Mr. Delincuente - Bakugō x Uraraka

Capítulo 20

La melodía era dañina para su corazón, cada palabra dicha con un dolor inmenso que no opacaba la hermosura de aquel triste canto. Nunca la había escuchado cantar, y odiaba que esta fuera la primera vez en oír tan melodioso coro.

"Llegando a casa veo el sofá. Y pienso en ti que ya no estás. Como borrar todo de ti. Pues yo jamás te olvidaré"

Fue exactamente lo que sintió cuando regresaba una y otra vez aquel día y su dulce presencia no se encontraba en casa - ¡Maldita sea! ¡¿Dónde estás?! - gritó con desesperación. Siguió con paciencia el camino de su voz, más aún no lograba dar con ella, el cuarto estaba bien escondido.

"Oh tú, no puedo verte más, no puedo oírte mas. Y no dejo de pensar. Lo mucho que dolió tener que decirte adiós. Aunque me duela el corazón si eres feliz me basta"

La voz se escuchaba en muchas direcciones, pero un camino era más potente que el otro, sus nervios los atacaron cuando la intensidad de la voz comenzó a disminuir, estaba dejando de cantar, no lo podía permitir, estaba tan cerca de volver a estar juntos - ¡No pares! - rogó la mayor fuerza de sus pulmones implorando que el mensaje llegara a ella - ¡Sigue cantando! - pidió desesperado. Los mismos conductos de ventilación que liberaban la melodía, ahora transmitían el mensaje que él pronuncio. Le tomó unos segundos procesar si era realmente cierto que esa voz no era un producto de su imaginación.

- Katsuki... - murmuró

Los opacos ojos centellaron en una lágrima traicionera que la regresaba a la vida, buscó donde se encontraba el conducto de aire, estaba muy alto en el techo, con sus escasas fuerzas movió la camilla y se subió a ella para acercarse lo más posible, y con el corazón en la mano una vez lo llamó.

"Te extrañaré aunque intente borrarte. Derramare más lagrimas que antes, No te vayas después de ti no habrá, Nadie más, solo tú, Pero aun así deseo que seas feliz. Adiós mi amor"

¿Quién se creía esa estúpida? ¿Adiós? A la mierda, él no vino para que le dijera que era una despedida, no permitiría que Ochako lo borrara de su vida, y no seguiría permitiendo que derramara más lágrimas, maldita canción fue la que escogió, el mismo sentía sus ojos escocer en tristeza, pero ese sería un lujo que se daría una vez la tuviera entre sus brazos a salvo.

"Mi corazón no aguanta más. La sensación de soledad. Como ocultar lo que está por explotar. Todo es por ti, que no lo ves"

- ¡Debiste pensar mejor antes de aceptar el puto trato! - gritaba pensando que ella lo escucharía, después de todo, aumentó el tono de la voz cuando él se lo pidió

Seguía buscando donde se encontraba en bendito cuarto donde estaba prisionera, no estaba lejos, cada vez la melodía era más fuerte para sus oídos y corazón, lo desgarraba el dolor que le transmitía.

"Piensa en mí al menos una vez. Tal vez así pueda volverte a ver. Hasta el día que nos encontremos de nuevo. Hasta entonces, hasta entonces. Mi único amor sé que esto es temporal"

Ochako rogó que por fin estuviera cerca, ya no le quedaban fuerzas para seguir cantando, además, con tanto movimiento, su herida parecía haberse abierto sin que se diera cuenta, sentía como sus extremidades eran cada vez más pesadas.

Katsuki no muy lejos de donde la voz cantaba, encontró un pequeño cuarto ubicado subiendo unas escaleras dentro del galpón - lograba ver el lugar desde abajo - si estaba en lo cierto y los conductos del aire eran por donde viaja la voz, su única posibilidad es que ella se encontraba muy cerca de una de ellas, subió las escaleras hasta la pequeña plataforma donde se encontraba el cuarto.