Capítulo 21

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El aire era fresco y una simple brisa los envolvía, el verano se estaba acercando y el clima era cada vez más cálido, por lo tanto, su traje de aquel día lo estaba matando.

Había transcurrido casi una semana desde aquel accidente, las pesadillas eran constantes y no lo dejaban dormir. Shindō fue llevado a una prisión de máxima seguridad no solo por el ataque hacia ellos, sino también por los trabajos que realizó anteriormente, no saldría de una celda jamás, así mismo como el padre de Ochako, Enji cumplió su promesa y lo envió con los peores criminales para hacer su vida imposible, durante ese tiempo ya lo habían informado de que el hombre intentó suicidarse sin éxito, no pagaría sus culpas tan fácilmente.

Por otra parte, Jirō estaba en una presión femenina de mínima seguridad, se acogió su caso como intento de homicidio bajo las influencias de otros, se consideró que la chica no estaba psicológicamente estable, así que fue todo lo que consiguió, fue un par de veces a visitar a su vieja amiga, ella se excusaba diciendo que debía olvidar todo aquello que la trastorno hasta el punto de asesinar, incluyendo a Katsuki, él aceptó su respuesta y dejó de ir.

- Pareces exhausto - comentó Shōto a su lado

¿Y cómo no estar agotado? Durante esos días tuvieron que enfrentarse al hecho de que Iida Tensei presentara cargos contra ellos por entrar a su propiedad y los culpara de la muerte de su hermano menos. El padre de los hermanos por fin había realizado acto de presencia y se presentó junto a su hijo ese mismo en el citatorio previo al juicio final.

Junto a Enji, presentaron las pruebas que conectaban a los secuestradores de Ochako con los hermanos, los hicieron presentarse frente al juez y dar su versión de los hechos. El padre de la castaña se negó a hablar, mientras que Shindō y Kyoka dijeron todo, pues ya no tenían nada que perder. Junto a eso, presentaron el video que los hermanos llevaban tiempo escondiendo sobre la pelea del padre de Bakugō con los Iida y como estos lo habían amenazado dando causales para culpar a los chicos de su estado actual, o en este caso, solo a Tensei y a su padre que también parecía estar involucrado. Pero esto no era suficiente para encerrar a esa familiar, no fue hasta que Enji presentó su última prueba que el caso comenzó a llegar a su fin.

Un anciano como testigo, y que pese a su edad se encontraba en perfectas condiciones físicas y mentales para declarar frente a un jurado. Era el abuelo de los Iida, aquel que en una ocasión casi lleva la empresa a la banca rota y milagrosamente logró restaurar su economía haciendo crecer el esfuerzo de toda su vida, el mismo que fue rescatado por uno de sus empleados, para ser más específicos, por Bakugō Masaru.

El hombre comentó como luego de aquel incidente sus acciones bajaron y necesitaban una fuerte suma de dinero para implementar un negocio que lo llevaría nuevamente a la cúspide del mundo empresarial. Fue Masaru, a quien tomó como su mano derecha en vez de a su inútil y vago hijo, quien le dio el dinero que ahorró por años a través del trabajo duro junto a su prometida y posteriormente en ese tiempo esposa, aumentado por una sustanciosa herencia que el joven recibió, todo se lo entregó. Eran jóvenes y evitaron una gran boda para dar el dinero al hombre que lo estaba ayudando ascender en el mundo laboral.

Ambos hicieron crecer la empresa familiar de los Iida, y como forma de devolver la mano, el abuelo les regresó el dinero una vez obtuvo mejores ganancias - junto a una cuantiosa gratificación, y lo apoyo y guio para que le mismo creara su propia compañía y destacara como se lo merecía, su trabajo duro y esfuerzos - a su consideración - debían tener frutos.

Esa declaración fue lo que hundió a padre e hijo quienes decían los Bakugō habían robado dinero y estafado a su empresa, pues el dinero faltante era de ellos y tan solo fue regresado. Además, que aún con vida, el abuelo Iida había decidido hacer efectivo la entrega de sus bienes a sus herederos, la empresa seguiría siendo de su familia, pero la fortuna que el acumuló solamente sería del hombre que lo salvó y ayudó por tanto tiempo, eso no afectaría para nada la economía de su empresa. Jamás pensó que su torpe hijo arruinaría todo eso, y que sus nietos usaran trucos sucios para proteger algo que ni siquiera era de ellos, siempre creyó que con la empresa y todo lo que generaba era suficiente, pero se equivocó, la avaricia fue más fuerte.

Mr. Delincuente - Bakugō x UrarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora