Capítulo 17

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Ya era tarde y no lograba dormir, si bien tenía temas más relevantes de los cuales preocuparse, no debía ser un desobligado con sus deberes de la universidad. Llevaba sentado tres horas frente a la computadora revisando informes y otros documentos que debían estar listos para su entrega esa semana. El maldito cuatro ojos, el tal Shindō, la mudanza y un viejo acosador, su menta colapsaría en cualquier segundo.

- Deja eso por un momento

Su cura llegó al rescate.

- Deberías descansar un momento, estas con el culo aplastado en la silla desde que llegaste a casa

- Esa boca - la regañó mientras tecleaba unas cuantas palabras - decir palabrotas no te quedan

- Culo no es una palabrota - debatió - además tú eres el que más groserías utiliza

- No pegan contigo, ya esta

- Eres insoportable - le sujetó la mano con firmeza - ni lo pienses Katsuki

Pero ya era tarde, se encontraba sentada sobre el regazo del malhumorado rubio. Sus ojos estaban agotados y los lentos lo hacían parecer mucho mayor.

- Tengo que seguir trabajando

- Si me besas quizás te deje ir

- Ok... - dio un rápido beso - ahora debo irme

- No seas tramposa - tomó su nuca posesivamente - si no lo haces bien no te dejaré ir

- Eres muy molesto -se sonrojo

- Y tu fastidiosa

A regañadientes se dejó acercar por esa firme mano, era grande y cálida como tantas otras veces. La besó duro y de forma despiadada, podía sentir su miembro despertar para rozarse contra trasero.

- Ni lo sueñes - afirmó Ochako - debo volver al trabajo y tú me acompañaras

- ¿Yo?

- No haz comido nada desde que regresaste, así que vamos - ordenó mientras se quitaba de encima

- Tendrás que darme un minuto - señaló su entrepierna - dudo que quieras que salga en este estado

- Te espero afuera

La observó marcharse con el rostro rojo. Le tomó unos cuantos minutos deshacerse de la sensación del cuerpo de su chica, y cuando recobró la compostura se dignó a salir camino a la tienda. Desde ayer Ochako era sumamente atenta a cada aspecto de su vida juntos, no era una esposa ideal, no era la mujer ideal, era la compañera de vida perfecta, nada superaba el hecho de que desde ahora compartirían eternamente sus vidas.

Escuchó el sonido de tazas caer y quebrarse. Corrió hacia donde se encontraba Ochako, Kirishima estaba con ella usando su cuerpo de escudo y frente a ellos, parada estaba Jirō con una de las bandejas de la tienda en las manos.

- ¿Qué mierda está pasando?

- Viejo, que bueno que estés aquí - los clientes alrededor parecían asustados - no grites, intentemos calmar el ambiente

- ¿Calmar? ¡Quiero una explicación! - gritó Kyoka

Bakugō también notó la inquietud de los clientes, no sería bueno para la tienda si el escandalo continuaba. En medio de golpes, cubrió la boca de la chica y la arrastró hasta el trasero, Kirishima lo siguió, con una mirada le dijo a Ochako que no se preocupara, que se disculpara con las personas presentas y continuara con su trabajo, él se haría cargo.

Una vez apartados de las miradas la soltó, de forma inmediata recibió una bofetada, y Jirō comenzó a gritar insultos como loca.

- ¡¿Están viviendo juntos?! ¡¿Qué rayos pasa contigo?! Jamás mencionaste que vivirían juntos

Mr. Delincuente - Bakugō x UrarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora