P R O H I B I T E D (HopeMin)

21

— ¿Crees que esto fue un error?.— Los grandes ojos de JungKook miran hacia el techo, su cuerpo aún desnudo.

— No, no fue un error, ambos estábamos conscientes de lo que hacíamos.

— Lamento pensar en alguien más mientras estaba contigo...

— Igual lo siento... Esto es tan mierda, tener sexo y después contar nuestras desepciones— ambos ríen.

— Deberías luchar por él, si verdaderamente lo amas no lo dejes ir.— JungKook sonríe.

— Lo mismo te digo a ti, deberías hablar con él, tu problema tiene más solución que el mio.

El silencio reina en la habitación y ambos piensan en sus respectivos problemas, ¿cómo solucionar algo roto?.

Ninguno lo sabía...

Ir al parque de diversiones junto a YoonGi y Jin no era buena idea, no cuando la pareja se besaba a cada instante y se miraban intensamente. JiMin siempre se entristecia un poco al verlos, les tenía un poco de envidia, envidiaba su bonita relación.

JiMin deseaba tener algún día una relación así: totalmente incondicional y llena de amor.

— ¡Mira, gatito, hay que subirnos a la rueda de la fortuna! ¿Quieres venir con nosotros, cariño?.— JiMin niega con una sonrisa.

— Diviértanse, yo iré a comprar un algodón de azúcar.

La pareja no insiste y YoonGi es llevado a rastras por Jin. No le podía negar nada a su adorado novio.

JiMin camina con tranquilidad por el bonito parque, niños corriendo de aquí para allá jugando y riendo totalmente felices. El rubio amaba ver a los pequeños niños felices.

Un pequeño que corría con velocidad estampa su pequeño cuerpo con el del mayor, derramando su cono de helado en su camisa.

— L-lo siento, señor.— el pequeño lo miraba totalmente apenado con una sonrisa culpable en sus labios y unos lindos oyuelos en sus regordetas mejillas.

— No te preocupes, dulzura.— JiMin da un pequeño apretón a la mejilla del más pequeño y le sonríe.

— ¡Jeongin! ¿Cuántas veces te he dicho que no corras?.— Un hombre de alta estatura aparece con la respiración agitada por estar corriendo detrás de su pequeño hijo.— Discul—

Las palabras del más alto quedan en el aire cuando observa el rostro del aparente desconocido. El corazón de JiMin se acelera con fuerza, la felicidad se instala en su cuerpo.

— ¡¿NamJoon?!

— El mismo pequeño Minnie...

Los brazos de NamJoon se abren y recibe en un cálido abrazo a JiMin. Lo hecha a tanto de menos.

— Te extrañe demasiado, Nam...

— Y yo a ti.

— ¿Este pequeño traviesos es tu hijo?.— Una sonrisa resplandeciente aparece en el rostro del mayor y asiente con orgullo, su pequeño hijo de cuatro años era su luz.

— Si, este pequeño demonio es mi hijo.

— ¡Papi!.— el menor hace un tierno puchero y los mayores ríen.

Después de tanto JiMin sintió de nuevo la felicidad, agradeciendo la aparición de NamJoon en su vida.

Y... ¿Quién era NamJoon?

NamJoon fue amigo de JiMin durante muchísimos años, desde que JiMin tenía tan sólo diez años y el Moreno catorce, a pesar de la diferencia de edades ambos se querían demasiado, siendo como hermanos.

Su amistad siempre había sido tan hermosa e incondicional que llegó a ser deseada por muchos.

A los quinse años JiMin se dio cuenta de su sexualidad, y de igual manera descubrió su enamoramiento con su mayor, pero lastimosamente jamás se lo dijo. Los padres de NamJoon tuvieron que irse de Seúl a Japón por cuestiones de trabajo. Llevándose consigo a su mejor amigo.

Lastimosamente JiMin perdió contacto con él y nunca pudo decirle sus sentimientos. Si, definitivamente cupido lo odia.

— ¿Hace cuanto te casaste?.— ambos observaban al hijo de NamJoon dar vueltas en el carrusel, saludando al pequeño cada que esté pasaba frente suyo.

— No me he casado, ni siquiera he tenido una novia.

— ¿Entonces Jeongin fue por arte de magia?.— ambos sueltan una pequeña carcajada y se observan con una sonrisa.

— Digamos que mi hijo fue un pequeño error, del cual jamás me arrepentiré. Su madre era mi mejor amiga, y digamos que en una noche de copas sucedió.

— Oh... Y, ¿dónde está ella?

— En Japón, Jeongin siempre a estado conmigo desde que nació, su madre decidió ir y buscar sus propios sueños antes que cuidar de su hijo.

— Lo siento...

— No tienes por qué sentirlo... Esta bien, ambos estamos bien sin ella.— La hermosa sonrisa de oyuelos aparece nuevamente.

Esa sonrisa de la cual JiMin estubo enamorado por mucho tiempo...

!Ame tanto esta foto! Nuestro solecito ya tiene 26 años🥺❤️

¿Si vieron el Vlive de Hobi?  ¡Dijo que quería enamorarse! Sinceramente espero y encuentre ese amor que tanto busca, lo merece, y espero que si llega a pasar todxs entiendan que lo merece, él también es humano y tiene derecho de amar a quien se le plazca y de igual manera resivir el mismo amor. ❤️