Capítulo 8: Una Sorpresa Tras Otra.

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Kankuro junto a su hermana, escoltaron a los shinobis de la hoja, hasta su casa. Era un bello y enorme lugar, con un pequeño jardín, cultivado con tierras extranjeras.

-Es muy linda- le dijo Naruto a los hermanos.

-Muchas gracias. Vamos al segundo piso- dijo Kankuro.

Llegaron al pasillo, varias puertas se hayaban frente a ellos.

-Las tres primeras del lado derecho, son de Gaara, Temari y la mía. Kiba la tuya es la que sigue. Lee usará la que está frente a Gaara, Shikamaru la de al lado. Naruto, tienes la que está al final.

-Gracias- dijieron todos.

-Dejen sus cosas y dense un baño. Pediré que nos hagan de comer- dijo Temari.

-¿No qué cocinas tú?- preguntó Naruto.

-Piedad- sonrió la chica- Llegamos de un largo viaje. Quiero darme un baño. Mañana les cocinaré.

-Entonces te cobraré la palabra- le dijo Shikamaru. La rubia se sonrojó.

Minutos más tarde, los chicos seguían a Kankuro, directo a los onsen. Temari ocuparía el onsen más pequeño, mientras los chicos usaban el grande.

Se metieron al cuarto, dónde comenzaron a sacarse la ropa. Inuzuka estaba realmente nervioso, necesitaba con urgencia mandar un mensaje. Quería el consejo de una amiga, saber sí lo que estaba haciendo era lo correcto o no.

-Bien chicos, vamos.

Entraron al lugar, era grande y bastante armonioso. El aroma del incienso se sentía en cada rincón.

-Te ayudaré- le dijo Lee a Naruto.

-¡Gracias!- el rubio se sentó en un banquito, mientras el pelinegro le lavaba la espalda.

-Ven Kiba- le dijo Kankuro, tomándole una mano- Te tallaré la espalda.

Rojo hasta el alma, el menor lo siguió.
Luego cambiaron de puesto.

-Listo- dijo Rock- ¡Ahora podemos bañarnos!.

Entraron al agua. Que relajo sintieron sus músculos, era lo que necesitaban.

-Oye Lee- le llamó Naruto- Así que serás el sensei de Gaara.

-Sí, bueno, él quería primero a Gai-sensei, pero aún no se recupera de sus lesiones. Así que acepté entrenarlo.

-Eres bueno, en realidad, eres el mejor shinobi en Taijutsu.

El pelinegro se sonrojó- Gracias Naruto, es bueno saber que aprecian mí fuerza. Me habría encantado medirme contra Neji- dijo con un rostro triste.

-Lo sé- ambos se quedaron en silencio, pensando en su gran amigo del Byakugan.

En la otra esquina se encontraba Kankuro, junto a Kiba, el mayor tenía los ojos cerrados, disfrutando de las cálidas aguas. Inuzuka se sentía nervioso.

-Kiba- le habló de pronto.

-¿S... Sí?.

-¿Me prestarías a Akamaru?.

-¿Akamaru?.

-Sí, es que quiero hacer una nueva marioneta de un perro, y él es realmente un gran modelo- abrió los ojos para mirarlo. Inuzuka se quedó callado, mirando el marcado cuerpo de Kankuro, el cabello lo tenía húmedo- Qué me dices, ¿puedo?.

-Sí, por supuesto.

-Gracias- cerró los ojos y continuó con lo suyo.

Minutos más tarde, se encontraban en sus habitaciones, para cambiarse de ropa. Se pusieron unas alternativas, ya que la de ellos, fueron lavadas.

Entre Hojas y Arena💚❤.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora