Erase Una Vez Una Prostituta
No FicciónLa novela relata la vida de Eva una joven de un pueblo del norte de República Dominicana. A partir de desengaños amorosos en una etapa muy temprana, desarrolla un odio por el amor y decide hacer fortuna por si misma. Sin saber que todas sus decisi...