Capítulo 15

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Una vez más se encontraba parada frente aquella puerta, el apartamento nuevamente estaba vació, y por el polvo acumulado en los bordes de las ventanas, podía suponer que su dueño no frecuentaba demasiado su supuesto hogar. Si es que seguía siendo su hogar, llevaba semanas sin saber de él.

Constantemente visitaba el edificio con la esperanza de encontrarse con él, aunque sea por simple accidente. Siempre estuvo a su lado, desde que lo conoció, Ashido se lo había presentado cuando era la chica nueva de la ciudad, se unió rápidamente a su círculo más cercano y ganó su confianza. Se convirtieron en muy buenos amigos, tanto así que un día solos en el bar le contó respecto a su actual situación familiar y toda la desgracia que lo rodeaba, y una de sus tantas noches de borrachera se dejaron llevar por aquellos sentimientos de tristeza, lo acogió con su cuerpo para apaciguar su alma y creyendo que aquello creciendo en su propio corazón era mutuo, no dio marcha atrás.

Siempre recordaba como a la mañana siguiente el de rodillas frente a ella pedía disculpas por su forma de actuar - está bien - respondió ella para calmar al joven, la culpa en sus ojos rojizos era desgarradora - será nuestro secreto - le susurró, él insistió con hacerse responsable de sus acciones, pero más quiso liberar al muchacho de ello, pero si la amaba como ella creía, debía demostrar sus sentimientos de corazón, no por culpa de una irresponsable noche de borrachera.

Y así los meses continuaron, y el amor correspondido jamás llegó - creí que me amabas - un día le recriminó, él la miró aún más apenado que antes - por ello debía hacerme responsable, joder... No siento lo mismo que tú, me importas demasiado, pero no te amo... Y es mi culpa que ahora estés sufriendo - no lo podía creer, todo ese tiempo pensando que el chico no se atrevía por ser tímido pese a su carácter, se había equivocado horriblemente.

No se quedaría así.

Lo conseguiría, lograría atrapar a ese testarudo corazón, o eso creyó hasta que esa chica apareció en su vida, bastó tan solo que la conociera para perder al hombre que amaba. La odiosa entrometida que apareció en el bar era la culpable de su horrible de su desdicha.

- ¿Cuánto seguirás esperando por él?

- ¿Quién eres tú?

Observó de pies a cabeza al hombre que había interrumpido su ola de recuerdos, ni siquiera logró escuchar cuando se acercó a ella, era alto y de aspecto rebelde, de cierta forma le recordaba a su amado. El chico pelinegro le mostraba una enorme sonrisa coqueta y de poca confianza ¿Era conocido de Katsuki? No lo creía, una persona con una personalidad escondida - o eso pensaba a primera vista - jamás sería un amigo del rubio, el detestaba a las personas con doble faceta.

- Quien soy no es relevante, es mi ayuda lo que debería ser de tu interés

- ¿Para qué querría de tu ayuda? Y sobre todo ¿Ayuda para qué?

- Oh pequeña gatita - se acercó hasta sostener uno de los mechones de cabello de Jirō - se más de ti de lo que crees - después de todo había investigado - Bakugō... Es a él a quien deseas

Jirō se sobresaltó, nadie además de la banda sabía acerca de sus sentimientos por el rubio, y ahora aparecía este extraño.

- ¿Cómo sabes sobre...?

- ¿Qué lo amas? - interrumpió - cariño, es obvio con solo verte aquí parada rogando que él aparezca por magia divina

- No tengo tiempo para tus burlas, vete al diablo

- Tranquila gatita - la arrinconó contra la puerta - confía en mí, ese chico será solamente tuyo

Por su mente pasaron mil imágenes de lo que podría ser tener un romance con Katsuki, todo lo que podrían vivir juntos, la esperanza de un futuro prometedor donde solamente ella podría otorgar la felicidad que él necesitaba en su corazón.

Mr. Delincuente - Bakugō x UrarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora