Por más que la humanidad avance tecnologica, social y culturalmente, siempre habrá algo que los hará reaccionar de manera primitiva.
La historia de este planeta ha sido marcada por figuras cuyos nombres han quedado en los libros y la memoria de las...
Isla de Argus, muro sureste, 25 de enero de 2034, 11:00 am (Una hora para que Solus dispare).
De este lado de la isla, el viento es intenso, frio e inclemente, como si relatara los sucesos qué empezaron hace diez minutos, cuando el Espantapájaros llegó hasta en centro de la isla a una velocidad abrumadora, en orden de capturar a Matthew y su grupo, aunque en este instante, será el grupo de diez alumnos quienes lo estén neutralizando en el centro de la isla.
Nuestro trabajo era secuestrar los barcos para transportar de manera segura a los cuatrocientos estudiantes que esperaban en la ciudad límite para salir al puente qué conduce a Busan. Katy y Ciara están conmigo además de los otros ciento noventa y ocho alumnos.
El trabajo había empezado puntual, a las 11:00 am, Ciara era quien abriría la ejecución del plan, si bien su habilidad no era la más veloz, usando todo su poder, ciertamente se colocaba entre las más fuertes entre los quinientos estudiantes.
El muro tan alto que incluso cubría parte del cielo. Estaba dividido por pilares qué sobre salían desde las paredes, esos pilares separaban grandes secciones de extenso muro, pero esas secciones no serian problema para Ciara, quien con su mano derecha extendía hacia el muro ya ejercia fuerza sobre este.
El sonido de piedra crujiendo y rompiéndose hacia eco en la llanura, las grietas fueron visibles después de unos segundos, el muro estaba a punto de colapsar, era como si la misma fuerza de la gravedad estuviera presionando con una inimaginable intensidad hacia abajo, era el poder de Ciara.
- ¡Suficiente! - Exclamé, yo Aimer, era la líder de ese grupo.
- ¡Mi turno! - la voz que sonó desde atrás era la de Katy, su brazo ya brillaba con diversas lineas qué fluian hacia su puño derecho, lista para darle el golpe de gracia a la gran pared.
Ciara se retiro después de presionar hacia abajo el gran muro, ahora el golpe de gracia de Katy era lo único que nos separaba de la libertad, junto con el grupo de ciento noventa y ocho alumnos restantes.
Katy se acercó hacia el muro con el puño derecho alzado, el pie izquierdo sirvió de apoyo y sin misericordia azotó el muro con una fuerza qué hizo temblar un poco el suelo, el sonido de la roca rompiéndose y los pilares cayendo era la señal para salir de la isla, pero el trabajo de nuestro grupo aun no había terminado, era solo el comienzo.
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Lado oeste de la isla, Grupo de Matthew, 11:09 am (51 minutos para que Solus Dispare)
- ¡Lanzen las otras cuerdas, los demás empezaremos a bajar! - la voz levemente rasposa de Matthew daba las indicaciones a quienes no habían subido a la cima del muro.
El horizonte se veía realmente grande, casi al punto de ser abrumador e intimidante, probablemente asi se siente ser libre, así se siente ver el mundo desde lo alto del muro de cincuenta metros.
