Sección III: El Ancla

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Mar de Japón, Isla de Argus, Edificios Administrativos-Científicos 20 de enero, 11:46pm

La desolación era obvia, un paisaje con paredes hechas totalmente de cristal que dejaban ver la zona residencial recién destruida y la academia, no podríamos saber a que altura estábamos solo viendo por el cristal.

— Creo que es aquí. — Aimer se había movido hacia adelante, llegando a otra gran puerta, aunque más pequeña qué la anterior.

Aunque la puerta era notablemente más simple qué la anterior, Katy supuso qué su fuerza sería necesaria de nuevo.

— ¿La tiro de un golpe?

— Espera — Dije apresuradamente para detener a Katy, mientras colocaba las palmas de mis manos sobre la superficie brillante, lentamente acerqué y pegué mi oído derecho al frio metal, con esperanza de   escuchar algo.

De nuevo nada.

Aun si era por el grosor de la puerta o porque realmente no había nadie, no podíamos perder la concentración.

Sin qué lograríamos verlo venir, la puerta empezó a emitir sonidos mecánicos, como si se estuviera desbloqueado, nos alejamos por reflejo y por instinto estuvimos alerta. La puerta termino de emitir los sonidos, finalizando con un crijudo momentáneo qué dejo ver una abertura de centímetros al medio de esta.

— No podemos golpearla esta vez — dijo Ciara con una voz calmada y pensante y continuó —: Si la golpeamos podríamos dañar la información que este adentro.

Tenia razón, teníamos que ser cuidadosos al abrir la puerta.

Unos segundos pensando fueron suficientes, mi espada apareció en la mano derecha, sin perder tiempo, inserté la espada en la ranura recién abierta y la incliné lateralmente de manera que sirviera como palanca. Todos me ayudaron a aplicar fuerza y terminar de abrir la puerta, la cual se abrió pesadamente después de que todo el metal hiciera ruidos estruendosos.

La puerta abierta totalmente dejó mostrar un cuarto de computadoras distintas a las comunes, con grandes escritorios en donde el teclado y los cursores eran digitales, las pantallas de las maquinas eran holográficas, todas parecían funcionar a pesar de no haber nadie operándolas.

Mientras lentamente entrábamos en la gran habitación qué era casi como un auditorio, la gran pantalla que se mostraba al centro y al final de todas la computadoras llamó nuestra atención

Esa enorme pantalla qué ocupaba gran parte del espacio, era traslúcida, a través de ella se podía ver un modelo del planeta tierra en tercera dimensión con varios anillos rotando irregularmente, en los continentes habían varios lugares marcados, con un luminoso círculo, entre esos lugares uno en Estados Unidos otro en Sudamérica y uno en el mar de Japón, justo donde estábamos nosotros, además de otros varios puntos resaltados en el mapa.

Fray caminó lento hacia la consola de la pantalla más grande, todos lo acompañamos.

— ¿Crees que tenga alguna seguridad? — Preguntó sin quitar la vista del aparato.

— No tiene seguridad — aseguró Jung acercándose a la consola y poniendo sus dedos sobre el teclado.

La pantalla mostró una barra de búsqueda, Ciara empezó a analizar las cosas.

— Si queremos buscar información del ataque a las residencias, ¿Creen que la guardarían con la palabra 'Ataque'?

La coherencia de sus palabras nos alcanzó a todos. Quise colaborar con el análisis

— Debemos tener cuidado, no sabemos si nos dejaron entrar hasta aquí y nos pusieron una trampa digital. Hay que hacer búsquedas rápidas e irnos. Jung, prueba escribir "Ataque" — Indiqué.

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