Mr. Delincuente - Bakugō x Uraraka

Capítulo 6

Sus ojos comenzaron abrirse con dificultad. Sentía la boca pastosa y seca, debía beber un poco de agua con urgencia. Su lecho esponjoso, cálido y cómodo, era una agradable sensación para sus muy adoloridos músculos.

¿Qué había sucedido?

A su mente llegaron imágenes rápidas de cada escena fundamental de la noche pasada. El rostro de una castaña siendo golpeada lo obligó a sentarse veloz y sin sentir piedad por su malherido cuerpo.

- ¡Uraraka! - gritó desesperado

No se encontraba en sus sentidos y tropezó en su primer intento de levantarse. Escuchó la puerta principal abrirse y pasos correr hasta él.

- ¡¿Qué rayos crees que haces?! - le preguntó la chica que lo ayudo a sentarse nuevamente

Bakugō no pensó demasiado y en cuanto estuvo casi de rodillas frente a la chica, se lanzó contra ella y la envolvió con fuerza entre sus brazos.

Estaba a salvo.

Ochako estaba bien.

- Bakugō-kun... Me asfixias

- ¡Eres una maldita estúpida! - comenzó a regañar - ¡Cuando te diga que escapes, tú obedeces!

Las pequeñas manos de la chica se aferraron a su desnuda espalda cubierta por algunas vendas. Katsuki aun sentía su cuerpo pesado y se estiró hacía atrás sin soltar a Ochako. No lograba estar en calma si no percibía la calidez de la muchacha.

- No deberías tratar así a quien curó tus heridas

- ¿En qué diablos estabas pensando cara redonda?

Uraraka recordó por qué en primer lugar había huido del rubio. Debía inventar una excusa rápida, también pensar como escapar de la cárcel que eran los brazos del chico ¿Es que no pensaba dar algo de espacio personal?

- Caminaba cerca cuando escuche unos gritos - la escena de Bakugō siendo golpeado era horrible hasta el punto de querer llorar - no pensaba dejarte solo ahí malherido y a merced de esos idiotas

Golpes. Ese comentario revivió un pequeño detalle que Katsuki estuvo a punto de olvidar.

- ¿Por qué fue esa cachetada? - la castaña se sobresaltó - ¿Realmente pensaste que olvidaría esa mierda?

- Yo... Quería irme de ahí y tú no me soltabas - mintió

- Si, como digas - éste no pareció creer en sus palabras del todo

Bakugō luego de unos minutos por fin la dejo ir. Estaban algo incomodos recordando la escena a las afueras del bar. Eran dos extraños sin nada en común y, sin embargo, sentían que debían hablar, confesar y explicar demasiadas cosas. Era una situación estresante.

- ¿Ella te gusta? - fueron las palabras Jirō

- Es lo que iré a descubrir - era lo que él tenía en mente

No obstante, si lo pensaba bien, era algo bastante absurdo. No tenía tiempo para enredos amorosos y no podía enamorarse de alguien que apenas conocía. Se atrevió a observar a la chica. Esto simplemente lo hizo enfurecer, ese bello rostro redondo marcado con un golpe de color rojizo que desaparecería en unas cuantas horas, probablemente. Estiró su mano para alcanzar la suave mejilla maltratada.

- Esos bastardos me las pagaran - Ochako logró ver ira en sus ojos

- Por favor, estaré bien - posó su mano sobre la del chico - no te vuelvas a lastimar, no te vuelvas a involucrar en ese tipo de peleas