El precio a pagar

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Esta no era la primera vez que veía esa mirada en un hombre en seguida entendió que debía estar dispuesta a decir «sí», decidida a vivir sólo las experiencias que podía controlar, como ciertas aventuras con hombres, por ejemplo. Este hombre era viudo, dueño de una de la mejor disco de punta cana y le estaba ofreciendo trabajo ademas de dolares por trabajar con el.

Ya no tenia la voz de su madre dando consejos ni tampoco el miedo de su padre a que se entere de que estaba haciendo. ahora ella estaba dispuesta a vivir su vida como quisiera dispuesta a correr los riesgos necesarios para obtener lo que quería. Podría decir siempre «no», pero ¿se pasaría el resto de su vida lamentándose con su primer amor? Siempre podría decir «no», pero ¿por qué no ensayar un «sí» esta vez? Podría decir siempre «no», pero ¿se pasaría el resto de su vida lamentándose, como todavía hacía con la imagen del niño que una vez le había pedido un lápiz, y había desaparecido con su primer amor? Siempre podría decir «no», pero ¿por qué no ensayar un «sí» esta vez?

Ella seguía siendo una  muy simple chica de pueblo, sin ninguna experiencia en la vida  a pesar de sus muchas relaciones ahora no estaba en el pueblo ahora estaba en lo desconocido. la escuela, su amigas, la gran cultura de todas sus novelas y empoderada de su sexualidad no le brindaban la visión de que podría pasar. Por tanto  Decidió dejarse llevar por el momento la ilusión del dinero fácil al amor que duele. 

El lugar era muy bello luz de la luna, junto al mar que soplaba no sabia que pedir ya que para ella era la primera noche en aquel lugar y todo era tan extraño y diferente.  Vio a un grupo de personas riendo y mirando al mar. Todo parecía perfecto, estaba tan animada que, cuando él la invitó a cenar de nuevo, quiso ensayar un aire sensual, y tomó su mano;  Eva  entendió, con cierto miedo, que si quería obtener este trabajo debía ganárselo en serio.

 —¡Dolar! —decía él.

el interprete, sin embargo, ahora parecía estar más preocupado por seducir a una turista alemana que acababa de llegar al hotel, segura de que punta cana es el lugar más liberal del mundo. 

—¿Y si cambio de idea penso?—insistía Eva.

—No sé qué pone en el contrato, pero tal vez él te denuncie.

—¡No me encontrará nunca!

—Tienes razón. Así que no te preocupes.

sin embargo, que ya se había gastado quinientos dólares, había comprado un par de zapatos, un vestido, había pagado dos cenas, empezaba a preocuparse,  esa noche Eva tenia mucho de que preocuparse no estaba en su pueblo estaba sola en una tierra distinta a la de ella por lo cual accedió esa noche estuvo con este hombre toda la noche en la habitación de su hotel.

Casi sin darse cuenta callo de rodillas a sus pies buscando su sexo para disfrutarlo en su boca. Pese al esfuerzo solo la cabeza entró en su paladar. Lo masturbo con las dos manos mientras él se quedaba quieto.

Ella empezó a  sentir la dureza de su venosa pija y mientras lo chupaba lo miraba a la cara y vio como este experimentaba un placer enorme.

Ahora, pese a la extraña situación con ese desconocido se sentía libre para gozar.

Mientras le apoyaba una mano en su trasero sostuvo la su sexo su boca y con la otra libre se masturbaba.

La tenía empapada, estaba casi chorreando de la calentura. Se puede decir que bien lubricada para recibir ese miembro descomunal.

Le pedio que se acostara en el piso y al hacerlo se imagino la figura de un velero con su poderoso mástil. se sento sobre él y de a poco, tratando de vivir cada tramo de esa caliente carne, se deslizó hacia abajo.

 El sintió que esta era una situación especial para Eva y su miembro no pudo contener la marea de blanca y caliente leche que desbordó mi vagina.

Gimieron juntos en alta frecuencia y quedaron  extenuados sobre las sabanas

 Me sentía deseada por los hombres y sabía que cuando necesitara de ellos podía encontrarlos fácilmente como a este desconocido.

Este fue el precio a pagar en lo desconocido, no había vuelta atrás para ella esto era lo necesario para lograr sus objetivos. solo un día había pasado y ya tenia un trabajo y dolares en el bolsillo.


 

Bulevar 27: Erase Una Vez Una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora