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Una nueva semana comenzaba y mi confianza estaba por las nubes. Ya saben, información es poder. Quién diría que esa inesperada visita de mis amigos el fin de semana sería la clave. Sin ellos jamás habría hecho este descubrimiento.

Esa foto me impactó, y el resto de esa "fan page" no hicieron más que aumentar mi asombro. Tal vez por eso siempre estaba vigilando, me reconoció de nuestra escuela anterior. Traté de mantener la compostura, no podía dejar que los chicos vieran eso. Confiaba en ellos, pero información como esa debía ser tratada con cuidado, si alguien más se enteraba mi plan no funcionaría.

- Tan temprano y ya estás buscando problemas - dijo Quinn cuando me vio acercarme a ella, con su típica postura de "soy mejor que tu", acompañada de cuatro Cheerios con vasos en sus manos, entre ellas Santana y Brittany que... se estaba tomando su slushie, ella me agrada. En fin, era el momento de la verdad.

- ¿Enserio tenemos que hacer esto todos los días? Solo quiero hablar contigo, vengo en paz, lo juro- dije tratando de hacerla entrar en razón, no perdía nada con intentar.

- Yo no tengo nada que hablar contigo, así que aléjate de mi ahora mismo a menos que quieras un baño de slushie.-

- Vamos Lucy, podemos arreglar esto- dije en voz baja para que solo ella pudiera escucharme. Se quedó quieta un momento, mirándome asombrada.

-¿Cómo me llamaste?- podía sentir el odio en su voz y su mirada, mientras las cheerios detrás de ella nos miraban con atención... Sobre todo Santana, que te tenía una expresión un tanto divertida... ¿enserio le parecía gracioso?

-¿Te parece si hablamos en privado?

A veces parecía que Quinn Fabray no tenía emociones, no se inmutaba por nada, siempre mantenía la compostura y nunca sabías exactamente lo que estaba pensando... sin embargo ahí estaba, sentada frente a mi, callada, pero podía notar lo nerviosa y asustada que estaba. Casi me sentía mal por ella y estaba a punto de echarme para atrás, pero no podía hacer eso. Era mi oportunidad para hacer de los siguientes años algo más soportable, para mi y mis amigos. Tenía que aguantarme la culpa que me invadía de a poco al verla así y aprovechar ese momento, para que no se volviera a repetir, no me gustaba para nada esa sensación.

- Por favor, no quiero volver a eso, no sabes lo que me costó superarlo, no se lo digas a nadie, este es mi año, seré reina del baile, no puedes hacerme esto...- Prácticamente me estaba suplicando... Dios, de verdad estaba mal, todo esto estaba mal. Pero ella había sido mala con todo el mundo. No puede ir así por la vida pensando que sus acciones no tienen consecuencias... pero en ese momento era una persona totalmente diferente.

- Tranquila, no se lo diré a nadie...- La interrumpí. Me miró asustada, enojada pero ligeramente agradecida - Si... tu haces algo por mi...

-Te escucho- estaba resignada, el plan funcionó de maravilla.

-Nos dejas a mis amigos y a mi en paz, como si no existiéramos y yo no diré nada sobre Lucy Caboosey, ¿qué te parece? Nosotros seguimos con nuestras vidas y tu puedes ser reina del mundo si quieres.

Me dio una mirada intensa, me dolió, pero era muy tarde para retractarse de todo esto. Simplemente se paró, asintió y se fue.Creo que lo hice, detuve a Fabray. Lo único que tenía que hacer era luchar contra la culpa que me devoraba por dentro, no me gustaba para nada hacer sentir mal a la gente, aunque fuera ese tipo de gente.

Fue una buena semana. Veía a los chico más tranquilos, no nos molestaban en el pasillo ni nos tiraban comida en la cafetería. Quinn a simple vista estaba igual, caminaba con la frente en alto y seguía vigilándome todo el día. Por lo visto aún me odiaba solo que no se me acercaba mucho, eso me hacía sentir ligeramente mejor.

Pero algo raro pasaba, ahora era Santana la que se encargaba del bullying o de imponer respeto con el resto de la escuela. Ya no se les veía juntas, ¿sería mi culpa? No, ¿qué tenía que ver yo con Santana? Las amigas pelean todo el tiempo.

Estaba esperando a Mike en el auditorio, como todos los lunes después de su ensayo con Glee. Él estaba teniendo problemas con historia y no podía bajar sus calificaciones, sus padres al parecer eran muy estrictos con eso. Así que teníamos un trato, yo lo ayudaba con historia y él me enseñaba a bailar.

-Disculpa la tardanza.- dijo el chico llegando agitado por un costado del escenario.

-Está bien, llegué hace poco. Te ves cansado, ¿quieres agua?- le ofrecí mi botella la cual aceptó de inmediato.

- ¡Por favor! - se tomó media botella en un segundo y se sentó en el banquillo del piano. -Kurt me pidió que te diera esto, se lo llevó por error cuando fue a tu casa, lo había olvidado.- dijo pasándome el cargador de mi celular.

- Ah con que él lo tenía, pensé que lo había perdido. Por cierto, gracias por decirle a Tina que tendría la casa sola, llegó de sorpresa y yo estaba en pijama.

-Si.. perdón por eso, se me salió.- dijo apenado.

-Oh, no te preocupes, lo digo enserio. La pasamos muy bien, deberías unirte la próxima vez.

- Me encantaría, la historia de la chica de los seis dedos me fascinó.- comentó, haciéndome reír con el recuerdo.

Nos quedamos en silencio un rato, hasta que recordé por qué estábamos ahí. - Y, ¿por qué tardaste? ¿Está todo bien?

-No estoy muy seguro, los chicos están muy distraídos, tuvimos que ensayar sin descanso, ya no tenemos mucho tiempo antes de las locales.

- Cierto, falta muy poco... pero saldrá bien, el año pasado improvisaron toda la presentación y ganaron, ¿no?- lo animé recordado una de las muchas e interesantes historias que me había contado Rachel sobre el año anterior.

-Bueno si, pero ahora está todo muy raro. Artie está enojado con Brittany, Brittany está enojada con Santana y no quiere bailar, Quinn y Santana no se pueden ver... es un caos, ellas serán las estrellas esta vez, no pueden estar así.-

Me quedé pensando un momento. Yo no estaba en el club, pero todos mis amigos sí, debía hacer algo... o por lo menos intentarlo. Aún me rondaba por la cabeza la idea de que el problema entre Quinn y Santana tenía algo que ver conmigo. Las animadoras se toman muy enserio su estatus, y, solo tal vez, yo había dañado el de Quinn. - Mike... qué tal si dejamos el ensayo para otro día, te ves cansado y... oye, ¿no me dijiste que hoy es el cumpleaños de Tina?

-¡Oh por Dios, es verdad! Con razón no me habló en todo el día... tengo que irme- se paró y se fue corriendo.- ¡Gracias!

Ya que no tendríamos nuestro ensayo de los lunes salí del auditorio, esperando que Tina perdonara a Mike, hacían una hermosa pareja... y no solo porque ambos fueran asiáticos.

Algo nuevo (Glee Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora