Pensamientos.

Harta.

Me escondo de todos, tanto que parezco ser sombra. Me gusta y al mismo tiempo no esa sensación. Quisiera que me importaran menos las cosas; quisiera ser más fría. Un témpano de hielo, dicen. Quieta, dura y sorda, que erice al tacto. Me da miedo la gente en general; malos, son malos, tan malos que hacen que hasta tenga miedo de mí misma también. Te hacen sentir juzgada y culpable, todos. Me han hecho tanto daño, me he hecho tanto daño. Pero ¿qué es de mí si no un hielo que se victimiza? No puedo culparlos, lo que sí, es que puedo demostrarles que se equivocan. No soy perfecta, aunque pretendo serlo muy bien. Ellos creen que lo soy, lo suficiente como para pensar que soy como ellos.

La sociedad es tan tenebrosa pero necesaria, la odio. Ay, ¿cómo puedo odiar algo tan natural? Cada día es un martirio, ver títeres caminando, tan pocas personas con luz propia. Gente que piensa que su ideología es su personalidad, gente que piensa que su perspectiva es absoluta, gente que piensa que las opiniones son argumentos. El mundo está jodido, jodido de estupidez. ¿Qué veríamos si no estuviéramos tan ciegos de ego? La verdad. Lo que de verdad importa, y, lamentablemente para la humanidad, no se trata de nosotros.