Desde el término de la Cuarta Guerra Ninja, las Aldeas y los países están enfocados en generar paz y hacer durar los buenos tiempos.
Un amor que nunca pudo ser, y que se veía lejano, pero ellos encontrarían la manera de estar juntos. Por otro lado...
Sasuke y sus dos acompañantes, continuaron caminando por el bosque. La oscuridad y lo frondoso de los árboles, dificultaban el encuentro de las cuevas. Sabía que Orochimaru tenía un laboratorio subterráneo, estaba muy seguro que había algo más oculto. Tal vez en el piso o las paredes.
De pronto a lo lejos, vio la conocida entrada.
-Bien, hemos llegado.
El lugar estaba húmedo y oscuro, un largo pasillo que llegaba hasta una puerta abierta.
-¿Por qué no usas tú sharingan o el rinnegan? Tal vez lo hayaríamos más fácilmente- le dijo Suigetsu.
-No es tan fácil encontrarlo. Lo más probable es qué haya un tipo de jutsu protegiéndolo.
-Esto será para toda la noche- les dijo Jūgo.
Sasuke pensó en su amado rubio, pues no podría visitarlo esa noche.
Mientras en la casa del Kasekage, Gaara se encontraba en el baño, estaba dentro de la tina, disfrutando de un hidromasaje. En eso, abrieron la puerta.
-¿Te puedo hacer compañía?- preguntó Lee, mientras entraba.
-Claro.
Esos hermosos ojos celestes lo miraban con deseo. Rock comenzó a sacarse la ropa, mientras se acercaba a la tina. El pelirrojo tenía una vista privilegiada. Lee se metió al agua, acomodándose frente al Kasekage.
-Quiero besarte- le dijo el pelinegro.
-Bésame- respondió todo coqueto Gaara.
Rock se acercó y lo besó.
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Los labios del pelirrojo, se abrieron de forma instantánea, para recibir la cálida lengua del mayor. El beso comenzó a subir de nivel, Gaara alejó su boca, jadeando, mientras Lee le devoraba el cuello y la oreja.
-Ahh...- el pelirrojo sentía cosquillas por todo su cuerpo, que se detenían en su ano. Quería tener a su amante dentro- Lee...
-Ven- dijo Rock, tomando a Gaara de la cintura y subiéndolo sobre su pelvis, tenía el miembro erecto y listo para recibirlo.
El Kasekage puso sus manos en los hombros del mayor, y ayudado por su chico, se sentó sobre ese duro trozo de carne.
-¡¡AH!!- qué placer más grande. Hacer el amor con Lee, era lo mejor. Gaara estaba completamente enamorado.
Comenzó a mover sus caderas, sintiendo cómo el miembro le llegaba al fondo.
-¡AH! ¡HA!.
Rock por su parte besaba el pecho del pelirrojo, pasando suavemente su lengua por las tetillas de éste. Amaba ese culo y más tener al Kasekage a su merced.
Los gemidos salían una y otra vez, mientras el agua caía por el costado de la tina.
El pelirrojo estaba realmente caliente, sus caderas se movían rápidamente, cómo sí el mundo se fuera a acabar.
