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Sección XII: Nombres Y Poemas

Cerca de la Isla de Argus, 25 de enero de 2014 (Momento del disparo de Solus)

Extremadamente alarmado, Matthew había dado la orden a la tripulación de su barco, apenas se había dado cuenta del peligro que corrían en ese tipo especifico de barco. Idris, quien había descubierto qué ese barco era un Tanker se sentía confundida, pues Matthew empezó a actuar bajo mucho pánico en ese momento.

- ¿Qué pasa? Estas demasiado alarmado desde que supimos qué este es un Tanker. - Idris preguntó en su confusión.

Matthew no dejó atrás su expresión de estrés, la orden qué había dado a sus compañeros era buscar cualquier dispositivo extraño en el barco, algo que pareciera un contador o claros explosivos.

Matthew se compuso antes de contestar a Idris.

- Los barcos Tanker son usados para transportar combustibles, aceites y otros inflamables. Si alguien hubiera puesto un explosivo aquí, nos vuela en poco tiempo.

- Entonces... Hay que llegar rápido a tierra. - Idris replicó sentenciado el peligro.

Estando cerca de las costas del este de Japón, no tardaron mucho en visualizar tierra. En ese momento, todo se derrumbó.

En la proa del barco, un alumno con la mirada puesta en el cielo divagaba mientras desinteresadamente se acercaba a los contenedores de combustible del barco.

Esos grandes furgones contenían toneladas de combustible listo para explotar.

Matthew no pudo evitar fijar su mirada en ese alumno, desde lejos observaba con incertidumbre, pues el sentía peligro desde esa persona.

- Hey... ¡Oye tu! - Matthew intentaba llamar a esa persona, sin éxito alguno.

Su mano por fin logró llegar hasta los contenedores de barriles de combustible, el frío metal se sintió en su piel, y una sonrisa fue el gatillo.

Los reflejos de Matthew elevaron su voz bajo una orden inmediata.

-¡Abajo!

Esa persona, explotó desde su torso. El combustible se activó.

La nube de calor logró verse desde la cercana costa de la isla de Okushiri, el sonido fue estruendoso y se vio dividido en varias explosiones, los árboles, el agua y la arena de la playa fueron agitados por la onda expansiva.

Los restos del barco llegaron en llamas hasta la playa de la isla, el barco fue reducido a restos ardientes de metal y los contenedores fueron esparcidos en pedazos a varios metros a la redonda.

Los restos de los estudiantes bañaban toda la arena en sangre, las partes del cuerpo de los alumnos estaban esparcidas e irreconocibles debido a las llamas de la explosión. Varios cuerpos cayeron cerca de Matthew, aunque no fue posible saber quienes eran, pues su piel había sido quemada hasta las cenizas y su muerte, instantánea.

Matthew tenia heridas graves, lo que lo mantenía consciente era el infinito dolor que las quemaduras y fracturas le provocaban, su vista era reducida y borrosa, su audición limitada y muy dañada, pero lo suficientemente buena para escuchar una inconfundible voz.

Los pasos de varias personas se escucharon, como si estuvieran corriendo al lugar de la explosión, pero no parecía que fuera para ayudar.

Entre todos ellos, una voz gruesa, rasposa, grave y profunda como pozo sin fondo se elevó. Las palabras que salieron de su boca, fueron la sentencia.

- Niños problemáticos.

Matthew tuvo problemas en su respiración al oír eso, esa voz y esas palabras inconfundibles eran, sin lugar a duda, de una persona implacable, dura e inquebrantable como una muralla, una persona que todos los alumnos conocían a la perfección.