Capítulo 24: Secreto Revelado.

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Habían pasado tres meses desde la llegada de los shinobis de la Hoja a la Aldea de la Arena.

Gaara había tenido un entrenamiento bastante pulido de Taijutsu. El tiempo que estaba estipulado para que se quedaran los Jounin, había terminado.

-Bien chicos, mañana regresan a Konoha- les dijo el Kasekage, mientras desayunaban- Kankuro te irás con Kiba, y Lee se quedará conmigo.

Ambos asintieron.

-Temari, tú.

-Me quedaré acá- le dijo la rubia- Pero de vez en cuándo, iré a visitar a Konoha- habló sonrojada.

Nara sonrió.

-Nuestra relación con Konohagakure, se estrecha cada vez más- dijo satisfecho el pelirrojo.

Durante los últimos días, Sasuke se mantuvo en la Aldea del Sonido, buscando por los variados escondites de Orochimaru, aquél pergamino tan importante.

Esa misma noche, Uchiha decidió salir solo, a buscar en las cuevas, sabía que algo se le estaba pasando, el Sanin era lo bastante inteligente, para ocultar algo tan preciado.

Sus camaradas se encontraban en la cueva principal. Karin estaba en el laboratorio, descifrando algunos de los códigos que alcanzaron a encontrar en uno de los escondites.

-¿Sasuke se fue solo?- preguntó Suigetsu, mientras arreglaba unas cajas.

-Te preocupas mucho por él- le dijo Jūgo- Sabes que va y viene.

-Lo sé, sólo preguntaba. Qué mal genio tienes.

-¿Te gusta Sasuke?- le dijo el pelinaranja, acercándose.

-¿Sasuke? ¡Já! No tomó en cuenta a Karin y quieres qué me vea a mí- respondió, con un rostro algo triste- Sasuke no sabe lo qué es amar.

-Lo sabe- le debatió Jūgo- Te contaré algo, él y Naruto se frecuentan mucho, y por lo que vi la última vez.

-¿Qué viste?- preguntó Suigetsu.

-Se besaban.

Al albino se le cayó la cara- Vaya, entonces sí tiene corazón- sonrió- Es bueno que haya encontrado a quién amar.

-¿Y tú?- dijo Jūgo, apresándolo en la pared- ¿Dejarás tú corazón cerrado por un amor no correspondido?.

-¿Eh?, no, yo- se puso algo nervioso, por la repentina cercanía del mayor- Creo qué no estoy hecho para ser amado.

-Y sí te dijiera- habló, tomando sutilmente su barbilla- Qué yo sí estoy enamorado de ti.

Suigetsu se quedó en shock, las palabras no salían de su boca y un rojo furioso se cernía sobre sus mejillas. Tenía los labios entreabiertos, listos para sacar alguna frase, pero éstos fueron acallados, por un tímido beso.

Sólo segundos pasaron, hasta que el pelinaranaja alejara su boca.

-Yo...- el albino apenas reaccionaba.

-¡¡JŪGO!!- la voz de Karin, se escuchó fuerte y clara. El más alto se alejó.

-Te veré luego- dijo, saliendo del cuarto.

Suigetsu cayó sentado al piso, aún con las mejillas rojas y la sensación de los labios de Jūgo.

A la mañana siguiente, Naruto y el resto de los shinobis, se preparaban para marchar. El rubio estaba algo deprimido, y es que no había visto a Sasuke, en una semana. Sólo le enviaba mensajes, diciéndole que estaba en una importante misión. Al chico no le quedaba de otra, que resignarse.

Entre Hojas y Arena💚❤.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora